Sí, tengo que decir que el Dépor de Hidalgo me engancha. Confieso que me ilusionan muchos de los jugadores que integran la plantilla que ha configurado Fernando Soriano.

El pasado ejercicio he criticado con dureza al director deportivo, pero hoy tengo que felicitarlo por su trabajo. Me han gustado las incorporaciones que ha hecho, pero es evidente que la mía es una impresión de urgencia. Será necesario esperar un par de meses para poder dar una opinión seria sobre la auténtica valía de los jugadores que han llegado.

Para lo que no tengo que aguardar es para reiterar mi aplauso al director deportivo por el fichaje de Antonio Hidalgo. Ya lo había manifestado en un artículo anterior, pero ahora, tras observar su forma de actuar, me reafirmo en mi idea inicial.

Me encanta. Un entrenador que transmite a todos la forma intensa con la que vive los encuentros; que modifica sobre la marcha el sistema de juego; que realiza los cambios cuando los cree oportunos y sin mirar el reloj; que te apetece escuchar sus ruedas de prensa porque -rara avis- habla claro y dice cosas interesantes; que valora sus jugadores o que dice sin tapujos que el objetivo es ascender, para mí es un técnico que merece la pena.

Alguien que proclama ante la prensa que le han hecho una gran plantilla y que ahora es a él a quien le corresponde estar a su nivel y rentabilizarla, yo lo catalogo como un entrenador valiente. Y digo esto porque sé, por mi experiencia, que es muy difícil que un técnico se manifieste así.

Le deseo a Antonio Hidalgo que acierte en sus decisiones y que la fortuna, tan necesaria en ese puesto, le acompañe. Yo me siento feliz al ver a alguien como él al frente del Deportivo. Pienso que puede ser nuestro entrenador durante años. Ojalá sea así, porque, entre otras cosas, indicaría que el club ha regresado a la élite del fútbol español.

Para profundizar en la valoración de todos los recién llegados tiempo tendremos en los próximos meses. De forma especial me preocupa su incidencia en los dos sectores clave. Habrá que confirmar si los nuevos delanteros garantizan esos goles de los que antes carecíamos y si en defensa se va a notar, o no, la extraña ausencia de Pablo Vázquez.

Mientras transcurre ese período de tiempo nos tenemos que contentar con lo observado en estos primeros partidos e intuir lo que nos deparará el futuro. La bola, que en este caso es de cristal, nos 'dice' que las sensaciones son positivas respecto al ataque, pero generan serias dudas en la defensa.

Lo que es indudable es que la plantilla es muy superior a la del año pasado. Entiendo que viene a ser una especie de confirmación extraoficial del objetivo marcado por Juan Carlos Escotet para esta campaña. Es, incluso, muy posible que más que un objetivo el propietario fijase la ‘obligación’ de ascender.

Y para ello puso a disposición del director deportivo un presupuesto que le permitiese confeccionar una plantilla que formase, con una afición extraordinaria, un gran bloque. Así ha sido y ello nos ha posicionado como uno de los grandes favoritos para el ascenso.

Nuestro primer examen serio lo vamos a tener este mismo fin de semana. El Sporting, el rival con el que vamos a medir las fuerzas, es otro histórico que tiene idénticas ilusiones.

Los asturianos han vencido en las tres jornadas disputadas y han demostrado que su defensa, liderada por Pablo Vázquez, es difícil de superar. El del valenciano ha sido un regalo que nunca le debimos hacer a un enemigo como son los astures. Esperemos que no tengamos que lamentar nada más.

Será un encuentro con fuerte tufillo a Primera División y que puede colgar el cartel de "agotadas las localidades" en Riazor. Las aficiones, de las mejores de toda España, se merecen un gran partido. Que así sea… pero con victoria blanquiazul. ¡FORZA DEPOR!