Reportajes Archisextura, pornografia y arquitectura contra el puritanismo de Instagram 4 febrero, 2018 01:24 guardar 1 de 16 Giulia Marsico, de 27 años, se gana la vida como relaciones públicas en Nueva York. 2 de 16 “Mi obra es básicamente yo pasando mucho rato en Internet", afirma la joven. 3 de 16 Giulia burla la censura de las redes sociales haciendo collages imposibles con el cuerpo humano y la arquitectura. 4 de 16 Su obra desafía "normas y expectativas". 5 de 16 La joven consigue imágenes hiperexplícitas aun sin mostrar el sexo real. 6 de 16 Sus puntos de partida son: “el porno es una forma de expresión artística” y “las reglas de Instagram una mierda”. 7 de 16 Gracias a sus fotomontajes se puede observar los puntos en común del sexo y la arquitectura. 8 de 16 Estos paisajes corporales constituyen la forma de protestar de Giulia contra el puritanismo. 9 de 16 Giulia censura a su modo las escenas de sexo. 10 de 16 “Con estas imágenes no se está sexualizando a la mujer. Se sexualiza la arquitectura”, dice la artista. 11 de 16 Giulia ha desarrollado un fino sentido para ver la sensualidad femenina en los rincones más insospechados. 12 de 16 Su método de trabajo también pasa por la búsqueda de imágenes pornográficas, pero Giulia reconoce que en ocasiones ha recurrido a realizar fotos de cuerpos femeninos de amigas o el suyo propio. 13 de 16 Hay en esta chica una historia pasada de complejos por no encajar en el 90-60-90 canónico de belleza en el mundo de la moda. 14 de 16 “Toda mujer crece viendo a la sociedad determinando qué es o no bonito. Una crece con esa obligación de obedecer a los estándares de belleza de la sociedad”. 15 de 16 “Es como si ahora mi trabajo se hubiera convertido en mi propio yo, pero es cierto que me llevó tiempo expresar mi sexualidad”. 16 de 16 Las reacciones al trabajo de Giulia están siendo muy positivas.