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Tribuna Abierta

Las mujeres de nuestra Galicia más rural

Con motivo del Día Internacional de la Mujer Rural, la presidenta de Mulleres de Seu reflexiona sobre la importancia de integrar socialmente una nueva imagen de las mujeres rurales gallegas, más acorde con su realidad y diversidad
Carmen Rodríguez
Por Carmen Rodríguez

Un año más, desde su declaración oficial en el 2008 por la Asamblea General de las Naciones Unidas, el mundo celebra el Día Internacional de la Mujer Rural. Aunque la denominación oficial expresa el sujeto de la conmemoración en singular, obviamente con el espíritu de representar la totalidad, somos muchas las personas que preferimos hablar del día de las “mujeres rurales”. Entendemos que utilizando directamente el plural enfatizamos de manera más clara y directa la condición diversa de los rostros, perfiles y situaciones de las mujeres que habitan -y habitamos- las diferentes realidades y contextos rurales del mundo.

Al hablar de las mujeres rurales es importante trasmitir y visibilizar que, al igual que ocurre en los mundos urbanos, hay tantas realidades como mujeres. Las condiciones de vida de una mujer en el área rural de un país como Perú, Tanzania o Nigeria no son iguales entre sí, ni lo son respecto a las de, por ejemplo, una mujer gallega que vive en Ameixenda, en Barreiro o en cualquier otra parroquia. Las situaciones con respecto al acceso a la titularidad de la tierra y los recursos, la disponibilidad de infraestructuras, el acceso a servicios básicos, etc., son diferentes según el contexto.

En Galicia nos resulta ajena esa realidad de muchas mujeres rurales de otras geografías que deben caminar durante horas para conseguir agua para ellas, sus familias, su ganado, etc., sin embargo, vivimos otras circunstancias, como pueden ser dificultades de empleabilidad, de acceso a servicios de movilidad y transporte o de acceso a servicios de atención a personas mayores o de guardería para los niños y las niñas, o incluso -que también es importante mencionarlo- dificultades de acceso a una oferta cultural y de ocio en nuestros entornos rurales.

Es evidente que aún existen muchos desafíos que superar en el mundo rural, y también es claro que ser mujer y vivir en el rural gallego hoy en día no supone lo mismo que 30 o 40 años atrás.  Las necesidades, las expectativas y las aspiraciones son distintas. Sin embargo, la imagen que se transmite del mundo rural y de las mujeres rurales, con frecuencia es estereotipada y antigua, y no recoge las nuevas realidades de diversidad y de cambio.

Yo, que vivo y trabajo en el rural gallego y me relaciono constantemente con otras mujeres rurales, os puedo asegurar que existe una variedad de perfiles y biografías. Hay mujeres que siempre han vivido en la aldea; mujeres que fueron a formarse o a trabajar a la ciudad, o incluso a otra provincia o al extranjero, y que posteriormente decidieron volver a su pueblo; mujeres que no teniendo raíces rurales, o siendo estas ya lejanas, han decidido echar nuevas raíces y apostar por emprender un proyecto de vida en el rural…

Sin ir más lejos en Mulleres de Seu, la asociación de mujeres ganaderas que tengo el honor y la responsabilidad de presidir, la diversidad es una de nuestras características. Somos 500 mujeres socias de la cooperativa láctea CLUN que habitamos en los concellos gallegos de Ames, Ribadeo y Melide, pertenecemos a distintas generaciones, tenemos diferentes grados de formación, presentamos variadas situaciones vitales, etc. Somos diversas, sí; y justamente esa es una de nuestras fortalezas a la hora de compartir el objetivo común de trabajar por la igualdad de oportunidades y por el desarrollo y la continuidad de nuestros territorios rurales.

Por todo lo argumentado, hoy, en este día internacional tan especial de homenaje y celebración para las mujeres rurales, quiero insistir en la necesidad de que los gallegos y gallegas integremos en nuestro imaginario -y en nuestra conciencia- una imagen real y actual de las mujeres rurales, en toda su diversidad.

Nosotras, las mujeres rurales, somos raíces y futuro de nuestra tierra. Valoramos y mantenemos el espíritu de nuestras tradiciones y, al mismo tiempo, somos energía de emprendimiento e innovación. Somos, en definitiva, claves para el desarrollo de nuestra Galicia más rural, y así queremos que la sociedad nos perciba y valore nuestro compromiso por un medio rural habitable y habitado, en el que vivir y del que poder vivir.

Carmen Rodríguez
Carmen Rodríguez
Ganadera por tradición familiar, Carmen Rodríguez es una de las muchas mujeres que en Galicia trabajan en el sector agroganadero, dirigiendo y gestionando una explotación familiar en el concello de Brión. Desde el año 2012, compagina esta actividad con sus responsabilidades en CLUN, principal cooperativa agroganadera vinculada al sector lácteo de Galicia, desempeñando el cargo de vicepresidenta. Su incorporación al Consejo Rector de la cooperativa CLUN fue fundamental en el impulso y la creación de la Asociación Mulleres de Seu, que nació con el objetivo de poner en valor y visibilizar el papel de la mujer en el medio rural. Asimismo, es presidenta de la asociación AGACA.