Hornos de Vilaoudriz
El bonito pueblo de Galicia que conserva un importante legado minero: exportaba hierro a toda Europa
Muchos los lugares de Galicia que han formado parte de nuestra historia, algunos de ellos reconvertidos hoy en día en monumentos que son ejemplo de conservación
Puede interesarte: Así es la tirolina más larga de Galicia: una experiencia excitante a 80 metros de altura sobre el suelo
El Urbex, que proviene de la abreviatura de Urban Exploration, es la afición por visitar lugares, como edificios, fábricas u hospitales, que están, generalmente, abandonados. Esta actividad tiene un atractivo especial para los amantes de la historia y fotografía, no obstante también implica una serie de riesgos.
Galicia cuenta con varios lugares abandonados que merecen ser rescatados del olvido. Rodeado de misterio, el Bosque Encantado de Aldán, en Pontevedra, es uno de esos rincones mágicos que atrae a lo largo del año a centenares de aventureros. La siniestra casa Bailly, en Olerios (Pontevedra), y el inacabado Santuario de Fátima, en Chantada (Lugo), son otros ejemplos perfectos para la exploración urbana.
El último vestigio del potencial minero de A Pontenova
Hornos de Vilaoudriz
No cabe duda de que son muchos los lugares de Galicia que han formado parte de nuestra historia, algunos de ellos reconvertidos hoy en día en monumentos que son ejemplo de conservación y puesta en valor del patrimonio. Es el caso de los Hornos de Vilaoudriz. Se trata del último vestigio del pasado industrial y del potencial minero del pequeño municipio lucense de A Pontenova.
Estas instalaciones, dedicadas principalmente al procesado del mineral de hierro, vivieron su mayor etapa de esplendor a principios del siglo XX, cuando Julio Lazúrtegui creó la Sociedad Minera de Vilaoudriz. En la actualidad se conservan sus cinco chimeneas troncónicas, con una altura de 11 metros y una anchura de 4 metros.
En los montes de Vilaoudriz se exploraron varias minas de hierro fosfórico que recibían el nombre de 'Luisa', 'Vieiro' y el grupo 'Consolo-Boulloso'. El mineral extraído en galerías y a cielo abierto, explica la Mancumunidade de Concellos A Mariña Lucense, llegaba en los vagones a los hornos donde se procesaba para conseguir hierro de buena calidad.
"Primero se basculaba en capas alternas el mineral y el carbón para la combustión y se procedía a la calcinación. Con ello se eliminan los residuos fosfóricos del hierro, conocidos como escorias, aprovechadas como fertilizantes".
@galidrone UN MOTOR ECONÓMICO DE LA ZONA 📌 Fornos da Pontenova (Pontenova,Lugo) Los cinco Hornos de Vilaoudriz se convirtieron en la seña de identidad de este municipio y en el símbolo de prosperidad de principios del siglo XX.Las minas de Vilaoudriz junto con las de Viveiro,fueron las más importantes del Noroeste de la Península Ibérica. Estos hornos de calcinación, con más de 11 metros de altura, servían para procesar los minerales extraídos de las minas al margen del Eo. En la actualidad se encuentran recuperados y convertidos en monumentos,un ejemplo de lo que fue en su día la fábrica y la actividad minera. #galicia #gallegos #galidrone #turismodegalicia #fornosdapontenova #hornos #apontenova #hornosdeapontenova ♬ Geronimo - Sheppard
Más tarde, el hierro era transportado hasta el puerto de Ribadeo, "desde donde iría en cargueros a distintos puntos de Europa". Para ello, fue necesaria la construcción en el año 1902 de un ferrocarril. Con una extensión de 34 kilómetros, el recorrido tenía 13 túneles, 4 puentes metálicos y uno de cementación, además de un cargadero metálico sobre la ría.
Como apunte curioso, el tren comenzaría a partir de 1905 a llevar pasajeros en dos vagones distribuidos en tres clases.
La actividad minera de A Pontenova continuó durante seis décadas, lo que contribuyó al desarrollo económico de la comarca, si bien en 1964 se abandonaron de forma definitiva las instalaciones de Vilaoudriz. El mayor conjunto de hornos de calcinación del noroeste de la Península ibérica continúa en pie, como vestigio del pasado industrial y potencial minero de este municipio de A Mariña Oriental.
Los hornos, edificados en diferentes etapas de la explotación minera, dos realizados en ladrillo y los tres restantes en mampostería, se encuentran recuperados y convertidos en monumento, siendo un ejemplo vivo de lo que fue en su día la fábrica. Junto a ellos también se conserva una bocamina, un depósito y una recreación del trazado del tren minero.
¿Cómo llegar a los Hornos de Vilaoudriz?
Los Hornos de Vilaoudriz, en la actualidad Fornos da Pontenova, se encuentran en el municipio de A Pontenova. La Ruta dos Fornos, que comienza en la Praza dos Fornos, junto a la antigua estación de tren, permite explorar los hornos de calcinación y otros elementos del pasado minero de la zona.
Este recorrido circular de aproximadamente 4,5 kilómetros también discurre por algunas de las antiguas instalaciones del ferrocarril que transportaba el hierro, como la propia estación de tren, los depósitos y tolvas de carga del mineral, y los pilares del antiguo teleférico minero.
