Zelenski y Trump, durante su discusión en el Despacho Oval.

Zelenski y Trump, durante su discusión en el Despacho Oval.

Tribunas LA TRIBUNA

La OTAN ya no es un refugio seguro para la UE

La Unión Europea debe decidir entre asumir el liderazgo de la guerra en Ucrania o plegar velas y rezar por que Putin se dé por satisfecho con hacerse con Ucrania. 

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"No estás en una buena posición ahora mismo".

"Estás jugando con la Tercera Guerra Mundial".

Con estas palabras se dirigió este pasado viernes el presidente Donald Trump a su homólogo ucraniano, Volodímir Zelenski, frente a decenas de periodistas y asesores. 

Zelenski se dirige directamente al vicepresidente J. D. Vance en la Casa Blanca.

Zelenski se dirige directamente al vicepresidente J. D. Vance en la Casa Blanca. Brian Snyder Reuters

Todos ellos quedaron atónitos ante la escena que se desarrolló en Washington D.C.

Zelenski llegó a la Casa Blanca para ratificar la firma de un acuerdo que cedía a Estados Unidos el aprovechamiento de minerales raros en suelo ucraniano. Tras una semana de aparente distensión, durante la cual Trump incluso había negado irónicamente haber llamado "dictador" a Zelenski, parecía que las aguas se habían calmado.

Nada más lejos de la realidad.

En el Despacho Oval, Trump, el vicepresidente J. D. Vance y Zelenski se reunieron ante la prensa. Lo que debía ser una muestra de entendimiento y cooperación entre ambos países se convirtió rápidamente en un enfrentamiento tenso, en el que Trump acusó a Zelenski de estar jugando con la Tercera Guerra Mundial.

"Este viernes, Donald Trump estableció un peligroso precedente: utilizar la Casa Blanca como un ring de boxeo para dejar claro quién manda"

Lo verdaderamente sorprendente no fue el tono de Trump (habitual en su retórica cuando se trata de otros líderes mundiales, salvo Putin), sino el hecho de hacerlo en público.

Las ruedas de prensa en el Despacho Oval han sido, históricamente, un escenario diseñado para escenificar la fortaleza de los lazos diplomáticos entre Estados Unidos y sus aliados, y se han caracterizado por el decoro y el respeto mutuo.

Este viernes, sin embargo, Donald Trump rompió con esa tradición y estableció un peligroso precedente: utilizar la Casa Blanca como un ring de boxeo para dejar claro quién manda.

Los videos de la tensa reunión no tardaron en hacerse virales y la reacción de los medios estadounidenses fue inmediata.

"Trump y Vance increpan a Zelenski en el Despacho Oval", tituló el New York Times, destacando la inédita salida de tono del presidente y su vicepresidente.

El Washington Post fue aún más lejos: "Trump regaña a Zelenski en el Despacho Oval".

Lejos de un desacuerdo legítimo entre dos líderes mundiales sobre un asunto tan delicado como la paz en Ucrania, lo ocurrido este viernes se asemejó más a un episodio de matonismo de patio de colegio que a la diplomacia de alto nivel.

El tono de voz, los gestos y la elección de las palabras dejaron claro que Trump y Vance no estaban dispuestos a negociar.

La Casa Blanca canceló luego de forma repentina la conferencia de prensa conjunta que estaba prevista entre Trump y Zelenski.

Tras la tensa reunión, el presidente estadounidense pidió a su homólogo ucraniano que abandonara la Casa Blanca. "Que vuelva cuando esté listo para la paz", sentenció Trump tras el abrupto final del encuentro.

El impacto fue inmediato. Zelenski dejó Washington sin firmar el acuerdo de los minerales y sin garantías de que Estados Unidos continuaría respaldando a Ucrania en su conflicto con Rusia.

Bloomberg reflejó la incertidumbre con su titular:

"Trump interrumpe su reunión con Zelenski tras una escalada de tensión. El polémico intercambio en el Despacho Oval deja sin aclarar el destino del acuerdo sobre derechos mineros y las posibles conversaciones de paz entre Ucrania y Rusia".

En un nuevo giro inesperado, el presidente estadounidense dejó a todos sin palabras.

Volodímir Zelenski, Keir Starmer y Emmanuel Macron.

Volodímir Zelenski, Keir Starmer y Emmanuel Macron. Reuters

Por primera vez en la historia de Estados Unidos (y, a estas alturas, hemos perdido la cuenta de cuántas frases han comenzado así desde que Trump es presidente) un mandatario estadounidense ha humillado públicamente a otro jefe de Estado. Y no a cualquiera: Zelenski no venía a pedir ayuda, sino a entregar el 50% de los rendimientos futuros de su suelo sin recibir a cambio ninguna garantía militar ni de seguridad.

Tras años de consenso dentro de la OTAN y del respaldo inquebrantable de Estados Unidos y la UE a Ucrania frente a la invasión rusa, el cambio de postura de Washington es evidente. 

Y alarmante.

Como bien advirtió el analista político Ian Bremmer, "el mayor acuerdo de seguridad colectiva del mundo enfrenta una crisis existencial". La OTAN ya no es un refugio seguro para Ucrania. Y quizás ni siquiera para sus propios miembros.

Trump parece haber elegido bando. Ucrania sale humillada de la Casa Blanca y la Unión Europea debe decidir entre asumir el liderazgo de la guerra en Ucrania o plegar velas y rezar por que Putin se dé por satisfecho con hacerse con Ucrania.

Tenemos el peligro en las puertas de casa.

*** Gabriel Rodríguez es abogado y diputado del Ilustre Colegio de la Abogacía de Madrid.