Pena Folenche: la singular unión entre feísmo y paisaje en A Pobra de Trives (Ourense)
El feísmo en la arquitectura de Galicia, aplicado principalmente al entorno y urbanismo, es un término informal y ambiguo que hace referencia a un estilo constructivo ―si puede catalogarse como tal― del medio urbano y rural gallego. Dicho también con otras palabras, el feísmo es un concepto que describe a las diferentes estructuras y elementos que contrastan o no respetan el espacio en el que están ubicados, llegando incluso a degradar el medio en algunos casos.
En Ourense, un buen ejemplo de unión entre paisaje y feísmo lo encontramos en la localidad de A Pobra de Trives. Allí, el emblemático mirador de Pena Folenche se alza sobre una gran mole granítica adosada a varias edificaciones en estado ruinoso. Este feísmo arquitectónico en Trives ha dado lugar a una singular panorámica de contrastes, que va cambiando de tercio a medida que se ascienden las escaleras que conducen a lo alto de la balconada. Desde este punto, las increíbles vistas nos permiten divisar las cumbres de Pena Trevinca y Manzaneda.
Pena Folenche: patrimonio, historia y leyendas
La pequeña aldea de Pena Folenche, situada a unos 950 metros de altura sobre el nivel del mar, pertenece al concello de A Pobra de Trives. Su curioso topónimo se debe al gran peñasco ("pena" en gallego) que sobresale en el centro de la aldea, y donde a día de hoy se sitúa el famoso mirador hacia las montañas ourensanas. De hecho, esta balconada se mantiene sobre una de las peñas que dominan la aldea, lo que permite obtener una de las mejores panorámicas de la zona.
Desde el mirador del feísmo, las oníricas vistas nos transportan a lo largo del valle del Navea, Terras de Trives, Caldelas y San Juan de Río. Además, el mirador cuenta con unos indicadores de distancia hacia las cumbres de Pena Trevinca y Cabeza de Manzaneda. Según el relato popular, este saliente rocoso podría haber acogido una antigua atalaya de vigilancia sobre el valle del río Navea, por el cual pasaba la conocida vía romana XVIII ―conocida también como vía Nova―, que comunicaba las ciudades de Bracara Augusta (actual Braga, en Portugal) y Asturica Augusta (actual Astorga, en León).
Además de la importancia histórica de Pena Folenche, los mitos y leyendas también envuelven a esta reducida población de A Pobra de Trives. Una de estas historias fantásticas dice que en el interior de la penela existe un pasadizo que conecta con una cueva repleta de tesoros ocultos por los mouros. Otra de las leyendas relata que el apóstol Santiago, a lomos de su caballo, dejó su huella tras un saltó desde la roca de Pena Folenche a un bosque de San Xoán de Río.
Más allá de este punto de unión entre feísmo, historia, paisaje y mitología gallega, la parroquia de Pena Folenche también alberga un rico patrimonio paisajístico y etnográfico por descubrir. Hablamos de Os Sequeiros, un término que hace referencia al lugar utilizado para secar las castañas recolectadas de los bosques próximos de castiñeiros. En la actualidad, estas casas ―algunas ya restauradas y otras en estado ruinoso― pueden ser visitadas y conforman su propia ruta circular entre la naturaleza.
Ruta dos Sequeiros
Como ya adelantamos unas líneas más arriba, desde Pena Folenche parte un bonito itinerario de senderismo que nos transporta entre bosques de castaños y construcciones tradicionales. La Ruta dos Sequeiros conforma un recorrido circular de apenas 3,15 kilómetros y unos 45 minutos de duración. El punto de partida se encuentra en el centro del poblado, a los pies de una pequeña plazoleta, y los primeros pasos de la ruta los daremos a través de un camino de tierra rodeado de huertas locales. El recorrido avanza entre variedades de flora autóctona, como es el caso de las silvas o xestas, mientras en el horizonte podemos contemplar los montes del Cañón del Bibei.
Poco a poco, la ruta se irá adentrando entre los innumerables soutos de castaños y cultivos, los cuales suponen la principal actividad agrícola de la comarca de Terra de Trives. Tras una media hora de paseo, llegaremos por fin a la zona de sequeiros, que conforman un gran conjunto, con unas 14 edificaciones de piedra distribuidas a ambos lados del camino principal. Estas construcciones tradicionales servían antaño como lugar de secado de los cientos de kilos de castaña que se obtenían cada otoño y al mismo tiempo como morada para los trabajadores (o sequeiros). Una vez recorrido este poblado estacional de Trives, el retorno a Pena Folenche nos obliga a tomar un desvío señalizado por otra frondosa zona boscosa.
