Imagen del concierto de Pignoise, lleno hasta la bandera.

Imagen del concierto de Pignoise, lleno hasta la bandera. Quincemil.

Ofrecido por:

Música

A Coruña despide el Morriña Fest llenando los conciertos en el puerto y coreando sus canciones

La práctica totalidad de artistas presentaron un lleno. Pignoise, Mikel Izan, Miriam Rodríguez u Ozuna han contagiado su espíritu a los asistentes, que corearon y palmearon cada letra al ritmo de sus artistas favoritos

Te puede interesar: Recycled J actuará en el Morriña Fest 2025 de A Coruña tras la baja de Peso Pluma

Publicada
Actualizada

Para todos los públicos. El segundo día del festival del Morriña Fest, en A Coruña, ha generado un lleno casi hasta la bandera para disfrutar de una multitud de artistas que, casi por unanimidad, han logrado conectar con el público para convertirlos en una parte imprescindible de sus actuaciones.

La sesión vermú

El aragonés Inazio, que luego incluso se animó a participar en el concierto de su amigo Hey Kid, hizo las delicias desde mediodía a escasos metros del puerto coruñés. En el palco de la música de los jardines de Méndez Núñez, y con varios de sus temas más conocidos como apertura, se lanzó con una mezcla de fuerza vital y pasión que contagió al público, al que fue cautivando y enganchando a cada palabra.

El cantante lució una camiseta del Dépor, del modelo verde con la emblemática publicidad de Feiraco, en un claro gesto de cariño hacia la ciudad donde nadie es forastero.

Querido encajó con A Coruña

La ronda de conciertos del segundo día tuvo un inicio especial. Querido, la banda que capitanea Andrés Ferreiro, no dudó en poner los pelos a los coruñeses, haciéndolos partícipes de su show.

Mientras los espectadores fueron llegando escalonados, sus acordes y sus canciones fueron sin duda un empuje vital para empezar a calentar el esqueleto de cara al día de ensueño que tenían por delante todos los asistentes al Morriña Fest.

Queriendo alejarse del peso del apellido, el hijo de Iván Ferreiro se caracteriza por su propio estilo, eso sí, con lógicas similitudes con su progenitor. Desde que se subió por primera vez a un escenario con tres años, hasta ahora, su progresión ha sido clara y su carrera musical, en ascenso.

Hey Kid y la sorpresa de Íñigo Quintero

Hey Kid no pudo estar quieto. Además de invitar a participar a su amigo Inazio, con el que interpretó el tema que tienen a medias, un viernes de enero, fue el introductor de la sorpresa del festival. El coruñés Íñigo Quintero, que estuvo en el cartel del 2024 pero que no pudo actuar por enfermedad, saltó al escenario junto a su amigo, animándose a entonar un tema en conjunto.

Ante esta situación, el público reaccionó con alegría y sorpresa, disfrutando de la música e inmortalizándolo con sus teléfonos móviles.

Elena Rose, otro lujo

La venezolana Elena tomó el testigo. Sin sorpresa en este caso, completó su show con un repertorio de sus temas más conocidos. El público estuvo activo y participativo, incentivado también por la propia artista, que no paró de involucrarlos en uno de los conciertos que generó buenas vibras.

Pignoise y las regresiones a la adolescencia

Con puntualidad inglesa, y a golpe de guitarra, Pignoise saltó al escenario con un aplauso casi unísono. La banda musical que encabeza Álvaro Benito protagonizó, para muchos asistentes, un proceso de regresión a la infancia o adolescencia, recordando momentos a golpe de música.

Con un repaso de sus temas más conocidos, combinados con algunos de su nuevo álbum, que verá la luz en noviembre de este año, Benito fue creciéndose con el paso de los minutos sobre la tarima. Algunas de las estrofas de las canciones fueron directamente cantadas por el público, entregado de principio a fin.

No pudo faltar uno de sus temas fetiche, la banda sonora de la conocida serie televisiva Los hombres de Paco.

Alvaro Benito en pleno escenario.

Alvaro Benito en pleno escenario. Quincemil.

Con ese ritmo tan particular de Nada que perder, tuvo varias referencias cariñosas tanto al festival como a la ciudad coruñesa.

Tras bromear sobre sus perfiles en redes sociales, e incluso llegar a anunciar que dispone de perfil en Tinder con el nombre de Pignoise, a modo jocoso, siguió haciendo felices a los asistentes, con un repertorio clásico pero que evoca siempre grandes momentos de años pasados.

Miriam Rodríguez y su fuerza

Sin tiempo para descansar, los asistentes se trasladaron al siguiente escenario para contagiarse de la fuerza de la gallega Miriam Rodríguez.

Miriam Rodríguez en una de sus actuaciones.

Miriam Rodríguez en una de sus actuaciones. Quincemil.

La cantante de Pontedeume cautivó desde el principio a los asistentes, enganchándolos con su fuerza vital y haciéndolos partícipes tanto con sus movimientos de manos como con su voz.

Sus bailarines, imprescindibles en su show, se mostraron también muy activos y participativos, generando una sincronía entre todas las partes que hizo que su espectáculo fuese de los más aclamados. Y eso que, el refrán, dice que nadie es profeta en su tierra. Nada más lejos, a veces, de la realidad.

Con un público muy entregado de principio a fin, Rodríguez supo encajar con sus fan y hacerlos parte del evento.

El público no paró de disfrutar del concierto de Miriam Rodríguez.

El público no paró de disfrutar del concierto de Miriam Rodríguez. Quincemil.

Mikel Izal estuvo "en su paraíso"

El pamplonés Mikel Izal dejó destellos, a lo largo de todo su concierto, de encontrarse "en el paraíso", parafraseando una de sus canciones más conocidas y que más demandaban sus fan. Con un derroche de simpatía y acompañado de sus pegadizas canciones, elevó un peldaño más el éxito de un cartel de auténtico lujo y que hizo disfrutar a todos los asistentes.

Marlon y Nathy Peluso, otro éxito

Tanto la actuación de Marlon como la de Nathy Peluso no pasaron indiferentes. En primer lugar, los asturianos, que tomaron el relevo de Izal, no dudaron en poner al servicio de los fan todo su repertorio musical, empujando a través de sus letras. Incluso los puso a perrear, con su tema "De perreo", sin dejar de lado la interpretación de otras canciones emblemáticas de panorama nacional de artistas como Hombres G.

Marlon llenó el escenario.

Marlon llenó el escenario. Quincemil.

A continuación, y sin margen casi ni para refrescarse, Nathy Peluso no bajó precisamente el nivel musical. La argentina saltó al escenario entre luces y con un público que no paró de aclamarla.

En cada giro, en cada movimiento, en cada acción, su vitalidad contagiaba a las personas asistentes, con ganas de más y más canciones a lo que respondía con una sonrisa cómplice.

Nathy Peluso en uno de sus giros.

Nathy Peluso en uno de sus giros. Quincemil.

Con diferentes temas, pero un mismo estilo, público y Nathy se fundieron en una sola unidad, haciendo que los minutos se convirtieran en segundos y el concierto fuese efímero, pero por disfrutarlo y paladearlo en cada canción.

Ginebras y Ozuna iluminan el anochecer

Uno de los platos se guardó para el final. Ozuna estuvo escoltado por Ginebras, el cuarteto indie, que no escatimó nada de energía para mantener al público en un estado de disfrute colectivo.

Con el paso de los minutos, el foco se fue hacia la actuación de Ozuna. El puertorriqueño no tuvo reparos en cumplir los deseos de los aficionados, desde su primer tema hasta el último, derrochando una simpatía acorde ya al nivel de alegría de los asistentes.

Con sus temas más conocidos calentó  motores, recordando estos éxitos de su carrera, ayudando por los fan.

Mar de Lucas y Jhayco cierran el cartel

El cartel del último día cerró con las actuaciones tanto de Mar de Lucas como de Jhayco. Con ellas, trece conciertos y una sesión vermú en un sábado diferente para los asistentes. Sumado al cartel del viernes, veinte conciertos en A Coruña de diferentes estilos pero que engancharon a su público.

Entre los asistentes, más allá del cansancio por las horas de música, una sensación generalizada, la de tener ganas de conocer ya el cartel del 2026. A Coruña ya tiene morriña de su Morriña Fest.