La Estación de Autobuses de A Coruña.
Ofrecido por:
El futuro incierto de la estación de autobuses de A Coruña
A falta de unos meses para que finalicen las obras de la intermodal, todavía se desconoce qué pasará con una infraestructura que este año cumple 50 años y que es un elemento clave de la movilidad de la ciudad
Más información: La Xunta y el Concello de A Coruña mantienen su disputa por la titularidad de la estación de autobuses
Este 2025 la estación de autobuses de A Coruña situada en la calle Caballeros cumple medio siglo siendo uno de los puntos claves de la movilidad de la ciudad. El edificio se inauguró el 20 de agosto de 1975 y en unos meses quedará en desuso. La previsión que maneja la Xunta de Galicia es que las obras de la intermodal finalicen este mismo año, trasladando a la estación de San Cristóbal toda su actividad.
La estación intermodal pasará a concentrar todas las actividades de tren y autobús. Así, las instalaciones de la actual estación de autobuses, cuyas obras comenzaron en 1973 y que cuentan con casi 27.000 metros de superficie construida -incluyendo el aparcamiento, una decena de locales comerciales y algunas oficinas- quedarán sin actividad.
Su titularidad es, también, una incógnita. Tanto la Xunta de Galicia como el Concello da Coruña afirman ser propietarios de la estación de autobuses; así lo confirma el Ejecutivo gallego apelando al Real Decreto de transferencia 88/1996 y así lo ha declarado el Gobierno local a preguntas del BNG al respecto.
Sin propuestas detalladas sobre la mesa
De todas formas, ninguna administración avanza qué planes maneja para el futuro de la estación coruñesa.
Entre los vecinos del barrio de Cuatro Caminos se mantiene la petición que ya habían hecho en años anteriores de trasladar aquí su centro cívico, ya que el actual se les queda pequeño para seguir organizando actividades. También demandan un espacio verde.
Desde los grupos municipales todavía no detallan propuestas concretas. Fuentes del BNG explican que están estudiando el asunto y que están en "interlocución permanente" con los vecinos de la ciudad. Tras preguntar al Concello por su titularidad, los nacionalistas explican que esperan a saber qué opciones baraja el gobierno municipal para detallar su propuesta.
Por su parte, en el PP indican que este es "un gran espacio de oportunidad para mejorar la calidad de vida de los coruñeses" y sugieren crear un nuevo cuartel para la Policía Local o crear equipamientos públicos en una zona que concentra muchas viviendas.
Hace ya 12 años, en el Plan Xeral de Ordenación Municipal (PXOM) aprobado en el 2013, se contemplaba aprovechar el espacio situado junto a la estación, en un suelo con una superficie de más de 74.000 metros cuadrados, para la construcción de vivienda, reservando un 80% de estos terrenos para uso residencial y un 20% restante para uso terciario.
Interior de la estación de autobuses de A Coruña.
Entre los objetivos esgrimidos estaba ordenar la zona entre las avenidas Enrique Salgado Torres, Alcalde Pérez Ardá y la calle Caballeros configurando un parque central.
El propio PXOM indicaba entonces que para cambiar los usos de estos terrenos es necesario la firma de un convenio entre la administración titular, la consejería competente en urbanismo y ordenación del territorio y el Concello.
Un punto clave en la movilidad de la ciudad
Más de una década después, desde el Colegio Oficial de Arquitectos de Galicia (COAG) apuntan a que no tendría sentido dedicar el espacio de la estación a un uso residencial.
Ruth Varela, presidenta de la delegación coruñesa, explica que "la bolsa de suelo residencial que tiene A Coruña es muy grande. La ciudad hay que ordenarla y determinadas infraestructuras son necesarias"
Desde el COAG ven en la estación una oportunidad para hacer frente a los problemas de movilidad de la ciudad.
Sin embargo, consideran que todavía es prematuro apuntar qué usos serían los más óptimos. "Primero hay que conocer las demandas. ¿Qué necesitamos poner ahí? ¿Cuál es la necesidad prioritaria para esa parcela desde el punto de vista dotacional?", reflexiona la arquitecta.
En este sentido, Varela destaca que "antes de pensar en otro tipo de usos, hay que pensar en cómo resolver las necesidades y esta infraestructura seguramente pueda tener un papel para ello".
"Hay que pensar en cómo resolver las necesidades y esta infraestructura seguramente pueda tener un papel para ello"
Ruth Varela, presidenta de la delegación de A Coruña del COAG
Pese a la nueva ordenanza de movilidad, en el COAG echan en falta que se convoque una mesa de trabajo. También piden que se realice un estudio previo que aborde cómo influyen los "emisores de flujos" como grandes empresas situadas en polígonos o la universidad o qué servicios reciben múltiples quejas como es el sector del taxi o la falta de aparcamiento.
Otro aspecto relevante está en la propia intermodalidad. Solo la creación de la nueva estación no basta para esta forma de movilidad. La presidenta del colegio en A Coruña señala que "solo el propio edificio no resuelve la intermodalidad, necesita otras infraestructuras" como pueden ser los propios taxis o el servicio de BiciCoruña.
"Tenemos que ser muchísimo más ambiciosos y tener un conocimiento medido de las demandas de los ciudadanos" para que así la ciudadanía no sufra "esa falta de eficacia que dificulta el trabajo o la conciliación".
Cómo será la nueva estación de autobuses
A unos metros de la calle Caballeros, la nueva estación de autobuses que de acuerdo con las previsiones de la Xunta de Galicia estará lista a finales de este año, contará con una superficie útil de más de 29.600 metros cuadrados y con un edificio de viajeros de 1.800 metros cuadrados.
Esta terminal tendrá dos niveles. Al superior se accederá por la Sardiñeira y aquí estará la estación con 20 dársenas de operación y 23 de regulación, además del edificio de viajeros y la pasarela peatonal que unirá ambas estaciones conectando con la avenida del Ferrocarril. El nivel inferior quedará reservado al aparcamiento con 566 plazas.
La inversión total de las obras de la intermodal, con actuaciones a cargo de la Xunta, el Concello y Adif, asciende a unos 45 millones de euros.