Integrantes de Skomb-by-tex, el innovador proyecto coruñés que crea cuero sintético y vegano a partir de un hongo

Integrantes de Skomb-by-tex, el innovador proyecto coruñés que crea cuero sintético y vegano a partir de un hongo Cedida

Ofrecido por:

Sostenibilidad

Skomb-by-tex, el innovador proyecto gallego que crea cuero sintético y vegano a partir de un hongo

La idea surgió en un ciclo medio de gestión administrativa y en el lapso de un año recibió numerosos premios al emprendimiento. En mayo sus impulsores viajarán a Viena para buscar invesores y dar el salto al mercado

Más sobre emprendimiento: Ampega, nuevas empresarias de Galicia: "Queremos mostrar historias, de éxito y de dificultades"

Publicada
Actualizada

En A Coruña, dos jóvenes emprendedores están cambiando la industria textil con una materia prima tan inusual como ecológica: el hongo de kombucha. Brais Barrán y Luisanny Martínez apenas tienen 17 y 18 años, están detrás del proyecto Skomb-by-tex, que nació en un aula de un ciclo medio de gestión administrativa y que con el paso de los meses se ha convertido en el germen de un proyecto empresarial que busca crear cuero sintético para la confección a partir de kombucha —un hongo de té —.

Montse López es la mentora tras Skomb-by-tex. Es profesora en el CPR Nebrija y ha sido la encargada de acompañar a Brais y Luisanny en los últimos meses —inicialmente eran 5 en el equipo, pero tres miembros dejaron el proyecto. De hecho, en mayo viajará con ellos a Viena para participar en el congreso de startups VienaUP 2025. Allí presentarán su cuero sintético a cientos de inversores para intentar captar fondos que les ayuden a dar un paso más en su objetivo: dar el salto al mercado y comercializar Skomb-by-tex. 

Con todo, estos dos estudiantes son conscientes de que no pueden poner todos sus huevos en la misma cesta, por eso pasarán buena parte del 2025 presentándose a concursos y congresos. "Lo importante es tener unos pilares sólidos para poder montar la empresa. Y también hacernos escuchar, claro. Montse lo llama hacer ruido. Estar ahí", explica Brais. 

"Nos gustaría implantar la Inteligencia Artificial al proyecto. Serviría para encontrar el punto óptimo de la fermentación"

Brais Barrán, impulsor de Skomb-by-tex

Una de las paradas obligatorias de este año es ImaginPlanet, un programa impulsado por CaixaBank que permite que el equipo ganador viaje a Silicon Valley, en Califormia (EE.UU) para convertir su idea en realidad. "Nos gustaría implantar la Inteligencia Artificial al proyecto. Serviría para encontrar el punto óptimo de la fermentación. Saber las condiciones exactas que necesita el producto: las temperaturas, la humedad, la cantidad de té con la que hay que alimentar el hongo...", indica Barrán.

Estandarizar la producción permitiría a Skomb-by-tex dar un salto de gigante. Por ahora Brais y Luisanny producen los tejidos en sus casas. Allí fermentan el hongo y lo alimentan cada día. Sus padres les apoyan en el proyecto y permiten que den rienda suelta a su espíritu emprendedor. Eso sí, convivir con el olor de la kombucha no es tarea fácil. "Mi madre no me deja meterlo en casa y lo pasa fatal con el olor. Yo porque ya estoy acostumbrado, pero en clase también fue complicado...", reconoce entre risas el impulsor del proyecto. 

"Queremos llevarlo a Viena. Sabemos que si no les llevamos una muestra potente los inversores van a pensar que es una utopía"

Brais Barrán, impulsor de Skomb-by-tex

Ahora su obsesión es conseguir producir una tela sintética de un metro de largo. No es tarea fácil y la prueba-error está siendo clave, pero necesitan llegar a mayo con alguna prenda confeccionada a partir de Skomb-by-tex. "Queremos llevarlo a Viena. Sabemos que si no les llevamos una muestra potente los inversores van a pensar que es una utopía. Si te presentas con un chaleco y una camiseta el mensaje es diferente", dice convencido. 

El proceso de fabricación, sencillo pero lento

Brais admite que está nervioso con la producción de grandes tejidos. Él calcula que para formar un metro de tela necesitará entre 2 y 3 meses de fermentación: "Yo me preocupo muchísimo porque tiene que salir sí o sí, si falla la producción en el último momento nos comemos un patacón". 

El proceso es muy sencillo, pero lo óptimo es contar con grandes barreños y con muchos espacio físico. Algo que ni Brais ni Luisanny tienen. En su lugar, ellos hacen acopio de imaginación y determinación. 

Brais Barrán y Luisanny Martínez  junto a su mentora Montse.

Brais Barrán y Luisanny Martínez junto a su mentora Montse. Cedida

El primer paso para obtener cuero sintético de kombucha es infusionar té verde porque "es el mejor" para fermentar. Una vez que ha atemperado, se vuelca en un recipiente con azúcar y agua. La mezcla se tapa con un paño de algodón y se deja reposar. El tiempo de fermentación puede oscilar entre 1 o 2 meses, dependiendo del tamaño de la tela que se quiera conseguir. 

Es una tarea no recomendada para gente impaciente o nerviosa. Aunque Brais lo es. "El otro día toqué la membrana con la punta del dedo y se me partió. Es muy delicado", detalla el estudiante. Más tarde esa tela se tiñe y se seca. Et voilà! El cuero sintético de kombucha está listo. 

Precisamente saber los tiempos de fermentado fueron uno de los principales retos que tuvieron durante los primeros meses. "Nos costó mucho saber cuando debíamos sacar la tela y también encontrar la forma de quitarle el mal olor", recuerda. Por suerte, esos obstáculos ya los superaron. 

Skomb-by-tex reduce el consumo de agua en un 30%

Skomb-by-tex nace como un proyecto sostenible en el que el apoyo y tejer redes es casi más importante que el producto. Brais pone en valor toda la ayuda que han recibido en los últimos meses de compañeros, amigos y emprendedores de la ciudad. Meraki Ferments y Orballo (empresas gallegas sostenibles que les proveen materias primas) son alguno de los nombres que se le vienen a la mente, pero hay muchos más. 

De hecho, la amabilidad de emprendedores como Meraki Ferments y espacios como Modiña Lab (Skomb-by-tex participó en la edición del 2024) les han hecho valorar la importancia de lo local. "Queremos colaborar con empresas locales. Somos de A Coruña y queremos enriquecernos y construir con el resto de emprendedores de la ciudad", defiende a capa y espada Brais. 

Y ese compromiso con lo local y con la sostenibilidad también se ve reflejado en el producto. Mientras que para fabricar una camiseta de algodón se emplean unos 3.000 litros de agua, con el cuero sintético de Skomb-by-tex solo son necesarios 100 litros. Además, la tela de Skomb-by-tex se puede teñir de diferentes colores y tonalidades, lo que permite dotar de personalidad a cada prenda. Asimismo, es resistente al agua, por lo que se puede lavar sin problema.

Y es que las opciones son infinitas. El tejido también es biodegradable, por lo que no solo podría ser una materia prima revolucionaria para el mundo textil, sino también para los procesos de empaquetado y distribución. Y, lo mejor de todo, es que los costes de fabricación no son demasiado elevados. "Con esto podemos cargarnos el plástico", vaticina Brais.