Sabino Fernández Campos lo tenía claro. El que fuera el primer secretario general de la Casa de su Majestad el Rey y después su Jefe durante casi 20 años lo decía abiertamente: "El Rey sólo puede llegar en camilla si viene de la guerra". Si el Conde de Latores levantara la cabeza se asustaría de cómo ha cambiado el cuento. La imagen tomada el pasado 2 de noviembre con motivo del 80 cumpleaños de la Reina Sofía, en las escalinatas del Palacio de la Zarzuela, fue un duro golpe para Don Juan Carlos. El Monarca, que se negaba a aparecer sentado, sale de pie con una postura difícil de entender: tullido. Él estaba empeñado en ser retratado erguido, y el que le sugirió que apareciera en una silla se llevó una gran bronca por parte del Emérito, pero en realidad le quería hacer un favor.

La posición de la pierna derecha del rey Juan Carlos se explica por la intervención quirúrgica a la que fue sometido el pasado mes de abril. Desde entonces, el padre del actual rey tiene enormes dificultades para caminar, por lo que precisa de un bastón. Pero el Emérito tampoco quería aparecer con él en la mano, lo que dificultó mucho el desarrollo de la sesión de fotos.

Sobre la colocación de la familia Borbón y Grecia, sólo hay en la imagen una persona que no pertenece a ese clan y es Letizia, no había duda. La Familia Real delante, el resto detrás. La imagen, tomada por el fotógrafo de la Casa, tardó un buen rato en conseguir hacerse por la dificultad de don Juan Carlos a la hora de bajar escaleras. Al final, dos personas de seguridad le ayudaron a bajar casi en volandas.

De izquierda a derecha, y de arriba abajo: Irene Urdangarin, Victoria Federica Marichalar, Froilán Marichalar, la infanta Elena, la infanta Cristina, Juan Valentín Urdangarin, Miguel Urdangarín, Pablo Nicolás Urdangarin, la princesa Leonor, la reina Letizia, el rey Felipe VI, la reina Sofía, el rey Juan Carlos y la infanta Sofía.

No es la primera vez que ocurre esta escena y es, además, un tema que hiere mucho el orgullo del Rey Emérito, que no lleva bien que el paso de los años le esté dificultando su movilidad. Por lo tanto, su libertad. Ocurrió en mayo de 2016 cuando Beatriz de Holanda visitó Madrid para inaugurar una exposición sobre pintura holandesa en el Museo del Prado. Tras recorrer la pinacoteca con la Reina Letizia, la princesa de los Países Bajos acudió a almorzar a Zarzuela acompañada por los cuatro reyes. La prensa habitual que cubría el encuentro se quedó asombrada cuando al llegar se encontró ya allí situados a Felipe VI, su esposa, la Reina Sofía y don Juan Carlos esperando a la invitada. Luego los periodistas se pudieron enterar de que el padre del Rey no quería que nadie capturara la imagen de sus dos ayudantes bajándolo en volandas por la escalera porque él no podía bajar las escaleras.

'El jefe' se negó a aparecer con su bastón

"Aunque él se empeñara y no quisiera aparecer con el bastón, la foto es una mala jugada para El Jefe. Se ve claramente que le ocurre algo en la pierna. Al final, la que decide qué foto se manda a los medios es ella -la Reina Letizia- y podría parecer que lo hace aposta para que todo el mundo vea cómo se encuentra su suegro", cuenta a EL ESPAÑOL una fuente muy cercana a don Juan Carlos. "Se cumple así una pequeña venganza de la Reina Letizia sobre su familia política porque lo cierto es que los únicos que salen bien en la foto son los Borbón Ortiz y la Reina Sofía. Todos los demás salen francamente mal, hasta el punto de que Pablo Nicolás, el segundo hijo de la Infanta Cristina, sale con los ojos cerrados.

La segunda venganza viene por parte de la reina Sofía, quien durante años de matrimonio ha tenido que sufrir humillaciones y llantos provocados por el Emérito. Malos momentos acrecentados en el último lustro con la aparición en la escena pública de Corinna. Sofía parece sacarse en esta ocasión una de las tantas espinas que le clavó Juan Carlos: hizo que su hijo Felipe obligase a su padre a asistir al encuentro por el 80 cumpleaños y posar para una fotografía cuyo resultado, de ser supervisado por el rey emérito no hubiese visto la luz.

La familia real acude a visitar al Rey Emérito en el hospital tras el rifirrafe entre Sofía y la princesa Letizia.

"El rostro de don Juan Carlos refleja lo poco a gusto que estaba en ese momento. Entre la postura que le estaba doliendo, mantener el equilibrio y el enfado que tenía por estar allí obligado por no dar más que hablar… Seguro que hubiera ido igualmente, pero lo de que su hijo se lo pidiera le sentó fatal. Lo normal es que sea al revés, que un padre sea el que ruegue a sus hijos que acudan al cumpleaños de su madre, pero en esta familia las cosas son distintas", añade esta fuente.

Porque para don Juan Carlos una cosa está clara: su hijo no cuenta con él para nada. Tras el castigo de quedarse sin participar en la Copa del Rey de Vela del pasado verano, con motivo de la revelación de las cintas de Corina, se anunció que sería Felipe VI el que viajará en diciembre a la toma de posesión del nuevo presidente mexicano, López Obrador, función representativa en el exterior que en 2014 cuando el Emérito abdicó le fue otorgada. Entonces se alegó que el padre del Rey no debía ir por motivos de salud, pero ya se ha anunciado que tampoco lo hará en enero a Brasil cuando juré su cargo su nuevo mandatario, Jair Bolsonaro.

"Va viendo cómo su presencia institucional es cada vez menor, cómo lo van difuminando de la foto pública. Pero es algo que no han podido conseguir para los actos del próximo 6 de diciembre en la celebración de los 40 años de la Constitución. Y lo han intentado", explica la misma fuente muy próxima. Tras la escandalosa exclusión en 2017 en el acto del Congreso de los Diputados, Juan Carlos parece que esta vez no lo borrarán. Tan monumental fue su enfado por haberlo hecho desaparecer de un acontecimiento clave que se encargó de trasladar a su entorno que aquello fue "un acto de cobardía y de miedo"

Pese a ese enorme cabreo, han intentado no volver a contar con él el próximo 6 de diciembre. Y la prueba está en la modificación que ha sufrido la agenda oficial de los actos del aniversario de nuestra Carta Magna. En la página web de las Cortes, donde hasta hace dos días se anunciaba la presencia de SS.MM Los Reyes, ahora se ha borrado y todavía no se anuncia nada.

Zarzuela, Gobierno y Congreso buscan una fórmula para poder encajar todas las piezas. Alegan que es el protocolo el que impide la presencia de los cuatro Reyes en la tarima central, que los Eméritos tendrían que estar en el palco de invitados del hemiciclo. Pero lo cierto es que el protocolo es simplemente normas de ordenamiento y si el propio Rey no puede saltárselo, ¿quién puede hacerlo? Por lo tanto, el Rey don Juan Carlos si estará en las cortes el próximo 6 de diciembre, pero todavía no sabemos el formato. Una posible situación sería celebrar el acto en el salón de los Pasos Perdidos, no en el hemiciclo, entonces no habría tarima y podrían estar los cuatro Reyes a la misma altura, pero la ceremonia perdería, sin duda, solemnidad.

Cristina, la reina Letizia y Felipe VI.

Así que la cara de don Juan Carlos en la foto tomada el pasado 2 de noviembre tenía muchas razones para que no fuera de felicidad. En realidad, menos la Reina Sofía, que había conseguido reunir a toda su familia por su cumpleaños, nadie estaba muy contento de estar en esa escalinata.

La última vez que pudo verse una foto similar fue en mayo de 2011 con motivo de la Primera Comunión de Miguel, el tercer hijo de los todavía duques de Palma de Mallorca. La gran diferencia entre la instantánea de hace siete años y la del viernes pasado es que en aquella Iñaki Urdangarin estaba en Zarzuela y ahora está en la cárcel de Brieva, Ávila.

MENUDO CUMPLEAÑOS

Y aunque sólo falte una persona en la foto, todo ha cambiado para esta familia, del estado de ánimo entre ellos, de las relaciones que mantienen. Empezando por la propia Reina Letizia. Ya en 2011 la relación de la esposa de Felipe VI con sus cuñadas ya era prácticamente nula, lo cierto es que el pasado dos de noviembre casi ni se saludaron, aunque ambas infantas, tanto Elena como Cristina, tuvieron que seguir la jerarquía y hacerle la tradicional reverencia a la Reina. La actual Soberana acudió a comer con sus hijas, la Princesa de Asturias y la Infanta Sofía, y después se marchó sin quedarse al café.

Y es que en la Casa del Rey hay una tradición, la de tomar el café de pie, en una sala contigua a donde se ha comido. Así todo el mundo puede hablar con los Reyes o con otras personas distintas a la que le ha tocado al lado en el almuerzo de una forma más relajada. La esposa del Rey prefirió saltarse ese momento e irse a su casa.

Las dos hermanas de Felipe VI, Elena y Cristina, acudían a la comida del cumpleaños de su madre acompañados por sus hijos. La duquesa de Lugo, como siempre, estuvo todo el rato pendiente de su padre, atenta a que estuviera cómodo. Por su parte, la Infanta Cristina, aparece con rostro serio y triste en la foto, pero sin embargo se sintió muy arropada. No sólo por su madre y su hermana, si no que entre los invitados al almuerzo se encontraban también todos sus primos y entre ellos, su inseparable Alexia de Grecia, con toda su familia.

Unos días después del 80 aniversario de doña Sofía, una revista publicaba la noticia de que la ex duquesa de Palma estaba sopesando la idea de separarse de su marido, pero lo cierto es que es más bien todo lo contrario, como publicó JALEOS. La hija menor de don Juan Carlos está pensando en volver a residir en España, más en concreto en Madrid, para poder estar cerca y poder agilizar así el que a su marido le otorguen el tercer grado.

El rey emérito, con muletas.

En la mesa del 80 cumpleaños de doña Sofía también se sentaron sus cuñadas, las Infantas Pilar y Margarita con toda su prole, su hermana Irene, su hermano Constantino con su mujer, Ana María de Dinamarca y alguno de sus hijos. No todos, porque el mayor Pablo, excuso su ausencia por motivos de trabajo, así que no se produjo el tenso encuentro entre su esposa, Marie Chantal Miller y la Reina Letizia. La heredera al trono heleno no dudó en criticar en público la actitud de la esposa de Felipe VI en la Catedral de Palma de Mallorca durante la Crisis de las Reinas el Domingo de Resurrección pasado, razón por la que para evitar tensiones añadidas en el cumpleaños del la reina Sofía, decidieron excusarse.  

Pasado ya el trago del 80 cumpleaños de la Reina Sofía, los Reyes toman rumbo a Perú el próximo lunes, para realizar una visita de estado de tres días. A su vuelta, Felipe VI tendrá que solucionar el siguiente incendio de su familia: el protagonismo de su padre, don Juna Carlos, Rey también al fin y al cabo, en el próximo acto de celebración del 40 aniversario de la Constitución.

Noticias relacionadas