Almudena Justo
Almudena Justo, ingeniera gallega: "La computación cuántica va a ser una auténtica revolución"
La directora del centro de computación cuántica de Fujitsu en Galicia destaca la potencia del ecosistema gallego en computación cuántica, con importantes actores, pero identifica la necesidad de reforzar el emprendimiento y la colaboración con startups
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Ingeniera química de formación. La gallega Almudena Justo está al frente del Fujitsu International Quantum Center, el centro de computación cuántica que Fujitsu, con el apoyo de la Xunta de Galicia y el Centro de Supercomputación de Galicia (CESGA), puso en marcha en Santiago de Compostela.
Representante de Fujitsu en la Red Cuántica del Foro Económico Mundial, Justo inició su carrera en investigación medioambiental y posteriormente se especializó en consultoría de innovación y estratégica, con un enfoque en la captación de fondos públicos para I+D+i y la transferencia tecnológica, tanto a nivel regional, nacional como europeo.
Lidera el centro de computación cuántica de Fujitsu en Galicia, cuyo objetivo es impulsar la adopción de tecnologías cuánticas en la industria, la formación de talento y la expansión de capacidades tecnológicas, así como afianzar la presencia de Fujitsu en Galicia y en el ámbito de la computación cuántica.
En esta entrevista, Almudena Justo, quien participará esta próxima semana en el foro La Galicia que viene, el evento que tendrá lugar en el Auditorio Afundación de A Coruña durante la mañana y tarde del martes 10 de junio, y en la mañana del miércoles 11 de junio, pone en valor el potencial del ecosistema gallego, pero reconoce que hay que reforzar la colaboración con startups.
¿Y cuál es el futuro de la computación cuántica? Almudena lo tiene claro y, para demostrarlo, echa mano de las previsiones de voces expertas, que prevén que la ventaja cuántica, es decir, la capacidad de resolver ciertos problemas mejor que con computación clásica, podría alcanzarse en 2030 o antes.
La titulación no siempre marca el futuro profesional de una persona. En tu caso, estudiaste ingeniería química y ahora trabajas en una empresa tecnológica. ¿Cómo recaíste en este sector?
Yo soy ingeniera química de formación, Mis inicios fueron en los temas de investigación en el ámbito medioambiental y, a partir de ahí, de alguna manera, ya desde el inicio, me fui ligando a todo lo que es la consultoría de innovación y consultoría estratégica.
Empecé trabajando en un proyecto en temas medioambientales donde, además de la parte de investigación, llevaba toda la parte de reporting técnico al organismo financiador. De ahí me pasé a consultoría de innovación y posteriormente consultoría estratégica.
Todo el trabajo que llevé a cabo tanto en consultoría como en la Fundación Empresa Universidad Gallega, ha sido siempre ligado a la captación de fondos públicos para el I+D y a la transferencia tecnológica. Inicialmente con programas de financiación pública a nivel regional y nacional, y posteriormente, con toda la financiación de la Comisión Europea.
Me fui especializando en fondos públicos al I+D, y también desde una perspectiva de negocio, porque siempre está obligado tanto en la parte de consultoría como en la fundación a hacer rentable la unidad de negocio. Y precisamente por eso, ahora estoy en Fujitsu liderando el centro de cuántica, porque de alguna manera en estos momentos en la cuántica recae gran parte de la inversión, además de las empresas tecnológicas, en el sector público.
Es realmente el sector público quien está empujando la adopción de las tecnologías cuánticas. Todo tiene un hilo conductor en torno al desarrollo de negocio, consultoría de innovación y consultoría estratégica; además de toda la parte de financiación pública de fondos al I+D+i y de fondos de inversión en tecnología
Fujitsu abrió este centro que tú lideras con el objetivo de desempeñar ese papel fundamental en la expansión de capacidades tecnológicas afianzar también la presencia de la marca en Galicia. ¿Qué tal esta siendo la experiencia?
Fujitsu, como empresa tecnológica, está haciendo grandes inversiones en cuántica, trabajando en distintas tecnologías, tanto a nivel de hardware como a nivel de software, middleware y aplicaciones. Esto se desarrolla en una empresa del holding, que es Fujitsu Research, y esos avances, tanto en cuántica como en otras tecnologías, se trasladan a lo que es la unidad de Fujitsu Business. El centro de cuántica que yo lidero está en la parte de Fujitsu Business. Colaboramos estrechamente, por supuesto, con los compañeros de Fujitsu Research y el objetivo de este centro es el ayudar a la adopción de las tecnologías cuánticas.
¿Por qué? Porque efectivamente a la gente le suena esto como muy lejano y no entiende nada. La cuántica es un paradigma completamente nuevo de computación, distinto a la clásica, que es toda la que conocemos, desde el supercomputador de CESGA hasta nuestro portátil y nuestro teléfono móvil. Esto es todo clásico, ¿no? La computación cuántica va a ser una auténtica revolución.
Es un paradigma completamente nuevo de computación y esto requiere de un aprendizaje de la sociedad en general. Y por eso vemos muy necesario desde Fujitsu ayudar a esa adopción en la industria y entender qué es esto de las tecnologías cuánticas.
¿Y cómo estamos haciendo esto? Lo hacemos desde el punto de vista de poder trabajar con ellos en pruebas de concepto en las que se utilice cuántica. Ahí utilizamos una tecnología de Fujitsu que es digital Dealer, que es lo que llamamos inspiración cuántica. Se programa como un cuántico. ¿Qué tiene esto de interesante? Que las empresas pueden desarrollar código. Esta tecnología tiene un nivel de desarrollo, lo que llamamos el TRL mucho más elevado, por lo cual hay pruebas de concepto que ya escalan a nivel real y, como digo, son de inspiración cuántica.
La empresa tiene desarrollado un código que cuando tengamos ventaja cuántica, lo van a poder migrar con una línea de código. Estarán preparados antes. Y en esto es en lo que están trabajando grandes empresas, por ejemplo, en el sector financiero, en el sector energético, en pharma, en biotech. Nos preparamos desarrollando algoritmia para cuando algún computador pueda ejecutar de forma real, aprovechar todo el trabajo ya hecho.
¿Cómo lo hacemos? Pensando en la industria, en las universidades a nivel de formación, incluso en la formación profesional. Tenemos que formar nuevos profesionales. Trabajamos con muchas universidades a través del máster interuniversitario de las 3 universidades gallegas, de Santiago, A Coruña y Vigo. Estamos también trabajando con la Universidad de Barcelona, con la de Granada, con la Politécnica de Madrid, con la Nebrija. Organizamos algunas sesiones con los alumnos y además acogemos alumnos en prácticas para que puedan tener ese primer contacto con la empresa privada.
También estamos en la red gallega de cuántica, tratando de dinamizar iniciativas y fortalecer el ecosistema, haciendo que Galicia progrese.
Este centro se crea a raíz de que el Cesga instalase el computador cuántico en Galicia. Hemos instalado un computador cuántico con tecnologías superconductores y un emulador cuántico. Digamos que dentro de la cuántica hay distintas tecnologías y se crea el compromiso con la Xunta de Galicia de descentralizar recursos instalando este centro aquí.
Y, por supuesto, llevamos también la unidad de negocio de Cuántica, no solo para Galicia y para España, sino también desde aquí estamos dando apoyo a todos los equipos de ventas de Fujitsu en Europa con sus clientes trabajando en iniciativas en Cuántica.
¿Cómo ves de avanzado el ecosistema gallego en cuanto a la implantación de la computación cuántica?
Yo creo que el ecosistema gallego es muy potente y a veces los gallegos parece que no nos lo acabamos de creer, ¿no? Pero creo que el ecosistema gallego es muy potente. Está el centro de supercomputación de Galicia. que me atrevería a decir que tiene el equipo más potente de Cuántica y si no el primero, casi a la par con el primero. Están haciendo un gran trabajo.
Tenemos el Centro de Investigación de la Universidad de Vigo de Comunicaciones Cuánticas. El Cesga. Todo el trabajo que se está haciendo desde las universidades... en la Universidad de Santiago, el CITIC, los centros tecnológicos, Gradiant, CTAG, ITG, están trabajando mucho, están poniendoel foco en esto y creo que tenemos mucha capacidad.
Honestamente, creo que tenemos que reforzar la parte de emprendimiento en lo que es algoritmia cuántica. Desde Fujitsu nos va muy bien trabajar con empresas, con startups en la parte de algoritmia, porque ellos se benefician de utilizar nuestras máquinas y de todo el expertise que tiene Fujitsu de conocimiento de nuestras propias máquinas. Y nosotros nos apoyamos mucho en ellos, en la verticalidad y en la agilidad que tienen, que no tenemos nosotros como gran empresa tecnológica.
El equipo está creciendo mucho. Vamos a desplegar un nodo de emulación también en País Vasco tenemos varios proyectos encima de la mesa, pero llevan tiempo gestarlos. Crecemos y recientemente, por ejemplo, hemos incorporado a un compañero que estaba haciendo el doctorado en Delft. Es gallego y quería volverse y se ha incorporado con nosotros. Vamos a hacer ahora varias incorporaciones de técnicos que vienen también del máster de Cuántica aquí en Galicia.
Es una semilla realmente. De momento, la computación cuántica no es un boom, pero no tardará en serlo. Es el momento de poner la semilla para que esto crezca.
Hablas de esa semilla que quieres que crezca, ¿qué logros te gustaría alcanzar de aquí a 5 o 10 años?
Yo creo que el logro es que se den los avances científico-técnicos para que la tecnología progrese. Estamos viendo grandes avances y mayor interés
Hay algunos expertos que manifiestan que tener un computador cuántico que funcione como un supercomputador clásico como lo conocemos actualmente, nos va a llevar varios años. Probablemente más de 10, pero sí que ya hay muchas voces de expertos que apuntan a que esa denominada ventaja cuántica la vamos a tener en 2030 o antes.
La ventaja cuántica consiste en que determinados problemas ya se puedan abordar mejor con un computador cuántico que con uno clásico. Entonces no va a ser de una forma generalizada, sino para determinados problemas.
Se trata de una reducción de tiempos. En el ámbito financiero, por ejemplo, si tú tienes que hacer una optimización de una cartera o alguna cuestión que necesitas tener el resultado en cinco minutos y con clásica te lleva dos días, pues has llegado tarde. Entonces, vamos a tener esta ventaja cuántica.
Hablas de reducción de tiempos ¿Qué papel crees que va a jugar entonces la computación cuántica en 10 ó 20 años?
Tres fundamentalmente: resolución de problemas que no tienen solución ahora mismo. Por ejemplo, descubrimiento de nuevos materiales, nuevos fármacos. Hay problemas que ahora mismo con clásica no se pueden abordar y se van a poder abordar con cuántica.
Anticipación a desastres medioambientales, toda la parte de predicción meteorológica. Ahí va a ser también muy relevante la computación cuántica.
Y después, disminuir los tiempos de cómputo y, consecuentemente, disminuir los consumos energéticos. Y ahí también me gustaría ligarlo con toda la parte de inteligencia artificial. La inteligencia artificial tiene unos tiempos de cómputo muy elevados y unos consumos energéticos muy elevados. La computación cuántica va a permitir disminuir esos tiempos de cómputo con lo que ello supone a nivel de negocio, porque hay procesos que se tienen que ejecutar en un minuto y no en un día, y por la parte de los consumos energéticos con esa disminución de los consumos de tiempo.
Las carreras STEM no atraen a un elevado número de estudiantes ¿A qué crees que se debe? ¿Y como se puede cambiar esta tendencia?
Hemos perdido un poco esta cultura del esfuerzo y tenemos que recuperarla, reforzando desde la educación en los colegios y en casa.
Mi visión es que las carreras STEM son las que más salida profesional tienen y van a tener, y las que van a estar mejor pagadas. Entonces, evidentemente, yo creo que cada uno tiene que estudiar lo que considera, lo que le gusta y demás. Pero yo creo que sí merece la pena el esfuerzo de estudiar una carrera STEM.
Mujer e ingeniera. ¿A qué desafíos te has enfrentado como mujer al trabajar en un sector tan masculinizado?
Somos pocas mujeres, pero cada vez somos más. Yo estoy habitualmente en reuniones solo con hombres, pero tampoco me noto desplazada. Se genera un equipo de trabajo. Y por parte de Fujitsu, tenemos precisamente en España y Portugal una presidenta mujer y también un programa de liderazgo en femenino. Se trabaja en la igualdad de oportunidades tanto para hombres como para mujeres.
No se trata solo de que las mujeres tengamos los mismos derechos, las mismas oportunidades, sino porque creo que la toma de decisiones debe ser equilibrada y que no solo la tomen hombres o mujeres, sino ambos. Hombres y mujeres tenemos percepciones diferentes.
Desde tu punto de vista, ¿qué medidas consideras no que se deberían tomar para fomentar ese liderazgo femenino en las empresas?
Lo más útil es tener referentes. Que las mujeres nos fijemos en otras mujeres como referente. Yo lo veo con mi hija mayor que tiene 9 años y dice: "yo quiero ser ingeniera, porque si mi madre es ingeniera, pues yo quiero ser ingeniera". Después cambiará, pero para ella yo ahora mismo soy su referente. Tener ese referente. Mujer, directiva, mujer, ingeniera.
En tu caso, ¿has tenido algún referente?
He ido cambiando los referentes en función del momento. Ahora tengo a Ángeles Delgado como presidenta de Fujitsu como referente. Patricia Gurbes también como directora general de sector público. Hay muchas directivas, por ejemplo, la directora de la Agencia Realidad de Innovación ahora mismo, la directora general del Centro de Supercomputación de Castilla y León. Son mujeres directivas en ámbito tecnológico y que a mí me sirven como referente.
Y para terminar, ¿qué mensaje le darías a las jóvenes profesionales que aspiran a dedicarse profesionalmente al sector tecnológico?
Pues que no solo se dediquen a estudiar carreras del sector tecnológico y ciencia, sino que también crezcan profesionalmente en el sector. Hay que combinar la parte técnica con la de negocio. Y después rodearse de un equipo de trabajo, motivado, comprometido y que aporte.
Cada uno aportamos una pieza del puzzle y es importante echar mano de tu equipo para componer el puzzle.