El director de cine de A Coruña Ángel de la Cruz en el Paseo Marítimo.

El director de cine de A Coruña Ángel de la Cruz en el Paseo Marítimo. Quincemil

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Ángel de la Cruz, premiado director de cine de A Coruña: "Está todo contado, varía cómo lo cuentas"

El coruñés tiene varios Premios Goya y considera que actualmente el audiovisual gallego está "en una época dorada en la que aún no ha tocado techo". Pasará el verano rodando entre Canarias, Madrid y Galicia la quinta película de su carrera, 'La Silla', con el popular actor Jaime Lorente como protagonista

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Ángel de la Cruz, es un guionista y director de A Coruña que tiene en su haber nada menos que tres premios Goya, uno de ellos por la película de animación El Bosque Animado.

El germen del cine nació en él desde muy pequeño gracias a su madre, que con tan solo cuatro años quiso que pasase el tiempo que ella hacía recados en el antiguo Cine Coruña descubriendo otros mundos a través de la gran pantalla.

Ha dirigido cuatro películas y hace unos días ha comenzado el rodaje de la quinta, La Silla, un thriller psicológico con Jaime Lorente (La Casa de Papel, El Cid, Locomía, Cristo y Rey...) como protagonista. También ha escrito más de 15 largometrajes para otra gente y reconoce que se siente cómodo escribiendo, dado que para él es "una forma magnífica de evadirse y olvidarse del tiempo y del espacio".

Acerca de sus fuentes de inspiración para crear historias, apunta que muchas veces es suficiente leer la prensa a diario, pero también considera que hay que estar metido en ambientes culturales empapándose de todo, leyengo novelas, teatro o cómic y sobre todo, viendo cine.

A pocas horas de viajar para comenzar el rodaje de su nuevo proyecto, ha atendido a Quincemil en una icónica localización de la ciudad como la Fuente de los Surfistas, con las playas de Orzán y Riazor como el mejor de los escenarios.

¿De dónde viene tu pasión por el cine, es herencia familiar o eres pionero?

De mi familia soy el primero, siempre me gustó el cine y los culpables fueron mis padres, especialmente mi madre, que me llevaba al ya olvidado cine Coruña en el centro. Nosotros éramos de la zona de Os Castros y cuando íbamos a recados y a los almacenes Barros me dejaba a mí en el cine mientras compraba.

Allí vi mi primera película y me enamoré del cine y pensar en aquella época en dedicarse al cine era una utopía. La vida me fue llevando, empecé a estudiar arquitectura y tengo buena mano para el dibujo y a raíz de los primeros pasos en el audiovisual gallego en TVG en el 85 me llamaron para hacer decorados, storyboard en el departamento de arte y luego en alguna pelicula ejercí de ayudante de decoración, de director artístico...

Escribí cortos primero y luego los dirgí, fue un proceso muy casual y mi formación fue autodidacta y vi mucho cine, la vida me fue llevando, no decía que no a nada y acabé dirigiendo. A finales de los 80 fue todo este proceso, estudiaba arquitecura, trabajaba en una ingeniería...tenía un futuro paralelo por otro lado.

En el 89 se estrenaron las tres películas fundacionales del audiovisual gallego y vi que había gente que hacía cine, los primeros tres largometrajes en 85 mm se estrenaron en el 89. De ese mismo año, en Navidad, fue el mes que cayó el muro de Berlín y también se lanzaron Cinema Paradiso que es casi imposible no llorar al final y El Club de los Poetas Muertos y eso fue lo que me hizo click esos 40 días a finales del 89 que se acumularon cosas que me llevaron a preguntarme: ¿por qué no?

"Me siento cóodo escribiendo, es una forma magnífica de evadirse y olvidarse del tiempo y del espacio, incluso a veces me olvido hasta de comer"

Ángel de la Cruz, director de cine

Director, guionista... ¿Con qué faceta te sientes más cómodo?

Más cómodo con la de guionista porque dependo más de mí solo y lo disfruto mucho. He dirigido, junto con la actual de La Silla, cinco películaS como director pero he escrito más de 15 para otra gente.

Me siento cóodo escribiendo, es una forma magnífica de evadirse y olvidarse del tiempo y del espacio, incluso a veces me olvido hasta de comer y algunas de las cosas que escribo me apetece hacerlas también.

Desde la animación en la que empecé también hice comedia, drama...y ahora thriller. No tengo un género marcado, la historia la veo de una forma especial y la quiero contar yo. No hay nada nuevo porque está todo contado, lo que varía es cómo lo cuentas, cuando percibo que tengo algo especial que aportar me apetece dirigirlo también.

¿Dónde encuentras la inspiración para escribir películas?

Hay muchas fuentes de inspiración y muchas veces son las noticias cada día, te lees la prensa y a veces te da para escribir y escribir. Hay que estar permanentemente si quieres ser guionista leyendo otras cosas, viendo cine, leyendo novelas, teatro, cómics...

He hecho dos novelas gráficas y considero que es importante estar metido en ambientes culturales y empaparse de todo. Cuando escribes a veces son historias autobiográficas o que te han contado y se refleja en detalles o características de un personaje.

Realmente no somos creadores, sino recreadores, porque de la nada no podemos sacar, sacamos de fuentes que nos van llegando y que son realidad que se combina para crear ficción que busca la verdad.

La primera película que hice con actores después de las de animación nació con una noticia, la de un camión atascado de un camionero alemán que tenía que ir a Cedeira (A Coruña) y por la carretera gallega que venía encontró un desvío a Cerdeira. Estuvo cuatro días allí hasta que le socorrió la gente del pueblo y le abrió la pista hacia delante y él hablaba alemán y en ese pueblo casualmente todos hablaban alemán. A veces pequeñas noticias te hacen saltar la chispa.

¿Qué es para ti el cine, cómo lo definirías?

El cine es muchísimas cosas, es industria, cultura, espectáculo...tiene muchos componentes y lo primero cuando haces una película es que te gustaría que te considerasen un buen artesano, que hace películas que funcionan para lo que son hechas.

El cine es arte, industria, negocio, espectáculo...pero por encima de todo emoción, el hacer sentir algo a los espectadores, que no salgan del cine indiferentes. Me gusta salir del cine y pensar qué me han querido contar, el cine que te emociona, que te toca la fibra y que te hace ser mejor. Hay que aspirar a transmitir emociones.

"Los premios no hay que buscarlos, hay que hacer honestamente tu trabajo"

Ángel de la Cruz, director de cine

Has ganado tres Premios Goya y más reconocimientos tienes en tu trayectoria, ¿pensabas en tus inicios llegar a este nivel?

Los premios te dan alegría por ti y por todos los que participan porque el cine es un trabajo de equipo. Ni por asomo me imaginaba lo que conseguí, cuando empezamos a hacer El Bosque Animado, hace más de 20 años, fue para nosotros un aprendizaje y nadie pensaba en nada más que estrenarla y tener un hueco pero no pensábamos en premios, que sin embargo vinieron.

Los premios no hay que buscarlos, hay que hacer honestamente tu trabajo, porque también depende de películas que se hayan estrenado a la vez... Muchas cosas que no puedes controlar, no puedes renunciar a ellos pero tampoco buscarlos. Es cierto que también ayudan a siguientes producciones para hablar a la gente de tu próximo proyecto y que participen.

Con El Bosque Animado llevamos el Goya y muchos premios más, pero al año de estrenarla se celebró un festival en un campamento de refugiados en Argelia organizado por los Amigos del Pueblo Saharaui y se hacía un concurso de cine y le dieron el premio a nuestra película, la única para niños.

Fue una proyección nocturna, debajo de las estrellas y con 3.000 niños de varios campamentos viéndola y para algunos era la primera vez que veían cine en su vida, allí no había ni televisión.

Se nos puso la carne de gallina, todos hablaban a la vez y cuando empezó la proyección se hizo el silencio absoluto y nos dieron el premio más especial para mí, una rosa del desierto. Aquí te das cuenta de que mereció la pena todo el trabajo y el esfuerzo.

La Silla empieza el rodaje, ¿qué es lo más sorprendente de este thriller psicológico y agobiante que verá el espectador en pantalla?

Lo que más va a impactar está en todos esos condicionantes como tesión, angustia... Y va muy progresiva porque empieza con un día soleado y luminoso y las imágenes de una familia donde todo es perfecto en el campo con una casa estupenda.

Todo va bien y de repente todo empieza a ir mal y el sueño se transforma en pesadilla. Lo que más va a sorprender a la gente, que es lo que a mí me atrapó de la novela es la cantidad de cosas que puede hacer una persona atada a una silla (risas).

Es una película de más de hora y media y a partir de los primeros 20 minutos el actor protagonista, Jaime Lorente, está permanentemente atado a una silla. Puede hacer montones de cosas el personaje y yo iba leyendo la historia y me decía que no le podía pasar nada más, pero siempre había una vuelta de tuerca, es algo que no te esperas la cantidad de golpes de efecto que tiene el guión. Es una película entretenida.

Tiene un trasfondo la película que habla de las relaciones, la fidelidad, la paternidad...que no está explícito escrito en el guión, pero me gustaría que la gente que quiera quedarse en el superficial lo haga, pero tiene más capas a analizar porque hay más cosas de las que hablar.

¿Cuándo será el estreno y por qué Jaime Lorente, un rostro tan popular, como protagonista?

Fecha no hay, depende del rodaje, esperamos tener la película a finales de septiembre u octubre. Al final del verano tendremos el montaje definitivo y el aspecto de la música será especial porque corre a cargo de un neurocirujano canario que se hizo famoso al operar a los pacientes mientras tocaban un instrumento y sin anestesia, es increíble.

Es música muy sinfónica, orquestal, él compone y dirige y la música en una película como esta es muy importante como en clásicos antiguos como Tiburón con la música que imponía terror y el tiburón solo se veía pocos segundos al final.

En el caso de Jaime, la película nació en Galicia de la mano de la productora Ézaro Films, y necesitábamos coproductor fuera y encontramos a Fran Ariza de AF Films que ya habían trabajado con Jaime y yo no tenía actor cerrado.

Me lo propusieron y yo le había seguido la pista en tv con El Cid, La Casa de Papel, Cristo y Rey y vi que era un actor muy versátil con muchos registros y necesitaba que comunicase mucho con los ojos porque pasa mucho tiempo amordazado y atado a una silla.

Necesito ese cambio de registro porque quiero llevar la película como una montaña rusa y necesitaba que fuera alguien físicamente fuerte, porque yo pedí que me atasen a la silla y se puede mover, pero cuando llevas metro y poco ya estás sudando y hay que estar en forma.

Tras semanas de práctica, Lorente ha cogido mucha velocidad con la silla, es un experto, tiene apuntados los días que tiene que estar en la silla porque es el actor principal y tiene prácticamente todo el rodaje y los va restando. Está dispuesto a todo, incluso a sufrir me dijo (risas).

"Estamos viviendo una edad dorada del cine gallego, no ha tocado techo todavía porque da para mucho más"

Ángel de la Cruz, director de cine

La grabación será entre Canarias, Madrid y Galicia. ¿De tu ciudad has elegido algún rincón especial para aparecer en pantalla?

Vamos a sacar un plano de la ciudad en sentido entrada de lejos, que se aprecie que es A Coruña para los que la conocemos. En ningún momento se dice donde estamos, es una casa en una urbanización a las afueras de una ciudad que puede ser en cualquier parte, pero hay movimiento de coches de la ciudad a la casa.

Es en este momento en el que me gustaría encontrar algo ideal para plasmar una de las entradas a A Coruña, aunque el resto del mundo no sepa qué ciudad es.

La casa de la película es de dos pisos, al de arriba no se sube nunca, con la silla es complicado. Todo se desarrolla en la planta baja de un chalet de una urbanización un poco aislada y sin gente porque es el festivo del 25 de julio y esa urbanización semivacía todavía da más miedo y el protagonista no puede gritar mucho que está amordazado.

Los interiores se recrearán en plató, que será lo que rodemos en Canarias, y la casa en Madrid.

¿Hay algún género que no hayas tocado como director y lo tengas pendiente?

Dos. Por un lado, siempre me ha gustado el musical, un género bien hecho y de fantasía pura y también aunque muchas veces lo digo de broma y otras lo pienso en serio, recuerdo la primera película que vi en el Cine Coruña, una época primitiva en la que no teníamos televisión en casa y las primeras imágenes en movimiento las vi en el cine con cuatro años.

Me acuerdo de la película que era de vaqueros, de flashes, de un tipo con las sienes blancas y chaleco con flecos. Un día la vi en la televisión de casualidad y era una coproducción alemana, un frankfurt western (risas) que no spaguetti western rodada en Yugoslavia.

No era ni siquiera demasiado buena, luego vi muchos western absolutamente maravillosos. En Almería hay dos o tres poblados western y en Canarias han construido uno en Gran Canaria y lo visitaré a ver si me inspira alguna historia.

Óliver Laxe ha ganado en Cannes, Antes de nós sobre la vida de Castelao se ha presentado recientemente en A Coruña. ¿Está el audiovisual de Galicia en su mejor momento?

Efectivamente, estamos viviendo una edad dorada del cine gallego, no ha tocado techo todavía porque da para mucho más. Cuando empecé yo estaba todo por hacer, fue un trabajo en el que todos aportamos nuestro granito de arena y fuimos creciendo y sentando las bases.

Ahora empieza a haber ya una industria sólida con un plantel de actores y actrices maravillosos, ya no solo para hacer las producciones de aquí, que son muchas y muy buenas, sino que también viene gente de fuera a rodar en nuestras localizaciones y con nuestros técnicos y actores.

Alberto Vázquez o Chelo Loureiro destacan en animación y Óliver Laxe que tiene un toque western también en algunos de sus trabajos muy interesante.