Imagen promocional del programa '¿Quién se ríe ahora?'.

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LA TRIBUNA

Reír y fruncir el ceño

El programa Quién se ríe ahora reúne a un grupo de humoristas cuya única función consiste en escandalizarse de forma mojigata por los chistes de hace 20, 30 o 40 años, frecuentemente sin comprender la verdadera intención de su autor. 

31 diciembre, 2021 06:14

La campaña publicitaria ha sido habilidosísima. Una pléyade de los nuevos prescriptores del humor contempla ceñuda las proyecciones de viejos sketches surgidos de las profundidades del archivo de RTVE. Por él desfilan Martes y 13 o Paco Arévalo. Sus rostros no dan crédito a los chistes machistas u homófobos. Acto seguido, nos miran desafiantes. “¿Quién se ríe ahora?”. El efecto es tan buscado como logrado. Parte del público percibe que el wokismo le va a hacer la enésima enmienda. “Te reíste mal”. La obsesión por analizar el pasado exclusivamente desde la mirada del presente. Lío en las redes. Exaltaciones y cabreos preventivos.

Los prejuicios existen. Forman parte de la vida. La madurez reside en saber identificarlos como tales. De modo que sentémonos a ver ¿Quién se ríe ahora? Se trata de sentarse, en efecto.

La presentadora es Inés Hernand, la cara visible de Gen Playz, ese programa rara vez visto entero, pero que suele viralizar clips y es un poco como La Clave en versión ofendidita y formato TikTok.

A su mesa se sientan las cómicas Carolina Iglesias (Percebes y Grelos y una de las dos mitades del podcast Estirando el chicle), Victoria Martín (la otra mitad de Estirando el chicle), Andrea Compton y Henar Álvarez, aquella efímera presentadora de Días de cine (TVE) que hoy triunfa diciendo tacos al micrófono de la cadena SER. Como dice una de ellas, la disposición es muy “última cena”. Los argumentos de autoridad serán los testimonios de Nerea Pérez de las Heras, Asaari Bibang, Beatriz Cepeda (Perra de Satán), Enrique Aparicio (Esnórquel), Laura Yustres (Lalachus), Germán Sánchez Campos (Ger) y el ubicuo Roberto Enríquez/Bob Pop.

El programa cumple con lo que promete. Viene a hacernos la autocrítica. La reacción frente al pasado tiene forma de aspaviento

Que usted no les conozcan es irrelevante, porque el público al que se dirigen sí lo hace. Ellos mismos lo dicen a lo largo del especial: ahora se ganan muy bien la vida. La versión escénica de Estirando el chicle llena aforos considerables. A veces parecen la banda Acción Mutante de la primera película de Álex de la Iglesia. Se jactan de haber llegado al mainstream desde una suerte de catacumbas. Bob Pop habla de la “incorporación de las voces marginales” y empieza aclarando que no hay venganza ni revancha. Menos mal. Porque luego hablará de “sus” chistes y los “nuestros”.

“¿Podemos dar cera?”. “A eso hemos venido”. El programa cumple con lo que promete. Viene a hacernos la autocrítica. La reacción frente al pasado tiene forma de aspaviento. “Hay que revisionarse (sic) un poquito”.

El formato es harto tramposo. Mezcla cosas sin criterio. Ofrece una visión parcial que apenas se esfuerza por cuestionar su imagen preconcebida. Da la sensación de que varias de las piezas objeto de comentario no se han entendido bien.

El sketch que sale de Florentino Fernández en 2009 deja al hombre como un machista imbécil. El de Miguel Gila en 1991 parece incomprensible hasta para hace tres décadas, pero el giro de guion tras el que aparece Concha Velasco le acaba dando el significado contrario. Lo de Manolo de Vega en 1977 es, precisamente, una denuncia del racismo imperante en Estados Unidos varias décadas antes del Black Lives Matter.

Da igual. El victimismo es el lenguaje común. “No tenemos las mismas oportunidades”. “Es que vosotros [los hombres] lo habéis dicho todo”. “Les estamos robando el foco”. Bibang se queja en un momento dado del dominio de los “hombres heteronormativos blancos” en la comedia española de hace décadas.

Luego está, claro, el “mi marido me pega” de Martes y 13. Punto para ellas. No hay por dónde cogerlo ahora, no había por dónde cogerlo entonces

La mayor trampa está en los sketches rescatados de Noche de fiesta. Un poco de rigor poniendo las cosas en contexto. Jaimito Borromeo ya era atroz en 2000. Sus presuntos chistes con tampones de por medio causan hoy el mismo horror que entonces. Las intervenciones en off de José Luis Moreno interactuando con los autodenominados humoristas o regalando ordenadores a los espectadores eran objeto de todo tipo de mofas. El programa, mal que nos pesara, era la única ventana al ocio del sábado noche que podía tener un matrimonio de edad madura en algún pueblo de la España (dejémoslo en) poco poblada.

Luego está, claro, el “mi marido me pega” de Martes y 13 en la Nochevieja de 1990. Punto para ellas. No hay por dónde cogerlo ahora, no había por dónde cogerlo entonces. De ahí a las extrapolaciones sobre la sociedad española que se realizan en la mesa hay un trecho. Y es que, efectivamente, el principal objetivo del formato es el público que podía disfrutar un chiste (malísimo) de Arévalo sobre judíos en 1982. “Todo el mundo se ríe”, afirman con el rostro descompuesto. Menos mal que salvan el Maricón de España. Aquí uno que no piensa sentirse ni un poquito culpable por morirse de risa con el café Tacilla.

En ¿Quién se ríe ahora? hay omisiones flagrantes. No se habla de Las Virtudes o de Rosa María Sardá, por ejemplo. O del Sábado Noche presentado al alimón por Bibiana Fernández y Carlos Herrera. “El mundo cambia, pero Arévalo no”. Hernand, reeducativa, se muestra esperanzada porque “a lo mejor hay gente que todavía quiere cambiar”. Juegos con el “quien no apoya, no folla” para terminar la cena. Arévalo, dicen.

Henar Álvarez manifiesta su deseo de que dentro de diez años ellas mismas sean objeto de un programa parecido. Puestas a caldo por otra generación de humoristas. Una década no es tanto tiempo cuando se está ganando espacio en el mainstream. RTVE ha colgado el especial en su plataforma de vídeo bajo demanda. De momento, el especial de Nochevieja lo sigue haciendo José Mota. Es más fácil reírse cuando no hay que fruncir el ceño.

*** José Ignacio Wert Moreno es periodista.

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