Ni azúcar ni leche, el truco de mi abuela gallega para que las torrijas queden súper jugosas

Apenas quedan unas semanas para la Semana Santa y eso solo puede significar una cosa: es temporada de torrijas. La conmemoración cristiana anual de la Pasión de Cristo guarda una estrecha relación con el mundo gastronómico, y dentro del apartado de dulces destacan los buñuelos, los pestiños, la leche frita, las rosquillas y, por supuesto, las torrijas.

El origen de las torrijas: uno de los dulces más famosos de la Semana Santa

Las torrijas son una de las primeras elaboraciones dulces de las que se tiene constancia. Aparece en el libro De re coquinaria, de Marcio Gavio Apicio (en el siglo I d.C), aunque su elaboración era tan sencilla que ni le puso nombre, se limitó a llamarla aliter dulcia, que significa "plato dulce". Hoy por hoy constituye uno de los postres más emblemáticos de la Semana Santa y este artículo te cuento el truco de las abuelas gallegas para que queden muy jugosas.

El truco para unas torrijas jugosas

Cada hogar tiene su versión de las torrijas, pero las abuelas gallegas guardan una técnica infalible para conseguir que este postre sea un manjar irresistible. Azúcar y leche sí, hacen falta. Sin embargo, el truco secreto está en la elección del pan. Este ingrediente es clave para elaborar una buena torrija, por lo que bajo ningún concepto debe ser industrial o tipo brioche.

La mejor opción es el pan de hogaza tradicional, y eso lo sabemos muy bien en Galicia. Su miga densa y corteza firme permiten que absorba la leche sin deshacerse. El pan debe ser del día anterior, ligeramente endurecido, y a la hora de cortarlo, también se debe tener en cuenta el grosor de las rebanadas, que no deben ser ni muy finas ni demasiado gordas.

Para elaborar unas torrijas de rechupete, un buen truco es dejar reposar las rebanadas de pan entre cinco o diez minutos antes de meterlas en la sartén. El tiempo que están friendo también es importante: el dorado perfecto hace que estén crujientes por fuera y jugosas por dentro. A continuación, te mostramos la receta de las abuelas gallegas para hacer las mejores torrijas.

Cómo preparar torrijas en casa

La receta tradicional de las torrijas se elabora con pan duro y dos o tres ingredientes básicos como pueden ser la leche, la canela y la miel. Es, sin duda, un postre perfecto para cualquier comida o encuentro familiar durante el tiempo de Cuaresma y Semana Santa. Estas son las porciones para unas torrijas de leche para dos personas:

• 2 rebanadas de pan duro
• 250 ml de leche
• 1 huevo
• Piel de limón
• Piel de naranja
• 1/2 canela en rama
• 25 g de azúcar
• 1 cucharadita de licor de café (opcional)
• Aceite de oliva o girasol
• Azúcar y canela en polvo

Una vez que tengamos todos los ingredientes listos, estos son los pasos a seguir:

1. Aromatizamos la leche con la canela en rama, la piel de naranja y de limón, el azúcar y un chorrito de licor de café (opcional)
2. Removemos bien con unas varillas y dejamos infusionar a fuego medio durante 5 minutos
3. Colamos la leche con la ayuda de un colador y la reservamos en un bol para que se enfríe
4. Cortamos las rebanadas de pan del día anterior con un grosor aproximado de 3 centímetros
5. Colacomos las rebanadas en una fuente y añadimos la leche
6. Cuando el pan haya absorbido toda la leche, lo sacamos de la fuente y dejamos que escurra el posible exceso de leche
7. Batimos el huevo en un recipiente y ponemos una sarten al fuego con abundante aceite de girasol o de oliva
8. Rebozamos las torrijas y las freímos en la sarten. Con medio minuto por cada lado será suficiente
9. Una vez listas, las colocamos encima de papel de cocina para que absorba el exceso de grasa y emplatamos