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Origen: La empresa itinerante de eliminación de tatuajes que recorre toda Galicia

Según Ricardo Moreno, responsable del proyecto, "hacerse un tatuaje es más barato que eliminarlo" y lo que más se borra le gente son nombres de exparejas, tribales, símbolos de amistades que se rompen, tatuajes amateur hechos en pisos con kits comprados en Amazon o en peluquerías en los 90
Ricardo Moreno, responsable de Origen, con el láser.
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Ricardo Moreno, responsable de Origen, con el láser.
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A principios del 2020 nació Origen, una empresa gallega itinerante cuyo principal servicio se basa en eliminación de tatuajes con láser y hacer piercings. El responsable de este proyecto y que viaja mensualmente por estudios de tatuaje de toda la comunidad para atender a clientes de las cuatro provincias es Ricardo Moreno, propietario a su vez del popular estudio de tatuajes coruñés Loco Blow y La Nasa Tattoo en Santiago.

"Cuando ofrecí el servicio a todo el mundo le interesó porque no tienen que hacer inversión ni formar a nadie, solo publicitar las fechas en las que estaré en los estudios", comenta Moreno, a la vez que rememora que "el nacimiento del proyecto fue fuerte porque a los seis meses ya estaba viajando por Galicia", dice. Concretamente, ha notado una subida más notable de la demanda de su servicio en la ciudad herculina en los últimos meses.

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Moreno dedica ocho días al mes a viajar con Origen y los 12 restantes laborales en Coruña prácticamente su agenda está completa. En cuanto a la maquinaria que utiliza para la eliminación de tatuajes, detalla que un buen láser "cuesta de 25.000 euros en adelante". Defiende la itinerancia de su servicio argumentando que, al gasto de maquinaria va añadido uno de reforma para habilitar un espacio donde atender a los clientes con el láser, lo que encarece los costes. "Igual puedes ponerte en un gasto de 35.000 euros sin pestañear para atender a cinco personas semanales. Siempre vas a tener clientes pero igual tardas una década en recuperar la inversión", admite.

"Siempre vale más borrar un tatuaje que hacerlo"

Moreno especifica que el láser "fragmenta el pigmento de la piel y genera una reacción similar a un pequeño estallido" y apunta que "en cada sesión se van eliminando los fragmentos más pequeños". "En el momento en que te das la sesión no ves cambios pero a medida que pasan los días y actúa el sistema linfático es cuando el tatuaje empieza a desaparecer", afirma.

El profesional informa de que "la eliminación no es uniforme", dado que donde hay más tinta tarda más y donde hay menos, menos, a la vez que "se generan una especie de calvas en distintas zonas". Sobre el "estallido" dentro de la piel, advierte que los primeros días en muchos casos genera un hematoma y pequeñas ampollas. "Las ampollas, al contrario de la creencia general, son normales. Intentamos que no salgan, pero si aparecen en tatuajes con carga de negro muy grande es algo común", dice.

El precio mínimo por sesión en Origen es de 35 euros y Moreno explica que tatuajes minis o eliminar una palabra puede suponer desde 40 0 50 euros en adelante. "Siempre vale más borrar el tatuaje que hacerlo", reconoce, a lo que añade que este año ha atendido a alrededor de 100 clientes activos (casi la mitad en A Coruña). "A las personas las tienes mínimo un año, año y medio o dos con las sesiones, pero gente que quiere hacerse un cover se da tres o cuatro y luego se tatúa por encima", ejemplifica.

En esta línea, asegura que a nivel nacional forma parte de un pequeño grupo de técnicos de láser que intentan abarcar todas las comunidades y se pasan trabajos. "Prácticamente cubrimos toda España. Somos gente que nos vemos varias veces al año e intercambiamos experiencias, opiniones, nos nutrimos unos de otros con técnicas nuevas...", comenta. Dentro del sector de los tatuajes y piercing, critica que "está habiendo mucha competencia desleal y numerosas ofertas de sesiones a precios bajos", una tendencia que no apoya porque argumenta que "cuando das un servicio de este tipo, que es delicado, no es bueno arriesgar y lo correcto es apostar por algo grande y de calidad en lugar de jugar con la salud de la gente".

Lo que más se borra: nombres de ex, tribales y tatuajes amateur

En el tiempo que Moreno lleva trabajando con Origen reconoce que "ha visto de todo" pero indica que lo que más se borra la gente de la piel son nombres de exparejas, tribales, símbolos de amistades que se rompen, tatuajes amateur hechos en pisos con kits comprados en Amazon o en peluquerías en los 90 "que supuestamente se iban a los seis meses". "Hay tatuajes en los que la aguja no ha pinchado suficiente, pero en otros casos hay mucha tinta y muy profunda y tarda en irse", expone.

Uno de los mayores retos que recuerda en su profesión es el de una mujer que quería eliminarse un gran tatuaje a color, una labor complicada porque asegura que "los tonos azulados y amarillos son complicados de sacar". "Se quería volver a tatuar y se trató con láser y bajó la tonalidad, pero no se eliminó el tatuaje", lamenta. Otra tarea que está suponiendo gran esfuerzo es el caso de otra mujer con un logo "muy mal logrado" en la barriga de grandes dimensiones.

Sobre el número concreto de sesiones de láser necesarias, Moreno cuando ve al cliente por primera vez inicialmente le explica todo el proceso y le recalca que "es efectivo pero lento". En esta línea, destaca tres condicionantes importantes: la cantidad de tinta que se haya inyectado en la piel, lo profunda que esté alojada y el sistema linfático (la orina y el sudor son los que finalmente acaban eliminando el pigmento. "Hay gente que tiene un sistema linfático muy bueno y otros a los que les cuesta hidratarse o hacer deporte. Nunca hago una estimación de sesiones, digo algo orientativo que es un mínimo de cuatro o cinco", subraya.

"No dejar marcas"

Moreno asegura que su prioridad es que "borrar un tatuaje y no dejar marcas vayan de la mano". En este sentido, habla de gente a la que le quedan cicatrices o marcas tras el láser "y llegan a pensar que es normal", pero avisa de que "un tatuaje bien borrado no tiene que dejar rastro".

"Cuando te tatúas estás generando una lesión en la piel, está tapada con tinta y cuando esa tinta se va puede verse algo. Lo habitual es que no quede rastro si el trabajo se hace bien, pero si el tatuaje en su día se infectó al hacerlo, en esa zona va a haber una marca seguro", cuenta, al mismo tiempo que admite que "hay cosas que escapan a su control, como el cómo el cliente cuide el tatuaje después de cada sesión de láser o si se expone al sol antes del tiempo recomendado", enumera.

Moreno está orgulloso del servicio que presta pero pone de manifiesto que "un láser de un nivel superior al que él usa, que se lanzó en 2015, trabaja mejor los colores pero no logra eliminarlos", razón por la cual considera este aspecto como "la asignatura pendiente en el mundo del láser". En cuanto a los avances tecnológicos de los láser, considera que "es algo en lo que no se invierte mucho en investigación y no hay subvenciones, por lo que los avances son lentos".

Futuro que mira a Suiza

Asimismo, encara el futuro al frente de Origen, La Nasa Tattoo y Loco Blow con la idea de "seguir creciendo" y tiene centros en toda Galicia (excepto Lugo). "La forma de crecer no es expandirse, es ganar más clientela", explica, a la vez que matiza que "el láser se da cada dos meses para que el tejido se regenere". Otro de sus proyectos más ambiciosos de la mano de Origen y Loco Blow es abrir un estudio en Suiza, país donde nació. "Está viajando allí ahora mismo mucho tatuador español y tenemos contactos. La idea es montar un estudio y a la vez tener servicio de láser", revela, lo que implicaría para él viajar a Suiza una vez al mes para tatuar y usar el láser, además de tener a profesionales allí tatuando de manera permanente.

Fuente: CEDIDA

A la vez que Origen se hace un hueco en el sector, el estudio Loco Blow de A Coruña se asienta aún más. Entre los últimos cambios en el establecimiento ha tenido lugar una reforma para ampliar espacios y la incorporación de un nuevo tatuador al equipo. "Estamos trayendo a un tatuador invitado todos los meses y junto a los tres profesionales de plantilla no estaban cómodos", explica. En Loco Blow hay un box específico para el servicio de láser y los clientes fieles llevan allí a cada vez más adeptos para realizarse sobre todo mini tatuajes de trazo fino "que han cogido mucha fama en los últimos años", concluye con optimismo y ganas de seguir evolucionando.

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