Jorge Otero, dueño de Casa Ponte.

Jorge Otero, dueño de Casa Ponte. Carmen G. Mariñas

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La tasca de toda la vida que cumple 75 años como referente en A Coruña

Casa Ponte mantiene la esencia con la que nació en 1950 pero con una propuesta culinaria que combina tradición e innovación

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Estar en Casa Ponte es, para quien conozca esta taberna semiescondida de A Coruña, como estar en casa. El local, situado en la zona baja de Juan Flórez, justo al lado de Emilia Pardo Bazán, celebra este año su 75 aniversario.

Esta tasca, que desde el 2007 regenta Jorge Otero, mantiene hoy en día la personalidad y la esencia con la que nació a mediados del siglo pasado.

Sobre su suelo blanco y negro se elevan sillas de madera, un perchero de bronce y mesas altas, algunas de más de cien años, en un local pequeño presidido por una barra de caoba de unos 3 metros y con carteles publicitarios, fotos y placas por las paredes hasta donde alcanza la vista.

Interior de Casa Ponte.

Interior de Casa Ponte. Carmen G. Mariñas

Casa Ponte fue fundada en 1950 por un jugador del Deportivo, Enrique Ponte. Desde entonces han sido varias las manos por las que ha pasado el local.

Pero el vínculo entre Casa Ponte y el deporte de la ciudad va más allá de su fundador, que sigue presente con una foto de aquel Dépor decorando una de las paredes de la entrada.

Enrique Ponte y otros jugadores del Dépor en una fotografía colgada en Casa Ponte.

Enrique Ponte y otros jugadores del Dépor en una fotografía colgada en Casa Ponte. Carmen G. Mariñas

Observando los detalles que decoran el local se puede ver una camiseta de baloncesto del C.B. Moneyball Coruña, un stick de hockey del Compañía de María, o dos pizarras que hoy en día informan de algunos de los vinos de la casa.

En otros tiempos, estas pizarras mostraban los resultados de los partidos de fútbol de primera y segunda división. Jorge cuenta que "en aquella época había quien no tenía radio en casa, así que se pasaban por aquí para ver cómo habían quedado los equipos".

Una de las paredes de Casa Ponte.

Una de las paredes de Casa Ponte. Carmen G. Mariñas

Justo al lado, debajo de un cartel de un campeonato de atletismo en el que curiosamente participó el padre del dueño, un cuadro de una escena del dios Baco recuerda que esto es también una vinoteca.

Cuando Jorge cogió el testigo, decidió darle más peso a la parte de comidas, introduciendo algunas propuestas novedosas como canelones de jarrete asado, foie o tomate concassé. Estos se combinan con comidas tradicionales como las patatas bravas, las croquetas o los calamares. "Los empezamos a hacer por la gente mayor, que los pedían porque era lo que tenían antes", explica.

Estas propuestas les merecieron un premio Picadillo en el 2010 y un Solete con Solera de Repsol en el 2024.

Casa Ponte detrás de la barra.

Casa Ponte detrás de la barra. Carmen G. Mariñas

Con más de 70 años, las paredes de Casa Ponte han sido testigo de miles de historias. Aquí se han conocido parejas, ha habido pedidas de mano, celebraciones de boda, primeros pasos e incluso estuvo a punto de tener lugar un parto. "Una chica estaba tomando algo y rompió aguas y se fue de inmediato al hospital. A los días vino con el bebé para presentárnoslo", recuerda Jorge.

Aunque Casa Ponte presume de tener una clientela variada —sin reserva es complicado encontrar mesa para comer o cenar—, el vínculo con quien frecuenta el local es fuerte.

En pandemia, la gente me decía "Casa Ponte no puede cerrar"

Jorge Otero, dueño de Casa Ponte

"En pandemia, cuando estábamos cerrados, me escribía gente ofreciéndome bizums o transferencias. Me decían que Casa Ponte no podía cerrar. Me emociono recordándolo", confiesa Jorge.

Jorge Otero, dueño de Casa Ponte.

Jorge Otero, dueño de Casa Ponte. Carmen G. Mariñas

Por eso, a pesar de haber recibido múltiples ofertas, reconoce que le costaría desprenderse del local. Jorge cuenta que "como me dijo el que me lo traspasó, lo que hay del bar es del bar. El día que yo no esté espero que pueda quedar lo que había porque este local tiene encanto, y mucho duende. En pocas palabras, Casa Ponte es una taberna tradicional con toques modernos. Y es casa".