El Español
Treintayseis
Vivir

Son do Mar, la nueva escuela de surf para grandes y pequeños frente al Orzán de A Coruña

La monitora Cristina Castillo se encuentra al frente de este nuevo proyecto que inició su andadura en Bastiagueiro
La escuela de surf Son do Mar ha abierto sus puertas esta semana en el Orzán
Foto: cedida
La escuela de surf Son do Mar ha abierto sus puertas esta semana en el Orzán
Ofrecido por:

Esta semana ha abierto sus puertas Son do Mar, una escuela de surf situada frente a la playa del Orzán de A Coruña que ofrece clases para niños y adultos en grupos reducidos, así como alquiler de material, en pleno corazón de la ciudad. El local está situado en Pasadizo del Orzán, número 5, y la inauguración oficial será la semana próxima.

El proyecto corre a cargo de la gallega Cristina Castillo. Original de Tui (Pontevedra) llegó hasta A Coruña en 2003 para formarse en Ciencias de la actividad física y del deporte, y se quedó practicando y enseñando surf. Tras varios años trabajando para Vazva, decidió abrir su propia escuela en la playa de Bastiagueiro, en el municipio vecino de Oleiros, y ahora ha decidido dar el paso de comenzar un nuevo proyecto en la ciudad herculina.

"Todos los veranos dábamos clases en el Orzán y es una playa cómoda y con buenas condiciones en el centro de la ciudad, así que me entraron ganas y me puse a buscar un local que fuera accesible a la playa". En ese sentido, la monitora agradece todo el apoyo que ha recibido de amigas y amigos para poder ampliar su escuela con esta nueva localización.

A partir de ahora convivirán ambos proyectos bajo el nombre de Son do Mar, la escuela de Bastiagueiro, que funciona durante todo el año y que en verano acoge sobre todo campamentos para niñas y niños; y la escuela del Orzán, más enfocada al verano y que ofrecerá cursos semanales para niñas y niños, adolescentes y adultos, además de clases puntuales para quien desee acercarse a la actividad en un entorno seguro con el asesoramiento de monitoras cualificadas.

En el local coruñés también se dispondrá de todo el material necesario para alquiler para quien desee surfear por libre en la playa de la ciudad.

Clases personalizadas para aprender mejor

En Son do Mar ofrecen cursos para niños/as, adolescentes y adultos, con clases adaptadas a los distintos niveles, desde iniciación, pasando por intermedio, hasta avanzado, incluso trabajan con menores de edad que compiten. En este último caso, el entrenamiento se realiza además de mano de otros profesionales, como fisioterapeutas, para asegurar el rendimiento.

"Hay gente que viene todo el año, por ejemplo, tengo madres y padres que ya tienen la rutina de venir todos los viernes. Así saben que todas las semanas tienen su clase, en un grupo de cinco personas con su monitor, donde se les va dando material para que vayan mejorando. Es como quien se apunta a boxeo. Muchas veces es una vía de escape", detalla.

Escuela de Son do Mar en A Coruña

Castillo relata que fundó sus escuelas con el objetivo de "evolucionar en la enseñanza del surf y adaptar la práctica a los distintos públicos, desde el que va un día para probar hasta quien quiere mejorar en su práctica o perfeccionar".

En ese sentido, la monitora valora la cantidad de profesionales que se forman ahora mismo, lo que también permite dar una oferta mucho más amplia a las personas que quieran surfear. "Antes solo se daban clases de iniciación, pero ahora hay muchas posibilidades, a las clases llega gente que lleva tiempo surfeando y quiere mejorar y también personas que han tenido una mala experiencia y necesitan algo de apoyo, después hay quien simplemente quiere pasarlo bien", relata.

"Lo bonito del surf es que es muy variable"

Uno de los retos del surf es que se desarrolla en el mar y allí "cada día te encuentras con unas condiciones diferentes", sin embargo, Castillo asegura que ese factor también es uno de los mayores atractivos. "Eso anima mucho a la gente porque cada día es único", señala, y añade que lo bonito del surf también es que es muy variable. Es decir, hoy el mar está de uno modo, mañana de otro, un día llueve, luego hace sol...".

A este respecto, Castillo asegura que tener miedo al mar es natural, y, de hecho, es recomendable "tenerle respeto". Por lo que una opción siempre buena para acercarse a la práctica es hacerlo en compañía de monitores/as formados que puedan aportar sus conocimientos.

La escuela Son do Mar en Bastiagueiro (Foto: cedida)

"Es un medio variable que no dominas, la seguridad te la va dando la experiencia. Y ahora la experiencia se puede conseguir de la mano de una persona que te tutorice, como tu guía. Una persona experta que pueda explicarte bien cómo hacer las cosas", señala.

Así, explica, el aprendizaje puede hacerse de forma escalonada, probando diferentes situaciones y experiencias, lo que permite "engrandecerse poco a poco como surfista".

Finalmente, Castillo reitera la importancia de tener siempre muy presente la seguridad, algo que también transmite en sus clases. La monitora también imparte clases en la Federación Gallega de Seguridad en la Enseñanza, y subraya que este es "uno de los contenidos más difíciles", pero uno de los más importantes para poder disfrutar de este deporte y del mar.

Vivir