Viaje al ‘milagro’ del socialismo andaluz: 11 de los 15 barrios más pobres de España están en el sur

“Aquí somos pobres genéticos. El que nace en Las Palmeras es pobre toda su vida y pobre morirá. Nacemos con una condena a la espalda que ningún político nos quiere quitar”.

Eugenio Rosa tiene 63 años. Cuando cumplió los 10 se instaló junto a su familia en Las Palmeras, un barrio al oeste de Córdoba cuyo origen se remonta a unas chozas que se levantaron junto a un arroyo durante la posguerra. En 1963, tras unas graves inundaciones en la ciudad, se construyeron varios edificios y su población fue creciendo hasta albergar a sus alrededor de 2.500 vecinos actuales.

Ahora, el barrio se encuentra separado del casco urbano por un amplia avenida que le aparta de la ciudad y lo mantiene ajeno a ella. Se trata de una zona olvidada y deprimida donde mucha de su gente vive de recoger chatarra, de vender los huevos que ponen sus gallinas y las lechugas que cultivan en pequeños huertos, y de las ayudas que conceden las administraciones.

Eugenio Rosa, activista vecinal de 63 años, llegó a Las Palmeras junto a su familia cuando era un niño. Asegura que los vecinos de la barriada sufren un "estigma social" por vivir allí. Marcos Moreno

Otros, los menos, se dedican al menudeo de drogas y a la plantación de marihuana dentro de sus propias casas. Aquí, el paro no es un azote sino un vecino más, y el abandono escolar marca la vida de los jóvenes. Siete de cada diez ni siquiera termina la Educación Secundaria Obligatoria (ESO).

Hoy, Eugenio es el vocal de asuntos sociales y formación de la asociación de vecinos Unión y Esperanza de Las Palmeras, una de las 15 barriadas más pobres de España. 11 de ellas se concentran en tres capitales de provincias andaluzas: Sevilla alberga cinco. Córdoba, cuatro. Málaga, dos. Son datos del Instituto Nacional de Estadística (INE).

Ninguno de esos barrios supera los 7.200 euros de renta per cápita anual. “Ese es el verdadero milagro andaluz”, dice Eugenio. “Cuatro décadas de autonomía sin cambiarle la cara a una realidad que, a los que somos de aquí, nos duele en el alma”.

Este activista social, antiguo sindicalista, reprocha a la ministra de Hacienda, la sevillana María Jesús Montero, que durante el último debate de los Presupuestos Generales del Estado -a la postre provocó el adelanto de elecciones porque el PSOE no contó con los apoyos suficientes para su aprobación- se defendiera de los ataques del PP diciendo que el verdadero “milagro económico” de ese partido “está en la cárcel”.

El 60% de los habitantes de Las Palmeras son de etnia gitana y el 57% de los vecinos nacieron en esta barriada. Marcos Moreno

Montero se refería a los Rato, Bárcenas o Zaplana, todos ellos salpicados por la corrupción. “Yo me pregunto qué se ha hecho aquí desde la vuelta de la democracia. Tanto unos como otros tienen que callar”, insiste Eugenio mientras toma un café junto a este reportero.  

El pasado 2 de diciembre de 2018, los andaluces dieron un vuelco al mapa político regional. Los resultados propiciaron que PP y Ciudadanos, con el apoyo de los diputados de VOX, desbancasen al PSOE por primera vez de la Presidencia de la Junta de Andalucía.

Desde 1982, los socialistas, ya sea con mayoría absoluta o con apoyos de partidos como Cs o IU, siempre ocuparon el Palacio de San Telmo. Lo han hecho durante 37 años de forma ininterrumpida.

Precisamente, desde abril de 2004 y hasta junio de 2018, cuando Pedro Sánchez la llamó para formar parte de su Ejecutivo, Montero, médico de profesión, ocupó distintas consejerías andaluzas. La mujer que Ferraz vería con buenos ojos para sustituir a Susana Díaz al frente de la secretaría regional del PSOE-A fue consejera de Sanidad y Consumo, de Salud y Bienestar Social y, antes de dar el salto a Madrid, consejera de Hacienda con Díaz en la presidencia.

Como José Sarmiento, la recogida de chatarra y su posterior venta supone un recurso para paliar la falta de ingresos económicos. Marcos Moreno

Ahora, tras el cambio de color político en la Junta, el nuevo Gobierno andaluz tiene un reto mayúsculo a la hora de atajar la desigualdad y la pobreza en sus barrios. A mediados de 2018, el INE publicó su informe anual Urban Audit, que dibujaba un panorama crítico en varias de sus capitales.

Con datos económicos del año 2015, dicho informe establece el siguiente ránking de pobreza por barriadas en España: Polígono Sur (Sevilla; 4.792 euros de renta per cápita anual); Juan XXIII (Alicante; 5.296€); Los Pajaritos-Amate (Sevilla; 5.398€); Colores-Entreparques (Sevilla; 5.605€); Azahara-Palmeras (Córdoba, 6.013€); Polígono Guadalquivir (Córdoba; 6.202€); San Cristóbal (Madrid, 6.426€); Málaga sub-city No.6 (6.439€); Alicante sub-city dist. N. 5 (6.564); Sevilla sub-city dist. No. 4-A (6.764€); Sector Sur (Córdoba; 6.983€); Málaga sub-city No.12 (7.014€); El Higuerón-Majaneque-Alameda del Obispo (Córdoba; 7.099); Sevilla sub-city dist. No. 5C (7.107€), y Las Palmas de G.C sub-city dist. 4-B (7.148€).

María Jesús Montero, ministra de Hacienda. EFE

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La vida con 16 euros al día

Azahara- Las Palmeras es el barrio cordobés que más arriba aparece en dicho listado. Es la quinta barriada con la renta por persona y año más baja del país. Aquí, a sólo diez minutos en coche de la Mezquita de Córdoba, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 1984, cada vecino cuenta de media con 501 euros al mes. Son 16 euros y diez céntimos al día. Con ello deben pagar luz, agua, comida, ropa, teléfono…

El INE señala que El Viso, una barriada del norte de Madrid, es la más rica de España. Allí la renta per cápita es de 36.250 euros, seis veces más que la de cualquier persona que resida en Azahara- Las Palmeras.

“Este es el barrio más jodido de Córdoba”, cuenta Eugenio mientras camina por algunas de sus calles. Algunos edificios están llenos de grafitis. En determinadas plazas el pavimento está manchado con tizne negra por las hogueras con madera que se hacen de noche para combatir el frío de las casas. Grupos de hombres sin trabajo se arremolinan a mitad de mañana en torno a una litrona de cerveza. No hay zonas verdes ni parques para jugar los niños.

Estudio con los 15 barrios más ricos y más pobres de España publicado por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en junio de 2018. INE

José Sarmiento, de 45 años, recoge chatarra a diario y la acumula cerca de su casa para tenerla vigilada y que nadie se la robe. El kilo de hierro se lo pagan a 17 céntimos. El hombre, que en los últimos ocho años ha trabajado dos meses, cobra 430 euros de una ayuda estatal. Tiene cuatro hijos y una nieta. Todos viven en su casa. Su mujer tampoco tiene empleo.

El estigma de vivir en Las Palmeras

Cuando José va en busca de trabajo,nunca dice que es de Las Palmeras. “Si lo dices, no te llaman de ningún lado”, asegura. Eugenio Rosa considera que los vecinos de esta barriada sufren “un estigma” que les persigue “por el mero hecho de nacer o vivir aquí”.

Pese a los datos que ofrece el INE en Urban Audit, la radiografía que realizan de este barriada desde la asociación de vecinos Unión y Esperanza es aún más desoladora. Eugenio explica que manejan un estudio que se dará a conocer en las próximas semanas elaborado por profesores de la Universidad Loyola de Andalucía con la ayuda de la Fundación Cajasur.

Dicho estudio señala que el 60% de los entre 2.500 y 3.000 habitantes son de etnia gitana o que el 57% de los vecinos nacieron aquí, mientras que un 35% lleva la mitad de su vida residiendo en esta barriada. Eugenio Rosa explica que las cifras que ellos manejan en la asociación son aún más dramáticas que las que aporta el INE.

Las Palmeras se creó en 1963. En la actualidad residen entre 2.500 y 3.000 personas. Según la asociación de vecinos, la renta per cápita real es de 1.743 euros al año. Marcos Moreno

Un 75% de paro y un 69% de fracaso escolar

“La real anual por persona en Las Palmeras es de 1.743,9 euros al mes. Aquí hay un 75% por ciento de paro y entre los hombres alcanza el 90%. También hay un 69% de abandono escolar. En ese estudio [se refiere al del INE] se hacen las trampas al solitario al unir Las Palmeras con Azahara, una barriada más próspera. Así sube la media de la zona más empobrecida”.

Alida García trabaja en el Centro de Iniciativa para la Cooperación de Las Palmeras, un proyecto Guadalinfo que financia la Junta de Andalucía para la eliminación de la brecha digital y la realización de cursos de informática básica para la búsqueda de empleo.

A diario, Alida ayuda a vecinos de Las Palmeras en tareas tan comunes como rellenar un currículo o pedir una cita en el INEM. “El barrio está olvidado. Tanto, que la gente sigue diciendo ‘voy a Córdoba’. Perdona, no. Estás en Córdoba. Aunque para muchos seas alguien del que mejor no hablar ni preocuparse”.

Alida García trabaja en el Centro de Iniciativa para la Cooperación de Las Palmeras, un proyecto Guadalinfo que financia la Junta de Andalucía para la eliminación de la brecha digital y la realización de cursos de informática básica para la búsqueda de empleo.

"La pobreza es un embudo que te absorbe"

María José Ruiz trabaja en Las Palmeras como orientadora laboral en el programa Andalucía Orienta. Desde otra vertiente, también ayuda a los vecinos del barrio en la tarea de encontrar un trabajo. “Son personas con notables carencias formativas. Muchos de quienes vienen aquí ni siquiera han terminado la ESO”.

"Necesitamos un plan integral basado en la formación y el empleo con vistas a 15 años -apostilla Eugenio Rosa-. Pensar en conseguir resultados inmediatos es una quimera".

Conchi Molina tiene 57 años. Como José el chatarrero, la mujer también cobra 430 euros. La paga se le agota en septiembre. La mujer sufre epilepsias parciales con pérdidas de conocimiento y se le están realizando pruebas médicas.

Conchi está separada. Tiene tres hijos, aunque dos de ellos están independizados. El tercero, que acaba de ser padre y se encuentra en paro, se ha mudado con su pareja y sus otros dos niños a casa de Conchi, que de vivir sola ha pasado a convivir con cinco personas. Tres de ellas son sus nietos.

- ¿Es complicada la vida aquí?, pregunta el periodista.

- Lo complicado es salir de la pobreza. Esto es un embudo que te absorbe. 

Dos gallos en mitad de una calle de Las Palmeras. Marcos Moreno