
Javier Castroverde posa con la bandera gallega
Un "iceman" gallego termina una maratón a -20° sobre el hielo de Laponia: "El esfuerzo es mental"
El coruñés Javier Castroverde se convierte en el primer español que termina la Sea-Ice Marathon de Luleå, en Suecia, tras una epopeya sobre el hielo de Laponia
La previa: Un gallego, primer español que correrá una maratón a -20º en Laponia: "El hielo lo cambia todo"
Javier Castroverde lo ha vuelto a hacer. El coruñés ha conseguido retos imposibles a lo largo de los años, como completar una carrera Ultraman o realizar cinco Ironman en días consecutivos. Ahora se ha coronado como "iceman" al convertirse en el primer español que completa la Sea-Ice Marathon de Luleå, una carrera de 42 kilómetros sobre el hielo del mar Báltico, a 20 grados bajo cero.
La aventura cerca del Ártico de Castroverde ha tenido su punto de épica, como todas las veces en las que alguien se lanza hacia lo desconocido, pero el corredor gallego ha conseguido quedar en el puesto 40 de 72 y completar la prueba extrema en 4:14:12, a apenas una hora y cuarto del ganador de la maratón.
El corredor coruñés lamenta que los últimos 12 o 13 kilómetros de carrera las cosas se le torciesen, ya que hasta el kilómetro 30 se mantenía en la posición 22.

Javier Castroverde corriendo la prueba
Los riegos de correr en Laponia sobre planchas de hielo
El viaje de Castroverde tuvo sorpresas desde el principio. El atleta salió de A Coruña el sábado 15 y llegó en el mismo día a Luleå tras hacer escalas en Madrid y Estocolmo, pero a las 22:00 horas estaba todo cerrado y no pudo cenar nada. Además, al llegar al lugar de la carrera comprobó con desagrado que el equipamiento que el llevaba no le iba a servir, ya que las planchas de hielo tenían agua y eran especialmente resbaladizas.
Afortunadadamente, contaba con unos adaptadores con más clavos para unas de sus zapatillas, y se dio cuenta de que podría competir si usaba este equipamiento y acortaba un poco su zancada habitual. Tras acostarse en ayunas y desayunar ligero, el coruñés comenzó con buen ritmo la carrera al día siguiente y con una temperatura de -10 grados relativamente benévola, pero todo cambió tras la primera hora y media.

Javier Castroverde posando con la bandera española
Entonces, el tiempo cambió, los parches de calor que llevaba puestos empezaron a hacer menos efecto, y Castroverde tuvo unas condiciones de carrera muy adversas que llevaron su resistencia al límite. La temperatura bajo a -20 grados, con una sensación térmica inferior debido al frío, y además comenzó a atardecer -el sol se puso exactamente a las 16:01-.
"Empecé a abrigarme lo máximo que pude, me entraba frío por todos lados", cuenta Castroverde de esos momentos críticos de la carrera. "El cansancio y el agotamiento ya eran extremos, casi me desvanezco allí", confiesa. Los últimos 12 o 15 kilómetros fueron "muy malos, terriblemente malos", motivo por el cual perdió 20 puestos.

Javier Castroverde al término de la prueba
En esa situación tan complicada, Castroverde explica que te tienes que "agarrar a lo positivo y pensar en terminar. Es un esfuerzo muy grande, tanto mental como físico, pero sobre todo mental, porque ahí es donde más sufrí". Días después de la carrera, el coruñés confiesa estar aún recuperándose y que tiene partes del cuerpo "molidas".
Mientras piensa en cuál será su próximo reto imposible, el atleta coruñés se recuperará hasta comenzar a preparar la media maratón Vig-Bay con el orgullo de ser el primer español que termina esta maratón tan exigente de Suecia. El día antes de la carrera se inscribió otro español amante de las pruebas extremas, pero llegó una hora más tarde que Castroverde.