Cobre San Rafael y ASIME reúnen en O Pino (A Coruña) a la industria gallega para desarrollar rural
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Cobre San Rafael y ASIME reúnen a la industria gallega para impulsar el desarrollo del rural
El espacio reunió en O Pino (A Coruña) a más de 50 directivos de empresas y agentes de innovación de la región en una jornada de reflexión estratégica sobre la industria local
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El auditorio del Centro Sociocultural Luís Seoane de O Pino (A Coruña) se convirtió este viernes en el punto de encuentro de la industria gallega con la celebración de la jornada 'Desarrollo económico y social a través de la industria', organizada por la Asociación de Industrias del Metal y Tecnologías Asociadas de Galicia (ASIME) en colaboración con Cobre San Rafael.
El foro reunió a más de 50 directivos de empresas y agentes de innovación de la región, así como a representantes institucionales, en un espacio de reflexión estratégica destinado a afianzar el crecimiento competitivo de la economía gallega y abordar las claves de la transformación industrial del rural gallego.
Compromiso con la reindustrialización responsable
La jornada comenzó con las palabras de Enrique Mallón, secretario general de ASIME, quien expresó que el sector industrial del metal y minero gallego cuenta con la experiencia acumulada de décadas de actividad, con empresas consolidadas y con capacidad comprobada de innovación y crecimiento. "Lo que tenemos que hacer hoy es conectar esa experiencia con las nuevas oportunidades que proyectos como el de Cobre San Rafael abren", subrayó.
Por su parte, Manuel Taboada, alcalde del Concello de O Pino, enfatizó que la construcción de esas alianzas es una responsabilidad compartida. "Desde la administración local, nuestro compromiso es apoyar las iniciativas que generen empleo, fijen población en el territorio y que brinden oportunidades de desarrollo profesional a nuestros vecinos. Pero también pedimos responsabilidad a las empresas, compromiso con la comunidad y total transparencia en los procesos. Lo que buscamos aquí es construir algo que dure, que beneficie a generaciones futuras y que sirva como modelo para otras comarcas rurales", destacó Taboada.
Motor de la reindustrialización y de una cadena de valor local
Fernando Riopa, director general de Cobre San Rafael, presentó el Proyecto Cobre San Rafael como "la oportunidad de construir un ecosistema empresarial integral alrededor del cual se articularán pequeñas y medianas empresas, servicios especializados e infraestructuras de apoyo para toda la comarca". El horizonte de 16 años de operación sostenida, según explicó el portavoz, "crea certeza y previsibilidad para que las pequeñas y medianas empresas locales puedan planificar inversiones en modernización, formación continua de personal y diversificación de su negocio sin temor a la volatilidad de los mercados o a la incertidumbre general que caracteriza a muchos sectores".
Riopa destacó un dato estratégico que, según el representante, define el "carácter del proyecto": "Más del 65% de los suministros y servicios procederán de proveedores gallegos". Además, subrayó que según el Informe Valora, el 42% del gasto total en proveedores se realizará específicamente en el entorno local de Touro y O Pino, situando a estos municipios como epicentro de una nueva cadena de valor industrial. "Hoy ya colaboramos con 70 empresas de nuestro entorno, muchas de ellas presentes hoy en la sala, y esperamos que ese número siga creciendo", añadió Riopa.
Como referencia histórica, Riopa evocó el impacto transformador de la industria en comarcas gallegas. "As Pontes y Meirama, antaño territorios rurales con población dispersa y economía limitada, experimentaron un cambio radical gracias a proyectos minero-energéticos. Empresas como Acebrón, especializada en mecanizados y calderería, o Perforaciones y Voladuras Blanco, antes conocida como Blanco Casais, pasaron de pequeñas estructuras familiares a generar cientos de empleos, diversificarse, modernizarse tecnológicamente y convertirse en referentes del sector", recordó.
"Este precedente demuestra que la industria puede dinamizar economías rurales de forma profunda y sostenible, generando no solo empleo directo, sino también diversificación empresarial, nuevas cadenas de valor y transformación social", concluyó.
Oportunidad económica: datos del Informe Valora
Durante la jornada también se puso en valor el impacto económico global del proyecto, recogido en el informe elaborado por Valora Consultores. Este estudio estima que:
"El impacto económico del proyecto asciende a 2.542,1 millones de euros en Galicia durante todo su ciclo de vida. Durante la primera fase, el impacto sobre el PIB generado por la inversión inicial asciende a 15 millones de euros anuales, lo que representa un 0,2% del PIB de Galicia. Además, durante este período, se generarán más de 1.000 empleos equivalentes a tiempo completo, representando un 0,15% del empleo gallego".
Estos datos fueron citados por el director general como ejemplo del potencial tractor de la actividad minero-metalúrgica cuando se desarrolla bajo estándares de responsabilidad, transparencia e integración territorial.
La oportunidad de crear alianzas minero-empresariales
Además, Fernando Riopa detalló los mecanismos mediante los que las empresas gallegas podrán acceder a la cadena de valor de Cobre San Rafael. "Habilitamos dos vías de incorporación que son complementarias y que buscan eliminar barreras de acceso. La primera vía es directa e individual: cualquier empresa interesada puede enviar un correo a proveedores@cobresanrafael.gal".
La segunda vía de acceso fue presentada como estratégica y territorial: aprovecha el extraordinario tejido asociativo gallego. "La Plataforma de Trabajadores Mineros Touro-O Pino con la que tenemos convenio, la Asociación de Empresarios y Comerciantes de la Comarca de Arzúa (AECA), ASIME, la Cámara Oficial de Comercio de Santiago de Compostela o la Cámara Oficial Minera de Galicia (COMG), entre muchas otras entidades de las que formamos parte, actúan como canales formales para empresas que deseen acceder a nosotros".
Capacidades y oportunidades para el desarrollo del rural
La mañana continuó con una mesa redonda de alto nivel, moderada por Jennifer González, directora de relaciones institucionales de ASIME, que reunió a tres personalidades representativas del sector industrial gallego: Víctor Nogueira, director general comercial de Grupo Nogar; Carme Pampín, cofundadora y directora ejecutiva de Galchimia; y Diego Valiño, presidente de la Asociación de Empresarios de la Comarca de Arzúa.
Por su parte, Víctor Nogueira enfatizó que la logística es el eje vertebrador invisible que conecta o desconecta a las empresas rurales con los mercados internacionales. "En Galicia tenemos infraestructuras potentes: puertos, ferrocarril y almacenamiento. Pero requieren inversiones prioritarias en modernización y, más importante aún, coordinación entre todos los agentes", señaló.
Asimismo, Carme Pampín presentó su proyecto como prueba de que la alta tecnología puede desarrollarse fuera de los grandes núcleos urbanos. "Nosotros nacimos y crecimos en O Pino. El rural gallego ofrece ventajas reales para profesionales altamente cualificados: calidad de vida, comunidad real, posibilidad de impacto directo y proyectos con futuro. Muchos de nuestros colaboradores científicos vinieron de contextos urbanos europeos y hoy no quieren volver; su familia está aquí, su red está aquí, su impacto es visible", explicó Pampín.
Diego Valiño abordó las barreras que enfrentan los emprendedores rurales y propuso soluciones a través de la colaboración. "La falta de escala, la dificultad de acceso a mercados y la competencia desigual son obstáculos reales. Pero tienen soluciones a través de la colaboración horizontal. Cuando colaboramos, multiplicamos nuestra resiliencia. Precisamos políticas públicas orientadas al desarrollo industrial estratégico, formación especializada, infraestructuras de conectividad y, sobre todo, ejemplos tangibles como este que demuestren que el futuro del rural es industrial, tecnológico y con empleo de calidad", afirmó Valiño.
Una llamada a la unidad para el futuro industrial
En la clausura de la jornada, Enrique Mallón subrayó que proyectos tractores como el de Cobre San Rafael, junto con la trayectoria y capacidades de las empresas gallegas, permiten abrir un ciclo de crecimiento competitivo en el rural basado en la industria, la tecnología y una cadena de valor sólida y profesionalizada.
Además, reivindicó un modelo industrial basado en alianzas, estandarización, innovación y capacidad técnica, señalando que "el rural gallego tiene talento y empresas capaces; lo que necesitaba eran certezas y proyectos sólidos que actuaran como motor industrial". Concluyó asegurando que Galicia "tiene la oportunidad real de liderar un modelo industrial avanzado, competitivo y arraigado en el territorio, siempre que el sector continúe trabajando unido y orientado a la excelencia".