Latento: el centro pionero de A Coruña que trabaja en la detección de altas capacidades
El término altas capacidades abarca varios perfiles: precocidad intelectual (adelanto de las habilidades cognitivas desde que los niños son muy pequeños), la superdotación, la sobredotación o los talentos (verbal, talento lógico…). Muchas familias que tienen hijos con estas características muchas veces buscan ayuda externa para obtener más información sobre este ámbito y desde hace un año pueden encontrarla en la ciudad herculina gracias al nacimiento de Latento, un centro formado por un equipo multidisciplinar de expertas en identificación, orientación e intervención de altas capacidades. Este servicio (cuya sede principal está en Santiago) es una spin off surgida desde la unidad de atención educativa de altas capacidades de la Universidad de Santiago de Compostela (USC) y sus responsables, Paula Mouzo y Celia Torre, atienden actualmente a alrededor de 80 jóvenes.
Las actividades que se realizan en el centro están dirigidas sobre todo a niños de entre 4 y 16 años y se centran en talleres de inteligencia emocional, de acompañamiento (en los que se trabaja según los intereses de los grupos) y también se realizan tareas relacionadas con el pensamiento crítico o la empatía. Además, se realizan evaluaciones cuyo objetivo es tener un informe final que confirme las altas capacidades para que con este documento los chicos puedan optar a adaptaciones curriculares en sus centros educativos. Estas pruebas también se practican a adultos que están en la universidad, entre otros casos, a los que les interesa disponer de este informe para poder matricularse en más créditos al año y estudiar dos carreras a la vez, "algo bastante demandando últimamente", según las responsables de Latento.
"Somos un centro especializado y no hay más como nosotros. La población con altas capacidades tiene una desincronía, ya que son niños que tienen una edad mental mayor pero emocionalmente siguen siendo niños, por lo que muchas veces les cuesta gestionar preocupaciones o conflictos del día a día", explica Mouzo, a lo que Torre añade que trabajan con jóvenes con perfiles de todo tipo como por ejemplo los que son líderes o los que tienen problemas para relacionarse porque no pueden hablar de sus intereses. "Hay chicos de 11 años cuyo mayor interés es la física cuántica y nadie de sus edad les comprende, algo que les retrae", aclara.
Desmotivación y fracaso escolar
Las responsables de Latento aseguran que detectan "un alto porcentaje de fracaso escolar y desmotivación" que en parte puede ser debido a que "el sistema educativo no está preparado o no le da a estos niños las herramientas que necesitan para que su etapa académica sea lo más productiva posible".
"Tenemos muchos casos de familias que antes de llegar aquí pasaron por psicólogos o neuropediatras pero no todos los casos de altas capacidades son de libro. Hay niños que en el colegio están desmotivados y se portan fatal o están inquietos, entonces aparecen falsas sospechas de déficit de atención (TDAH), Asperger, hiperactividad…lo que provoca que las familias vayan de un lado a otro hasta que de repente alguien les deriva a Latento para comprobar si su hijo tiene altas capacidades", comenta Torre.
Ambas profesionales coinciden en la dificultad que supone la detección de las altas capacidades y alegan que "hay mucha desinformación en general en los centros y que muchos profesores no están preparados para abordar este tipo de casos entre sus alumnos". Torre expone que "es increíble la desmotivación y resignación que detectan a veces en preadolescentes que se ven fuera del sistema educativo" y detalla que "no por tener altas capacidades todos los niños sacan 10, sino que eso nada tiene que ver con tener un rendimiento académico excelente".
Menos niñas que niños
Torre afirma que cuando empezó a trabajar en Latento le llamó la atención la poca presencia de niñas y las responsables del centro dan como explicación a esto que "las chicas tienen unas características de personalidad que no se detectan tan rápidamente como los niños, ya que muchos de ellos llaman más la atención porque dan problemas en el aula o no se adaptan, lo que obliga a las familias a buscar un por qué".
"Las niñas tienen un nivel de adaptación mayor en general, son responsables de sus tareas y rinden positivamente en lo académico, por lo que son perfiles que al no dar problemas son más difíciles de detectar y pasan desapercibidas. En Latento estamos intentando compensar esta situación y detectar a niñas con altas capacidades más rápidamente y facilitarles el contacto con otros jóvenes que tengan características cognitivas e intereses similares", asegura Mouzo.
Evaluación de altas capacidades
Los test para detectar las altas capacidades que se realizan en Latento consisten en una especie de juegos "que los niños siempre quieren repetir" en los que se evalúa su manejo del lenguaje, vocabulario, razonamiento verbal, lógica, memoria, agilidad mental y razonamiento visoespacial. El resultado es el coeficiente intelectual de la persona y como indica Mouzo, "en España se empieza a hablar de altas capacidades a partir de un 130 de coeficiente".
Además de este estudio, en el centro de la ciudad herculina también evalúan la creatividad y las funciones ejecutivas (planificación de tareas, organización...), lo que Torre describe como "un estudio de inteligencia bastante completo que aporta información de cómo funcionan los perfiles cognitivos", que se complementa con otras pruebas a mayores de inteligencia emocional.
Sobre el trato en los colegios a los niños con estas características, las profesionales recomiendan "preguntar a los chicos por sus temas de interés y sobre qué les gustaría investigar", sobre lo que explican que "las medidas que se toman en las aulas con los chicos de altas capacidades también se pueden aprovechar en muchas ocasiones para el resto de alumnos".
Planes de futuro
Torre y Mouzo confiesan que desde que abrieron el centro "han tenido el 80% del tiempo ocupado", pero ahora que Latento ha cumplido un año, afirman que les gustaría darle más salida a los talleres de enriquecimiento. "Nos gustaría plantear a los niños sesiones de arquitectura infantil o robótica y que pudiesen contar con profesionales específicos de estas áreas para desarrollar estos talleres", dicen.
Por ahora, están inmersas en sus tareas diarias en el centro y en la organización de los campamentos que llevarán a cabo en verano en Latento para que la formación sea continua y no se estanque ni en la época estival.
