25 noviembre, 2023 02:51
Órgiva (Granada)

El detenido por presuntamente planear el asesinato del expresidente del PP catalán y exfundador de Vox Alejo Vidal-Quadras, y que ingresó este viernes en prisión, nació en la comuna de Beneficio. Es la más grande de Europa y está situada en la Alpujarra granadina. Se llama Naraya G., tiene 26 años y pasó su infancia entre hippies. Sus padres, ambos españoles, eran drogodependientes y no se hicieron cargo de él, por lo que, a la edad de 12 ó 13 años, un hombre afincado en Órgiva (Granada) lo apadrinó junto a otro chico de la comuna.

Este hombre, que crio a Naraya y a su hermanastro, es un ciudadano israelí nacido en la ciudad de Ascalón (Israel). Vivió durante años en la zona de Órgiva y Cáñar, donde muchos lo señalan por dedicarse en el pasado a actividades irregulares relacionadas con la comuna. Pero de forma oficial, es el responsable de una empresa de ‘software’ y servicios web con sede en Eilat (Israel), y de un portal de noticias en hebreo cuyo dominio está ahora en venta.

Como adelantó este viernes en exclusiva EL ESPAÑOL, su empresa estuvo también detrás de la creación, en noviembre de 2020, de la página benjaminnetanyahu.co.il, una web extraoficial dedicada a la difusión de la historia y el programa político del primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu. Fue bautizada en hebreo como ‘Bibipedia’, por el diminutivo ‘Bibi’ que se asocia al mandatario. Según consta en los créditos al final de la página, Naraya fue su desarrollador.

[El 'cerebro' del intento de asesinato a Vidal-Quadras y su padrastro crearon una web oficiosa de Netanyahu]

Además de esta web, el padre adoptivo del detenido mantiene varios perfiles activos en diferentes redes sociales dedicados en exclusividad a difundir las actividades del primer ministro israelí. También es judío y, durante su tiempo en la Alpujarra observaba normas como el kosher. Naraya creció en este ambiente, pero nunca practicó ni el judaísmo ni otra religión en el pasado.

Pese a este trasfondo, fuentes judiciales adelantaron el pasado martes a este periódico –y ahora lo vuelven a confirmar– que el detenido por organizar el atentado contra el político catalán el pasado 9 de noviembre en Madrid se convirtió recientemente al Islam; en concreto, a su rama chií. El chiismo es mayoritario en Irán, de donde el propio Vidal-Quadras especuló en un primer momento que podría venir el ataque.

Comuna hippie

El padrastro del detenido llegó a la Alpujarra hace décadas, vinculado al movimiento hippie de las comunas. En Beneficio, en concreto, residen de forma continua unas 200 personas a las que se unen o se separan otros hippies procedentes de más de una decena de países. Entre ellos hay españoles, franceses, ingleses, holandeses… Y también israelíes e iraníes. Entre sus sectores más laicos, ambos países cuentan con una fuerte tradición en esta forma de vivir.

Pero Beneficio, al igual que otras grandes comunas, también es una especie de territorio sin ley. Es, de hecho, un lugar donde “a nadie se le pregunta de dónde viene o por su pasado”, según dice uno de sus moradores a este periódico. En septiembre de 2017, la Guardia Civil detuvo a un joven francés de 23 años fugitivo de la Justicia de su país que se escondía en la comuna después de haber matado por estrangulamiento a una mujer en Francia.

Captura de pantalla de un vídeo subido por el padrastro del detenido junto a amigos israelíes en Puerto Banús.

Captura de pantalla de un vídeo subido por el padrastro del detenido junto a amigos israelíes en Puerto Banús.

En aquella ocasión, además, la Guardia Civil detuvo a 24 hippies de la comuna acusados de un delito contra la salud pública por cultivo de droga y los agentes descubrieron 2.320 plantas de marihuana desperdigadas en pequeñas plantaciones del entorno. La operación se inició tras el intento de agresión sexual a una turista por parte de miembros de la comuna y por las lesiones graves cometidas por dos personas de la misma a una tercera.

Paralelamente, en febrero de 2016, la Policía detuvo también a 12 hombres relacionados con el crimen organizado israelí en la provincia de Granada, vinculados con el cultivo y tráfico de marihuana, que además enviaban cocaína a Israel a través de ‘mulas’. Se les incautaron un fusil AK-47 y una decena de armas cortas, además de cinco vehículos de alta gama que usaron para blanquear dinero.

En estos entornos se desenvolvía el padre putativo de Naraya, el detenido, quien paralelamente se crio entre los hippies de la comuna. Pese a las sospechas sobre sus actividades irregulares por parte de los residentes de los pueblos de Órgiva y Cáñar, el nombre del padrastro no consta en ninguna base de datos policial. Tampoco es conocido en los círculos de la lucha contra el narcotráfico de la Costa del Sol y del sur de España. Apenas aparece en registros públicos por pequeñas sanciones de tráfico y administrativas.

Era un personaje metódico y ejecutivo, muy vinculado a la comuna de Beneficio, según quienes le conocen. De hecho, en uno de sus escurridizos perfiles en redes sociales –para los que usa diferentes nombres– aparece como uno de los dos únicos administradores de un foro público de esta comunidad, formado por miles de usuarios. En la comuna, el padre adoptivo de Naraya organizaba fiestas psicodélicas. También participaba en los principales festivales de esta tendencia en España y Portugal.

[El juez envía a prisión al chií detenido en Granada por el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras]

Pero, a pesar de su discreción y apariencia hippie, mantenía un tren de vida elevado y tenía una gran afición por los coches deportivos, algo que desentonaba en el ambiente de la comuna: se paseaba por la Alpujarra en un llamativo Maserati y un Chrysler Crossfire, de los que tiene varios vídeos publicados en un canal de YouTube personal junto a otros paisanos suyos con la cabeza rapada y camisetas negras en Puerto Banús (Málaga).

Además, el padrastro del detenido no vivía en la comuna, sino en una vivienda particular dentro de una parcela vallada a orillas del río Guadalfeo, a las afueras de Órgiva. Dentro del perímetro edificó un imponente búnker de hormigón “sin un propósito claro”, según explica a este periódico uno de sus vecinos.

El búnker que el padrastro del detenido construyó en su parcela a las afueras de Órgiva (Granada).

El búnker que el padrastro del detenido construyó en su parcela a las afueras de Órgiva (Granada). R.M.

Diseñador web

En esta vida entró Naraya a los 12 años, junto a otro adolescente de la comuna en situación de vulnerabilidad que ahora reside en Suiza. Los chicos fueron escolarizados en el IES Alpujarra de Órgiva, y vivieron la vida de cualquier otro vecino de la zona alejado de la comuna. Pero ambos fueron los protegidos de este hombre y muy pronto comenzaron a ayudarle en sus negocios.

Además de su vida en la Alpujarra, el padrastro –formado en programación e informática en Israel– se dedicaba a proveer servicios web a través de su compañía instalada en Eilat. Naraya siguió sus pasos y aprendió a diseñar páginas y a desarrollar aplicaciones. Pronto comenzó a lanzar sus pequeños proyectos personales, como una empresa de viajes sostenibles. También ayudó a su padre putativo a crear la ‘Bibipedia’, la página dedicada a Netanyahu. “Se le daba muy bien”, dice uno de los conocidos del chico, sobre su trabajo como informático.

[Nuevo giro en el caso Vidal-Quadras. ¿Más cerca o más lejos de la tesis iraní?]

Por otro lado, su padrastro le consiguió otro trabajo en Estepona (Málaga) durante una temporada y le regaló el Chrysler Crossfire. Al igual que él, Naraya llevaba una vida muy por encima de la de muchos jóvenes al inicio de sus veinte: no reparaba en gastos y tenía éxito con las chicas. Su gran afición, además de los coches, es la bicicleta BMX; y es un habitual fumador de marihuana.

Así, su entorno se mostró extrañado cuando tras su detención, fuentes judiciales indicaron que era un converso reciente al Islam chií, como también adelantó este periódico. Lo cierto es que en la Alpujarra y sus comunas hay cristianos, judíos, musulmanes e incluso zoroástricos. Pero nadie en la comunidad musulmana de Órgiva tuvo constancia de un acercamiento de Naraya a su fe.

“Todo lo contrario. Comían lo mismo que su padrastro y no practicaban ningún tipo de religión”, dice un hombre en un restaurante halal y vegetariano que es el centro de la vida social musulmana de Órgiva, adonde acuden los pocos conversos españoles a esta religión. A este lugar iban a comer a menudo Naraya, su hermanastro y su padre adoptivo.

“Los musulmanes de la zona no son fundamentalistas y, en la línea del resto de sus vecinos, viven la religión de una forma relajada y en contacto con la naturaleza. Los árabes y persas que viven en la Alpujarra con los que pudiera tener contacto Naraya ni siquiera practican el Islam y viven entregados a la vida hippie”, dice el mismo hombre, que prefiere mantener su anonimato.

El detenido (derecha) junto a su pareja.

El detenido (derecha) junto a su pareja. EL ESPAÑOL

Vida en pareja

De lo que apenas se sabe nada, sin embargo, es de la vida de Naraya en los últimos tres años. Poco antes de la pandemia, su padrastro vendió la propiedad que tenía en Órgiva y abandonó España para instalarse en Eilat y, desde allí, dedicarse a sus negocios. “Malvendió la casa, tenía prisa por irse”, asegura uno de sus conocidos en el pueblo.

A partir de entonces, Naraya comenzó una relación con una joven residente en Lanjarón, un municipio a nueve kilómetros de Órgiva. Poco después de iniciar su noviazgo, comenzó a trabajar como informático en la empresa de la madre de esta chica, una ciudadana británica que compró un cortijo en la Alpujarra y fundó una empresa de asesoría a pensionistas extranjeros retirados en la zona.

Naraya dejó Órgiva y se mudó con la joven a Lanjarón. En el pueblo llevaban la vida de cualquier otra pareja de veintipocos años: salían de copas al pub Bacares, paseaban por la calle, iban al gimnasio, a comprar helado o a tomar cerveza en algún bar de la avenida principal. También viajaban con frecuencia y salían de fiesta en lugares como Ibiza y otras capitales europeas. En estos últimos años, Naraya, por su parte, también hizo por lo menos una visita a Eilat, donde reside su padrastro.

Poco antes del verano de este año, ambos se mudaron a un modesto ático en el centro de Lanjarón por el que pagaban 240 euros mensuales de alquiler. Una vecina asegura nuevamente que llevaban una vida normal: ella salía a pasear con su perro; él con su bicicleta y montaban fiestas en casa con sus amigos de vez en cuando. Nada en su actitud y relaciones hizo sospechar lo que vendría después. La joven no tenía tampoco ni idea de con quién estaba conviviendo.

[Alejo Vidal-Quadras recibe el alta hospitalaria 15 días después de recibir un disparo en la cara]

Ingreso en prisión

A principios de noviembre, la pareja abandonó el piso en el que vivía en Lanjarón y se mudó a otro apenas unas calles más allá, en el mismo pueblo. Allí fueron detenidos Naraya y su novia el pasado 21 de noviembre en relación con el intento de asesinato de Alejo Vidal-Quadras 11 días antes en Madrid.

Según fuentes policiales cercanas a la investigación, otro personaje de la trama, un venezolano, engañó a un joven albañil de Mijas (Málaga) de 22 años para que comprara y pusiera a su nombre una moto BMW C650GT de segunda mano. Le pagó 500 euros y no le dijo el propósito de aquella transacción. Días más tarde, las cámaras de seguridad registraron movimiento en los alrededores del domicilio de Vidal-Quadras en la capital: varias personas, entre ellas Naraya, vigilaron y estudiaron las rutinas del político.

Según las fuentes policiales, el joven de Mijas viajó semanas antes del intento de asesinato en AVE a Madrid desde Málaga con el que se considera el sicario de la operación. Se trata de un ciudadano francés de origen tunecino que cuenta con decenas de antecedentes y está buscado por la Justicia francesa por el asesinato de otra persona en París. Fue contratado específicamente para matar a Vidal-Quadras.

La noche antes del atentado, el mismo sicario –cuyo paradero es desconocido y se encuentra en búsqueda y captura– se desplazó de nuevo a Madrid, donde durmió en la misma habitación de hotel que Naraya. A éste último lo registraron de nuevo las cámaras de seguridad de la zona. También al coche en el que se desplazó, un SUV gris alquilado en una oficina de Málaga.

El edificio donde residió la pareja en Lanjarón, una de las dos viviendas que registró la Policía.

El edificio donde residió la pareja en Lanjarón, una de las dos viviendas que registró la Policía. R.M.

El 9 de noviembre, el día en que se produjo el intento de asesinato, las cámaras también registraron a Naraya en las calles aledañas al domicilio del político. Lo hicieron igualmente con el sicario, que iba cubierto con un casco y quien, alrededor de las 13:30 de la tarde, disparó a Vidal-Quadras en la cara sin llegar a terminar con su vida. Luego huyó junto a otro individuo en la moto BMW. El vehículo apareció medio calcinado horas después en un polígono industrial de Fuenlabrada.

El coche que usó Naraya en Madrid fue lo que dio la pista final a la Policía para detenerlo a él y a su novia en su nuevo piso de Lanjarón: el vehículo se encontraba aparcado en una zona del pueblo granadino en la que el Ayuntamiento iba a podar los árboles y estaba prohibido estacionar. La Policía Local procedió a sancionar al coche y entonces saltó la alerta por la matrícula

La pareja de Naraya fue puesta en libertad este viernes, al igual que el joven malagueño que compró la moto. Como se sospechaba, no tenían una relación clara con la trama. A ambos se les ha retirado el pasaporte, se les prohíbe salir de España y tienen que comparecer en sede judicial cada 15 días. Por otro lado, el juez de la Audiencia Nacional Francisco de Jorge, quien lleva el caso, ordenó el mismo viernes el ingreso en prisión de Naraya, quien se mantiene como sospechoso de ser el ‘cerebro’ del ataque.

Las fuentes de la investigación dudan de que se trate de un intento de asesinato encargado por un servicio secreto extranjero por los numerosos errores en su planificación y ejecución. A día de hoy, el caso presenta múltiples incógnitas que impiden señalar con claridad la motivación detrás del atentado.