Camión de basura en A Coruña
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A Coruña sube la tasa de recogida de basura: esto es lo que se pagará desde 2026
La nueva ordenanza fiscal introduce un modelo con tramo fijo y otro variable con el que busca adaptarse a la normativa europea
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El Concello de A Coruña da luz verde a la actualización de la ordenanza fiscal que regula la recogida de residuos urbanos, una medida que se aplicará a partir de 2026.
Con la actualización aprobada, el Concello implanta un nuevo modelo de tarifas que combinará una parte fija y otra variable, con el fin de adaptarse a la normativa Europea.
Actualmente, un hogar coruñés sin bonificaciones paga 62 euros anuales por el servicio de recogida de basura. Mientras que con el nuevo modelo, la media estimada para 2027 será de unos 90 euros, una cifra que, dice la alcaldesa, sigue muy por debajo de la mayoría de ciudades gallegas y españolas.
"En Arteixo ya se pagan 170 euros, en Vigo 138, en Madrid 148 o en Granada 153. Incluso los ayuntamientos integrados en el Consorcio das Mariñas pagan casi el doble que en A Coruña: 169,88 euros anuales", comparó la alcaldesa.
Fijo y variable
Con ello, el nuevo modelo consistirá en una cantidad fija y una cuota variable en función del consumo de agua y de la ruta de recogida determinada según el contrato de basuras vigente.
"Estas variables se incluyen para que las familias con menos miembros paguen menos, al producir estos menos cantidad de residuos. Del mismo modo que aquellas rutas más sencillas que requieran menos maquinaria también pagarán menos, buscando un mayor equilibrio entre la generación de residuos y el reparto justo de su coste", expllicó Rey.
En el año 2026, esta cantidad fija será de 60,98 euros, a la que se sumará una parte variable según los metros cúbicos de agua consumidos mensualmente.
Tanto la parte fija como la variable experimentarán actualizaciones progresivas hasta el año 2028, para que la tarifa de recogida de residuos en la ciudad se adapte a la normativa de la UE, tal y como están haciendo todos los municipios del país.
"Haciéndolo así, con esta transición suave que mantiene más estable la cantidad fija, tratamos de evitar un impacto directo en las economías familiares y, al mismo tiempo, concienciar a la ciudadanía sobre la importancia de cuidar nuestros recursos hídricos y fomentar el ahorro de agua", dice.
"Recalco nuevamente que no estamos imponiendo una medida aislada, sino una normativa dictada por Bruselas a la que es necesario adaptarse, tanto por compromiso con las políticas medioambientales como porque no actualizar las tarifas, evidentemente, acarreará sanciones a los ayuntamientos de más de 5.000 habitantes que no lo hagan", añadió Rey.
