Romina, mujer asesinada.
Reportajes
El marido de Romina confiesa que la encontró muerta en su casa y la tiró al mar "por miedo"
- La joven de 25 años se casó con él en agosto. Desapareció el 1 de enero. Su esposo, tras ser detenido, ha entonado el mea culpa.
- Iba drogado, se asustó y la tiró al mar.
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El marido de Romina Celeste Núñez, la joven desaparecida el pasado 1 de enero en Costa Teguise (Lanzarote), ha confesado que se encontró a su mujer muerta en casa, que iba drogado, se asustó y “por miedo” la tiró al mar. Posteriormente, también ha desvelado que la tiró al mar.
Detenido el marido de la chica desaparecida en Lanzarote
Raúl Díaz, marido de Romina, había sido detenido después de que la Policía encontrara “indicios razonablemente suficientes para presuponer la autoría del detenido en los hechos”. Y, en efecto, en sólo 10 minutos de interrogatorio, ha confesado ser el autor de su desaparición tras pasar a disposición del correspondiente Juzgado de Instrucción en funciones de Arrecife.
Después ha desvelado dónde la tiró. Su esposo, con el que se casó el agosto pasado, ha reconocido que la tiró al mar. Eso sí, un mes después de contraer matrimonio, fue denunciado por malos tratos –aunque posteriormente fue absuelto–.
De hecho, la actitud de su marido ha sido sospechosa desde el primer momento. Raúl Díaz tardó una semana en denunciar la desaparición de su mujer. Y lo hizo al ser instado por la familia de la joven, que llevaba siete días sin dar noticias. Él, entonces, alegó que sí había contactado con ella y por eso no había acudido a la Policía.
Es más, reconoció que no lo hizo porque ya había desaparecido en más de una ocasión: "No era la primera vez y lo que yo entendí es que me había bloqueado de todas sus formas de comunicación y que se había ido". Como ya hiciera, según su propio marido, yéndose a su casa 20 días en septiembre.
No obstante, esta vez mintió en sus primeras declaraciones, afirmando que le "mandaba mensajes y no contestaba" y que que se "había ido". Hasta encontrársela, según ha confesado, en su casa muerta.
