Manuel Martínez y Cleide Dasilva, ante La Ilusión y con la obra de la plaza del mercado al fondo.

Manuel Martínez y Cleide Dasilva, ante La Ilusión y con la obra de la plaza del mercado al fondo. Quincemil

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La ilusión comercial de Monte Alto, en A Coruña: "Que abra pronto el mercado, aúna a los vecinos"

Tiendas de todo tipo y bares de clientela habitual "resisten" en la avenida de Hércules, donde conviven veteranos comerciantes y jóvenes emprendedores deseosos de que la reforma de la plaza central, iniciada hace dos años, vuelva a dinamizar el entorno

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Desde la península de Monte Alto lleva diez minutos o un cuarto de hora llegar a pie a las calles comerciales del centro de A Coruña (Real, San Andrés), un poco más si se prefiere la plaza de Lugo y su entorno como opción de consumo. Quien no quiera salir del barrio para sus compras tiene en su núcleo una calle apropiada que lo cruza de oeste a este: la avenida de Hércules.

Competidora con la calle Torre (de norte a sur hasta el Campo da Leña) en cuanto a oferta comercial, la avenida de Hércules, donde nació el futbolista Luis Suárez, mira a su pasado para contemplarse como "eje comercial" de Monte Alto, una condición "perdida desde los años 80". En su kilómetro de longitud, no obstante, conviven bares y tiendas que llevan décadas abiertas y servicios de todo tipo que han florecido en los últimos años.

La reforma de la plaza del mercado de Monte Alto, que empezó hace dos años y debería acabar a finales de 2025, es la obra que en cierta medida ha condicionado la actividad comercial de la zona en los últimos meses (algún establecimiento de las calles de la manzana ha cerrado), y que en adelante debería dinamizarla, con la reaparición del mercado y del supermercado Gadis, además de la escuela infantil.

Una intervención "peatonal y estética"

La Ilusión es una mercería que desde la esquina de la avenida de Hércules y la calle Cuento ha visto la evolución de los hábitos de consumo en el barrio en los últimos 41 años. Los bares (Coco, Mazaricos, Cascabel, La Ibérica, Aarau y La Garimbota) también son puntos de encuentro que, además de asentarse como espacios de socialización, miden ese pulso comercial.

La Garimbota, a la izquierda, frente a las obras de la plaza del mercado de Monte Alto.

La Garimbota, a la izquierda, frente a las obras de la plaza del mercado de Monte Alto. Quincemil

Muy cerca de La Ilusión ha habido renovación empresarial: ha abierto un establecimiento con productos de otros países, un salón de estética, una peluquería que ha cambiado de ubicación y un estudio de tatuaje, Art & Tattoo Studio, el más reciente en llegar. También se encuentra en esta calle Zen Colchón, ubicado en la Avenida de Hércules Nº 65.

José Luis Boado es presidente de la Federación Unión de Comercios Coruñesa (FUCC) y de la Asociación de Vecinos y Comerciantes de Monte Alto, barrio donde trabaja desde hace veinte años. "Hay actividad comercial, pero la zona está abandonada. La calle de la Torre se benefició en su día de la ampliación de aceras. Aquí hay que hacer una intervención urbana peatonal y estética", considera Boado.

Se refiere a la avenida de Hércules, "por donde la gente pasa disparada hacia la calle de la Torre o Zalaeta"; un ámbito que, como otros en la ciudad, padece la "falta de relevo generacional" en su comercio y las "dificultades para reabrir y reimplantar nuevos negocios".

"Hubo tiempos muy buenos"

En La Ilusión, Manuel Martínez heredó hace más de una década el negocio de su madre. "Hubo tiempos muy buenos, con costureras, sastres, gente que hacía arreglos. Hoy la gente ya no cose. Ahora es complicado resistir. Las ventas van en función del tránsito de personas".

A la derecha, placa que recuerda el nacimiento del futbolista coruñés Luis Suárez en esa casa.

A la derecha, placa que recuerda el nacimiento del futbolista coruñés Luis Suárez en esa casa. Quincemil

Le acompaña Cleide Dasilva, que se ha especializado en tallas grandes, un segmento que actúa "como efecto resistencia", dice Martínez, y consigue atraer a compradores de otros barrios.

Echan de menos la actividad en torno al mercado: "Es importante tenerlo pronto porque aúna a los vecinos del entorno. La gente pasa o pasea, camina de otra manera, se la ve... porque el tránsito de personas puede haber caído un 80% respecto a antes de las obras".

En su kilómetro de recorrido, la avenida de Hércules tiene una veintena de bajos cerrados. El resto están ocupados por una oferta amplia de servicios, entre los que sobresalen las peluquerías, diez.

El resto son tiendas de ropa (tres) o alimentación (once, entre ellos un Debén y dos Sanbrandán), centros de estética, una inmobiliaria, un estanco, un banco, dos farmacias, reparación de calzado, una joyería, una ferretería, tres lavanderías, un bazar, dulces, retales, muebles...