El Arco de Mazarelos es la única puerta de acceso al casco histórico que resta todavía de la antigua muralla.

El Arco de Mazarelos es la única puerta de acceso al casco histórico que resta todavía de la antigua muralla. Turismo de Santiago

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¿Cómo era la muralla de Santiago de Compostela? Aquí estaban sus puertas

Aunque muchos piensan que lo único que queda de la muralla compostelana es la Porta de Mazarelos, lo cierto es que de ella también queda una fuente y un torreón

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Como toda ciudad histórica que se preste, en Santiago de Compostela no faltaba antaño una muralla de protección y defensa. Pero, como en muchas de estas ciudades, ahora no queda mucho rastro de ella. Pocas hay como la del caso de Lugo, donde se mantiene intacta, lo que supone un enorme tesoro patrimonial y arquitectónico que otras ciudades no pueden presumir.

La muralla de Santiago, además de haber tenido mucha historia, sí nos ha dejado varios regalos tras su derrumbe. Todavía hoy podemos encontrar pequeños detalles que nos remontan a su existencia y recuerdan el pasado de la capital gallega.

Un poco de su historia

El origen de la muralla de Santiago se remonta al año 968, cuando el obispo Sisnando II decidió amurallar los límites más inmediatos de la catedral de Santiago de Compostela, siendo estos la praza da Quintana, el convento de San Paio y algunas calles anexas a estos lugares.

Así, quedaba cercado el núcleo original conocido como "Iocus Sancti Iacobi", de donde viene el nombre original de Santiago de Compostela. Pero esta estructura defensiva fue prácticamente destruida por la expedición de Almanzor varias décadas después, en el 997.

A la izquierda, la primera muralla. A la derecha, la segunda y definitiva.

A la izquierda, la primera muralla. A la derecha, la segunda y definitiva. Quincemil

Y ya cien años después, a mediados del siglo XI, el obispo Cresconio mandó construir de nuevo una muralla, visto también el crecimiento de la ciudad como lugar de peregrinación. Así, con un contorno de dos kilómetros y treinta hectáreas de interior, en aquel entonces se trazó la muralla alrededor del casco histórico que hoy conocemos en Santiago.

¿Qué queda de estas antiguas murallas?

Esta última muralla de cinco metros de alto y 2,5 de grosor contaba con siete puertas y 48 torres de planta cuadrangular. De ella poco queda tras el enorme crecimiento de la ciudad tanto desde el punto de vista comercial y económico como turístico, a partir del peregrinaje, que la llevó a su derrumbe en el siglo XIX.

Sin embargo, quedan vestigios de lo que un día fue. De las siete puertas, queda todavía en pie la de Mazarelos. De las otras seis no quedan restos, pero sí han dejado huella y se hacen recordar, pues le ponen nombre a algunas de las calles donde se encontraban y a estos accesos al casco histórico compostelano.

La Fonte de Santo Antonio, a los pies del torreón.

La Fonte de Santo Antonio, a los pies del torreón. Quincemil

La Porta Faxeira es un claro ejemplo de que, a pesar de ya no haber puerta, se sigue reconociendo este como un acceso al casco histórico desde la Alameda. Esta era, de hecho, la entrada principal para la mayoría de peregrinos que llegaban a Compostela.

Tampoco queda nada de la Porta do Camiño, la principal entrada para los que hacían el Camino Francés; la Porta da Mámoa, entrando a la rúa das Orfas; la Porta da Trinidade, en lo alto de la anterior calle; la de San Francisco, detrás del convento del mismo nombre; y la Porta da Pena, en lo alto de la Costa Vella.

Además de estas puertas más principales, existían otras secundarias, conocidas como postigos, de los que, de nuevo, tampoco queda nada a día de hoy que nos demuestren lo que un día fue Santiago. Algunas eran las de Algalia o San Fiz de Solovio.

Y aunque muchos creen que de la muralla solo queda la Porta de Mazarelos hoy por hoy, la realidad es que a escasos metros de esta encontramos otros restos: una de las torres de la muralla y la Fonte de Santo Antonio a sus pies. Ambas se encuentran en la rúa da Fonte de Santo Antonio y ahora la torre forma parte, arquitectónicamente, de un colegio concertado.