El puente de A Ponte Maceira.

El puente de A Ponte Maceira. Quincemil

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El río Tambre, escenario de luchas medievales en Negreira, Ames y Oroso (A Coruña)

La Batalla de A Ponte Maceira o la de Sigüeiro a veces no constan en la memoria colectiva de aquellos que habitan en estos pueblos y tampoco en los libros de historia de Galicia. En ellas, el escenario principal es el río Tambre, que esconde más historia de la que muchos se creen

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Qué no se puede hacer en el río Tambre, es una gran pregunta. Hay varios cotos de pesca, como el de A Ponte Maceira, en Negreira; Chaián, en Trazo; o Sigüeiro, en Oroso. Puede uno bañarse o practicar actividades y deportes acuáticos y con embarcaciones de recreo en áreas como la de Tapia, en Ames.

Es el río más importante de la provincia de A Coruña, especialmente de la comarca de Santiago de Compostela. En la ría de Muros e Noia llega su desembocadura al Atlántico, dejando a su paso preciosas playas y paisajes de sueño. Pero este río, además de su atractivo actual, tiene un tremendo interés en su origen y su historia.

Origen del río Tambre

En los mapas más antiguos podemos observar el origen del nombre de este famoso río. En ellos consta como Tamaris y luego Tamara. Este río forma como familia léxica a otros ríos como el Támega, el Támoga o el Tamuxe (ambos afluentes del Miño). Además, se debe resaltar su parentesco lingüístico con el londinense Támesis. De hecho, al Tambre le deben el nombre el linaje de los Trastámara, importante familia en Galicia.

Este río nace en A Lagoa de Sobrado, en Terra de Melide, en la Serra de Bocelo. Esto es, tiene su origen en Sobrado dos Monxes, donde se encuentra el monasterio de Santa María, otra joya de la comunidad gallega y de la provincia coruñesa en particular. Luego el Tambre pasa por Mesía, Frades, Oroso, Ordes, Trazo, Tordoia, Negreira, Ames, Brión, Noia y Serra de Outes, entre otros municipios en los que ha sido testigo y parte de su historia.

Batalla de A Ponte Maceira, en 1471 

El puente de A Ponte Maceira, lleno de historia y leyendas.

El puente de A Ponte Maceira, lleno de historia y leyendas. Quincemil

Como se ha de suponer, esta batalla medieval se produjo en A Ponte Maceira, que divide igual que une los ayuntamientos coruñeses de Negreira y Ames con un precioso puente. También se le conoce como batalla de Altamira, por las torres del mismo nombre que se encontraban en Brión y de las que hoy quedan sus ruinas. 

En este mismo puente de A Ponte Maceira, el Tambre fue testigo de una de las luchas entre los ejércitos del Obispo Xelmírez y los de la influyente casa nobiliaria gallega del conde de Traba (o Trava, depende del texto) con Don Pedro Froilaz y sus hijos Bermudo y Fernando a la cabeza. Lo que se disputaban era el dominio del Val de A Maía (o Val da Mahía), el que conforman los ayuntamientos de Ames, Brión y Rois. El resultado fue la derrota de las tropas eclesiásticas, tras lo que en los escritos y crónicas de entonces recogían como una "batalla campal".

Hoy por hoy existe una ruta a pie que pasa por los lugares de luchas entre la nobleza y la iglesia en la Edad Media, recorrido por el cual no falta esta parada obligada en A Ponte Maceira. También se visita, en sus once kilómetros, las nombradas torres o la parroquia amesana de Trasmonte.

Batalla de Sigüeiro, en 1846

Puente de Sigüeiro, escenario de su batalla en 1846.

Puente de Sigüeiro, escenario de su batalla en 1846. Turismo de Galicia

A veces pasado por alto, este episodio bélico entre las tropas progresistas, lideradas por Miguel Solís, y las fuerzas gubernamentales que capitaneaba Francisco Puig Samper, es uno de los acontecimientos históricos más relevantes de este pueblo próximo a Compostela.

Esta batalla se enmarca, como contexto, en la Revolución galega de 1846 -también conocida como pronunciamento de 1846 o sublevación liberal de 1846-, una revolución iniciada con el levantamiento del comandante Miguel Solís contra el gobierno conservador español del general Narváez. 

Son varios los encuentros que se producen entre ambos bandos en el pueblo de Sigüeiro. En concreto pegados al paso del río Tambre por el lugar, en su puente, el 8 y el 13 de abril, siendo este último día en el que se desarrolla la batalla. Esta termina con el abandono de Solís.