A Coruña con terrazas llenas y colas en restaurantes.

A Coruña con terrazas llenas y colas en restaurantes. Quincemil

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Radiografía de la hostelería en A Coruña: Cambio de tendencias, locales que vienen y otros se van

Varios miembros del sector dibujan el panorama hostelero de la ciudad bajo su punto de vista y experiencia, un escenario marcado por la subida de la cesta de la compra y el nivel económico de la sociedad, todo ello unido a locales que se estrenan en espacios que llevaban tiempo inactivos y duras e inesperadas despedidas de bares míticos

Más información: El ticket medio en hostelería en A Coruña baja su importe: menos consumo y más espaciado

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La hostelería es un mundo complicado lleno de aristas y con diferentes puntos de vista desde detrás de la barra y como cliente. A Coruña es una ciudad rica en gastronomía, con centenares de opciones de todos los tipos para diferentes perfiles de cliente, pero actualmente lejos de los tiempos más dorados, el sector vive una situación de luces y sombras.

En las últimas semanas se han sucedido noticias sobre aperturas de locales de moda, la despedida de otros históricos o traspasos para dar el relevo a una nueva gerencia, pero desde este mundo los profesionales argumentan que se está experimentando un cambio de tendencia en la clientela de la ciudad, íntimamente relacionada con el nivel económico y los sueldos o la subida generalizada de la mayoría de productos de la cesta de la compra.

Según estas voces conocedoras del contexto en el que se mueven y trabajan a diario, en A Coruña ahora mismo el público se orienta mayoritariamente hacia locales de chateo y picoteo con precios generalmente asequibles para todo tipo de bolsillos antes que recurrir a comer o cenar fuera en establecimientos de comida de plato por carta o menú con un ticket medio.

Asimismo, concretan que los restaurantes de alto nivel destacados de la ciudad y que cuentan con reconocimientos, esta situación les afecta poco dado que su perfil de cliente es distinto.

En este escenario hostelero entra también en la ecuación la problemática en torno al ocio nocturno, sobre todo para locales de copas. A este respecto, portavoces de la Asociación para la Defensa e Igualdad de los Hosteleros de A Coruña opinan que la ciudad se está orientando "para todo aquello que tenga que ver con restaurantes, vinos o tapas, pero sin música, ni sala de conciertos ni pubs".

Asimismo, apuntan que este último tipo de locales, ubicados mayoritariamente en el centro, están destinados a desaparecer en un futuro no tan lejano. Para conocer más de cerca todas las posturas en torno a la hostelería coruñesa desde Quincemil hemos consultado a profesionales con puntos de vista distintos pero complementarios para así dibujar una radiografía actualizada del sector en la ciudad.

"Cuando las cosas no van bien lo primero que quitas es la hostelería"

El presidente de la Asociación de Empresarios de Hostelería de A Coruña, Héctor Cañete, considera que existe una bajada del ticket medio en la ciudad y advierte que "solo es un primer aviso de lo que viene".

"Cuando las cosas no van bien, lo primero de lo que te quitas es de la hostelería", razona. Sobre esto aclara que "cuando hay bonanza y las cosas nos van bien hay ganas de gastar en buenas comidas y tomar vinos, pero cuando va mal, no bajas a cenar o bajas una semana sí y una semana no a tomar los vinos".

También asegura que "hay una sobrerregulación brutal en el sector", a lo que se une, según apunta, "el aumento de los costes, de la materia prima y de la cesta de la compra". "La inflación es brutal y eso hace que la vivienda esté cara y el ciudadano tenga menos dinero para gastar", defiende.

Sobre todo en este primer trimestre de 2025 opina que en este contexto "las cosas van más lentas, muy paradas, más de lo normal", algo que achaca al miedo porque "la situación económica no es buena".

"Se busca que en el centro de la ciudad a partir de las 01:00 horas no haya ningún centro de vida"

El presidente Asociación para la Defensa e Igualdad de los Hosteleros de A Coruña y dueño de la recientemente extinguida Barbería, Xabi Barral, hace una valoración sobre la situación actual de la hostelería en la ciudad y considera que el presente "en particular para grupos nocturnos en el centro es muy complicada".

"Hay una clara intención de cargarse el tejido de la hostelería en el centro de la ciudad y cualquiera que recibe sanción le están dejando pocas ganas de volver a abrir o reinventarse", lamenta. A esto añade que "existe una intención muy clara de que la hostelería nocturna tienda a extinguirse" y considera que es palpable "la búsqueda de la situación en la que en el centro de la ciudad a partir de la una de la madrugada no haya vida".

Esto, a su juicio, provocará en el futuro que quien quiera salir a cenar decida desplazarse a aquellos locales donde pueda tomar una copa, razones por las que concluye que "esto deriva intencionadamente en que el ocio nocturno se ubique en centros de ocio o futuros locales en la Grela". "Quedará una ciudad muy triste para la gente de mediana edad a la que le apetece tomar una copa tranquilamente en el centro", dice con resignación.

Resume que el futuro de la hostelería coruñesa se encamina a "todo aquello que tenga que ver con restaurantes, vinos y tapas pero sin música ni salas de conciertos ni pubs en el centro, que tenderán a desaparecer sobre todo a causa de las desafortunadas sanciones que terminarán con los propietarios de esta actividad", resume.

Como posibles soluciones para evitar esta fuga de hostelería y clientes lejos del centro de A Coruña, Barral propone impulsar desde la asociación de hosteleros la solicitud de ayudas para mejorar la insonorización de los locales, sobre todo aquellos ubicados en zonas de tránsito o calles estrechas, igual que considera que estas ayudas deben ser recibidas también por los vecinos para no sufrir ruidos "en ciertas horas y ciertos momentos".

A esta situación actual, a criterio de Barral, han influido factores del pasado como el parón de la pandemia, que muchos locales de hostelería todavía arrastran. "El hecho de tener parados los negocios volvió a la gente un poco más susceptible o menos tolerante y ese reflejo se está dando ahora", asegura.

Paralelamente, expone que respeta las reclamaciones de los vecinos respecto al descanso, pero apunta que "debe existir un equilibrio con derecho a trabajo".

"Cuando hablamos de cerrar un bar no sabes que viene detrás", explica, al mismo tiempo que subraya que "esto se habla con una ligereza de la que muchas veces no se es consciente de la repercusión que tiene y de lo que está pasando". "Si no se puede cumplir la normativa las sanciones son desproporcionadas", concluye.

"Los fines de semana trabajamos a pleno rendimiento, las complicaciones vienen de lunes a jueves"

Fran Naya es el responsable de dos locales, el Efímero y The Fucking Pollo, ambos en el centro de A Coruña. Considera que la situación actual de la hostelería tiene muchas caras y que "por cada local que cierra, abre otro".

Remarca que es buena noticia que se abrieran negocios recientemente en locales que llevaban tiempo cerrados y sobre la actividad de los restaurantes y bares concreta que "los fines de semana trabajamos a máximo rendimiento y las complicaciones llegan de lunes a jueves".

La hostelería coruñesa la califica de "muy variada y de alto nivel" y la conclusión sobre el contexto actual que vive el sector "es que los sueldos son los que son y el dinero da para lo que da". En este sentido, apunta que "la cesta de la compra está más cara y no solo para los hosteleros con una subida generalizada del 100% de los productos", algo que matiza que él en sus locales no repercute en los precios.

Sobre su materia prima mayoritaria, la carne picada premium, aclara que los precios de las hamburguesas han tenido una subida de un 25% aproximadamente. Sobre el cambio de tendencia del público, dibuja un panorama a día de hoy en A Coruña en el que asegura que la clientela acude más a locales de chateo y picoteo que a restaurantes para comer de plato.

"La hostelería de ticket medio vamos a sufrir", lamenta, mientras que considera competencia desleal la estrategia que cada vez se repite más en grandes supermercados de corners para clientes donde consumir sus productos y donde se habilitan todos los utensilios de cocina necesarios, como en casa. "Con eso no se puede competir", asegura resignado.

Según el hostelero, otra de las grandes decisiones de los clientes a la hora de consumir es la de elegir entre cenar o salir de copas, porque debido a los elevados precios son muchos los que hoy en día se ven obligados a descartar una de las opciones. Naya lo tiene claro y confirma que la opción ganadora es salir de copas, algo que avalan los llenos de este tipo de locales en el centro de A Coruña, ubicados en la calle Torreiro o Galera, mayoritariamente.

"La gente debe pensar que los hosteleros tenemos un Mercedes aparcado en la puerta de casa y comparan los precios de productos en el supermercado y en los establecimientos hosteleros", cuenta.

"Con un sueldo de 1.400 euros netos es imposible mantener un ritmo de vida de móvil de última generación, vacaciones y más lujos", razona. Sobre la actividad hostelera, reconoce que realmente se trabaja viernes noche, sábado todo el día y "el domingo depende": "es muy complicado mantener el sueldo de siete días con dos días laborables", dice.

Sobre la gestión de los establecimientos, hace un llamamiento a mejorar la situación a los dueños de negocios, solicitando que se respete la ordenanza de terrazas, dado que indica que en la ciudad hay centenares de ellas ilegales que incluso impiden el paso en zonas habilitadas para caminar. "Esa gente que las ocupa, como no deberían existir esas mesas, podría estar consumiendo en otros locales", matiza.

Otra de las reglas de juego que marca el rumbo del sector, a su juicio, son "las modas", que en muchas ocasiones llevan a la gentrificación de las ciudad, a la pérdida de identidad. "Las modas van andando y la selección natural define quien tiene que quedarse", asegura.

Ramen, poke o smash burger son buenos ejemplos de esta tendencia en la ciudad. En su caso, Naya recuerda que en 2022 eran ocho hamburgueserías en la ciudad y ahora del mismo estilo hay más de 20.

"Faltan locales de comida típica, menos Burger Fest y más algo de aquí, se está gentrificando la ciudad pero estos sitios de moda están llenos de gente. Muchos aguantan meses hasta que pasa el boom y luego ya se normaliza y siguen o cierran", calcula.

Aperturas, cierres y traspasos

En las últimas semanas y meses en A Coruña y generalmente se dan noticias paralelas de aperturas, cierres y traspasos de locales, siendo mayoritarias unas u otras tendencias dependiendo de la época.

En los últimos tiempos en la ciudad, el vaivén de nuevos locales y otros que se despiden está bastante equilibrado, además de que influyen en algunos otros factores como la falta de relevo generacional o enfermedades de los responsables.

A modo resumen, recientemente en A Coruña se han dado algunos cierres, parte de ellos en el centro de la ciudad, como el de Taberna A Carballeira en calle Galera, unido al del Balsámico tras solo seis meses de actividad en la calle Olmos, la Barbería, uno de los más queridos en la ciudad y que cesa su actividad por diferencias con la propiedad del edificio o Divyas Kitchen, el restaurante indio que comenzó a dar comidas en una vivienda de la plaza de Lugo para posteriormente trasladarse a la calle Durán Loriga.

Otros cierres han sido el de la cervecería A Dorna en la plaza de Pontevedra, el restaurante El Pescador en Médico Rodríguez, La Consentida en Riazor (ahora reconvertido en un establecimiento de ramen), el Monkee Ramen en la calle Picos, El Cigarral en la plaza de Tabacos o la despedida a su vez del Onara, un restaurante oriental de la Avenida de Arteixo con pocos meses de actividad a sus espaldas.

Asimismo, otros casos diferentes son el de Bodegas Cao, cuyo dueño Fito dejó el negocio (con fiesta sorpresa de agradecimiento de por medio) a causa de estar sometido al tratamiento de una enfermedad que padece y a nueve meses de su jubilación oficial.

El dueño de bodegas Cao en su fiesta sorpresa.

El dueño de bodegas Cao en su fiesta sorpresa. Cedida

En este caso también se da la falta de relevo generacional porque su hija trabaja en el extranjero y tristemente este cierre supone el fin a sus 42 años y 11 meses al frente del local que no hubiera dejado si su salud no se hubiese resentido.

El legendario Tío Ovidio también anunció su despedida tras 28 años de largas vivencias pero el exdueño del local tranquilizó a su clientela anunciando que su legado quedaba en buenas manos bajo una nueva gerencia.

Pedro Otero en su despedida de Tío Ovidio en A Coruña

A pesar de no haber cesado su actividad y registrando las míticas colas por sus famosos roscones en Navidad, la confitería Glaccé de plaza de Vigo está viviendo sus últimos compases porque hay vigente un anuncio de traspaso y se busca comprador.

La razón de este anuncio es que el popular local regentado por Mari Carmen Gómez se apaga por la jubilación de la responsable y la necesidad de un nuevo relevo que esté a la altura de la fama del negocio del que aún se continúa su búsqueda.

En cuanto a las nuevas aperturas, destacan la taberna Salpica frente a la Castrense, Vibra Açaí Club en San Andrés o el Decanta-t en la calle de la Estrella en el espacio que antes era la Taberna A Mundiña, que se ha convertido en un nuevo concepto de vinoteca con un toque informal.