Soltero de Lugo en 'First Dates'

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Un soltero gallego de 55 años sorprende en 'First Dates': "Tengo una mazmorra de 90 m2 para juegos eróticos"

La pareja terminó su cita practicando 'shibari', una técnica japonesa que consiste en atar a una persona siguiendo una serie de criterios técnicos

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'First Dates' hizo un programa especial con motivo de la celebración del día de Halloween al que acudió Gonzalo, un fotógrafo de 55 años que viene desde Lugo y se identifica con Nosferatu: "Es un personaje solitario, al margen de la sociedad y que todo el mundo repudia".

Llegó a First Dates para encontrar a su media naranja acorde a sus gustos, con la que poder compaginar su forma de ver la vida. El programa lo tuvo claro: Bea, una cajera de Madrid de 44 años era la idónea para él y, la verdad, es que acertaron de pleno.

"Mi casa es negra de arriba a abajo"

Soltera de 'First Dates'

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El restaurante del amor más famoso de la televisión volvió a ofrecer una noche que rozó lo gótico y lo romántico a partes iguales.

Gonzalo, un fotógrafo de 55 años, llegó desde Lugo con su toque de misterio y una declaración que dejó boquiabierto a Carlos Sobera: "Yo me identifico con Nosferatu porque es un personaje solitario, al margen de la sociedad. Una persona que le gustan las cosas diferentes. Que todo el mundo repudia. Me siento muchas veces así".

Y razón no le faltaba. Su casa, según él mismo describió, "es negra de arriba a abajo, una mansión de varios pisos. Tengo una mazmorra de 90 metros cuadrados para juegos eróticos".

La sorpresa fue doble cuando apareció Beatriz, de 44 años, cajera en Madrid y apasionada del universo oscuro. "Los instrumentos de tortura me encantan. No sé cuántas veces he visitado el museo de las torturas de Toledo", confesó sonriendo. Gonzalo, al verla, lo tuvo claro: "Me ha gustado su aspecto. Es muy acorde a mis gustos".

Gonzalo le confesó que se ha vuelto un apasionado de la carpintería. "Compré un terreno muy amplio, una mansión gótica inmensa. Estoy haciendo instrumentos de tortura de la Inquisición para la mazmorra". Así, ambos descubrieron su afinidad por el arte del shibari, una técnica japonesa de atar con cuerdas.

Cita de Gonzalo y Bea en 'First Dates'

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"Es una práctica muy bonita y creas unas sensaciones muy especiales entre el atador y la persona que es atada. Es casi como un baile", explicó Gonzalo. Bea explica la dificultad de esta práctica. "Hay que saber bien dónde atar. Es bastante complicado. No cualquiera sabe".

El doble de Nosferatu confesó haber inventado el succionador de clítoris diez años antes de su comercialización. Tras esta afirmación que sorprendió a Bea, el clímax de la cita llegó cuando el de Lugo quiso demostrar su talento y ató a su cita en una habitación íntima. Bea, entre cuerdas, confesó: "En trance, me he sentido muy feliz".

Antes de marcharse, Gonzalo y Bea prometieron una segunda cita. Esta vez, en la mansión gótica de Lugo. "Me encantaría conocer la mazmorra", dijo ella, con los ojos brillantes y un Gonzalo que asiente, contento.