Ruta de las camelias: por los pazos y jardines de Galicia
La camelia es una flor tan intensa como delicada y es por eso, quizá, que inspiró a Coco Chanel para hacerla suya como emblema de su famosa y eterna marca de moda. Pero ¿qué relación tiene la camelia con Galicia? Pues mucha, no en vano en nuestra tierra hay más de 8000 variedades de la citada flor, que adorna muchos de los pazos gallegos más importantes y más de una decena de jardines de casas solariegas y castillos.
Las camelias y Galicia
Las camelias llegaron a territorio gallego en el siglo XVIII desde países orientales como China y Japón, y lo hicieron de la mano de navegantes portugueses a través de las grandes rutas de navegación que conectaban Galicia y Portugal con el lejano Oriente. Parece que el clima gallego era bastante benigno con esta flor, que requiere bastante humedad, y que comenzó a expandirse por los jardines más exquisitos: no había castillo o casona que se preciara que no tuviera alguna variedad de camelia en sus huertos.
Hay varias rutas de la camelia para disfrutar de esta flor, en concreto 12, formadas por jardines públicos y privados que se pueden recorrer a lo largo de toda la geografía gallega, aunque son las provincias de A Coruña y Pontevedra las que atesoran más diversidad y cantidad de ejemplares. Las camelias florecen ahora, en invierno, por lo que se trata de una de las rutas de valor cultural que recomendamos hacer en esta época y una de las más fotogénicas.
No hay que olvidar que esta ruta pasa por jardines de acceso público, pero la mayoría de los pazos son privados y su visita requiere reserva previa, que se puede hacer on line sin problema en las correspondientes páginas web de cada uno de ellos.
La ruta coruñesa de las camelias
La ruta clásica de la camelia comienza en el Pazo de Mariñán, en Bergondo, y es la más recomendable si vives en A Coruña y alrededores y te apetece conocer el mundo de la camelia pero sin alejarte demasiado, sin salir de la provincia. En este pazo puede contemplarse un jardín alargado a orillas del río Mandeo y además disfrutar de la belleza del lugar, con sus espectaculares escaleras barrocas.
Siguiendo recorrido llegamos a Santiago de Compostela, a sus mejores y más afamados jardines públicos, la Alameda, que es otra de las zonas donde la camelia vive su apogeo invernal.
No muy lejos de Santiago encontramos un gran pazo gallego de renombre que merece por sí mismo una visita, pero si la hacemos coincidir con la floración de la camelia mucho mejor, porque sus jardines lucen mucho más bonitos. Es el Pazo de Santa Cruz de Rivadulla, con más de 200 variedades de camelia, decenas de carballos centenarios y un Paseo de los Olivos de lo más fotogénico que recuerda al espectacular pasadizo arbolado de Juego de Tronos.
Nos quedamos por los alrededores de Santiago, en Padrón, donde nos espera la Casa Museo de Rosalía de Castro. Dedicada íntegramente a Rosalía, ésta es la casa donde la escritora gallega vivió con su marido, el historiador Manuel Murguía, y sus hijos y donde encontramos un museo dedicado a su figura. En ella murió Rosalía en 1837, rodeada de sus amados jardines en los que destacan varias huertas pobladas de camelias.
De norte a sur, entre pazos y castillos
Si dejamos la provincia de A Coruña y proseguimos hacia el sur entramos en Pontevedra y el primer punto de interés que hallamos en nuestra Ruta de las Camelias es el Pazo de Rubiáns, que destaca porque tiene camelias en varios tonos, lo que no es habitual: blancas, amarillas, rojas y fucsias.
El segundo es el Pazo de Oca, conocido como "Generalife del Norte" o el "Versalles gallego". Aquí te deleitarás no sólo con la llamativa arquitectura barroca, si no también con el recorrido por sus jardines, que además de sus bucólicas fuentes te ofrecerán los camelios (árboles de la camelia) más antiguos y altos de Europa, que llegan a alcanzar los 8 metros de altura.
Otros pazos interesantes son el de A Saleta y Quinteiro da Cruz, y ya enclavado en pleno Camino de Santiago, el Pazo de Lourizán, con una curiosa ladera escalonada inundada de camelias. Uno de los puntos claves de la ruta nos lo ofrece el majestuoso Castillo de Soutomaior, que tiene su origen en el siglo XII y está en un estado de conservación inmejorable. En sus jardines crecen más de 25 especies de camelias acompañadas de castaños de más de 800 años de antigüedad. Sin duda, una de las visitas imprescindibles en nuestro recorrido.
Finalizamos nuestro itinerario en busca de la camelia en el Pazo Quiñones de León, en Castrelos, sin dejar de pasar antes por el Parque do Castro vigués, donde sus jardines públicos lucen adornados en invierno por cientos de camelias.
Emma Sexto
