Los seis candidatos, antes de empezar el debate en TeleMadrid.

Los seis candidatos, antes de empezar el debate en TeleMadrid.

LA TRIBUNA

Todo queda entre hombres: el 'vice' de Gabilondo será Iglesias, no Mónica García

Pocos votos moverá un debate que si algo hizo fue poner las cartas de Gabilondo boca arriba: su única posibilidad de superar a Ayuso pasa por un pacto con Pablo Iglesias. 

22 abril, 2021 02:37

1. Mónica García será anestesista, pero el Cristiano Ronaldo de las anestesias es Ángel Gabilondo. ¡Qué manera de poner a roncar a sus votantes! 

2. Pero no desdeñemos la avalancha de breaking news con la que el candidato del PSOE acaparó titulares ayer. "Yo no soy Pedro Sánchez". "Yo soy Ángel Gabilondo". "Somos el Partido Socialista". "A estas elecciones me presento yo".

3. Al menos ahora ya sabemos que Ángel Gabilondo es un ser autoconsciente

4. Pero seamos serios. Gabilondo no se inventó datos falsos, como sí hicieron Pablo Iglesias y Mónica García, y dio el único titular que cabe extraer de este aburrido debate: "Pablo, tenemos 12 días para ganar las elecciones". 

5. Con esa frase, Gabilondo reconoció ayer dos cosas. La primera, que su única oportunidad de derrotar a Isabel Díaz Ayuso pasa por pactar con Podemos. La segunda, que su vicepresidente será Pablo Iglesias, no Mónica García. Y eso, aunque esta saque el doble de votos y de escaños que el líder de Podemos.  

6. Dicho de otra manera. Votar a Ángel Gabilondo es votar a Pablo Iglesias. 

7. Muy mal tienen que andar los sondeos internos del PSOE para ese movimiento a la desesperada, después de que Gabilondo empezara su campaña electoral negando cualquier futuro pacto con Podemos. 

8. "No me entra en la cabeza cómo puede alguien votar a Iglesias teniendo a Mónica García" tuiteó Juan Soto Ivars

9. Es un buen resumen de lo ocurrido ayer en el bloque de izquierdas. De Gabilondo, por ejemplo, se sabe que compareció en el debate porque lo ponía en los rótulos de TeleMadrid. Que si no, ni eso. 

10. Pablo Iglesias recuperó el moño, que es su look presidencial, se llevó un par de leñazos de Isabel Díaz Ayuso y otro de Rocío Monasterio en sus primeras intervenciones y se pasó el resto del debate recitando datos falsos con ese tono suavón que él cree presidencial, pero que en realidad suena a Hugh Hefner de sacristía. 

11. Mónica García se inventa datos con la misma destreza con la que baila twerking y su insistencia en reivindicarse como la única mujer médico y madre de Madrid resulta un tanto molesta, por no decir prepotente. También enseñó gráficas que contradecían lo que estaba defendiendo con ardor digno de mejor causa.

12. Tampoco demostró la de Más Madrid tener la preparación, ni las ideas, y ni siquiera la templanza, para ostentar la más mínima responsabilidad de Gobierno.

13. Pero tener como compañeros de bloque a Gabilondo e Iglesias eleva su figura hasta la estratosfera. Mónica García es el voto por descarte de la izquierda

14. Un ejemplo al azar de la incomprensible apatía de Gabilondo (al que buen favor harían sus votantes absteniéndose el 4-M y dejándole ser defensor del pueblo en paz, que es lo que él quiere en realidad):

Gabilondo: "La Comunidad de Madrid tiene un 34,2% de paro juvenil".

Ayuso: "Es que su Gobierno lidera el paro juvenil en Europa, con el 40%".

Gabilondo: "Estamos en las elecciones de Madrid".

Ayuso: "Es que no vivimos en Polonia, vivimos en España".

15. Es sólo un ejemplo de lo difícil que le resultó a Gabilondo atacar la gestión de una Comunidad de Madrid que supera en casi todos los parámetros al Gobierno encabezado por su partido. 

16. Iglesias, Gabilondo y Monasterio compartían tono de voz curil. Parecían los tres a punto de anunciar la parusía. Al menos Ayuso, Mónica García y Bal hablan como lo suelen hacer los habitantes del planeta Tierra: con inflexiones de voz. 

17. El guion fue el previsible. Todos contra Ayuso. Pablo Iglesias, manipulador. Monasterio, en el registro de sus votantes potenciales. Mónica García, buscando el voto del barrio de Malasaña. Bal, a por el voto desideologizado. Gabilondo, balbuceante. Ayuso, entrando en el cuerpo a cuerpo al principio y navegando al pairo después, mecida por las encuestas y por la incapacidad de sus oponentes para seducir a sus votantes. 

18. Isabel Díaz Ayuso y Mónica García compartieron atuendo rojo y blanco. Es decir, los colores de la bandera de la Comunidad de Madrid. Rocío Monasterio, en cambio, iba de morado y llevaba coleta. Será verdad que los extremos se tocan. 

19. "El señor Iglesias ni se pasó por una residencia, ni vino a un hospital, ni tiene empatía, ni es creíble. Es lo más mezquino que hay en política española" dijo Ayuso de un Iglesias que lleva un año intentando encasquetarle a las comunidades, y especialmente a la de Madrid, su nefasta (y ya veremos si punible) gestión de las residencias de ancianos

20. Otro ejemplo: 

Iglesias: "¿Sabe quién es el que mandó a la UME a desinfectar residencias?".

Ayuso: "Sí, la ministra de Defensa, Margarita Robles, que es la única que ha venido por aquí".

21. Aún andaba Iglesias recuperándose de la vergüenza de haber intentado atribuirse los méritos del Ejército (nada más y nada menos que del Ejército) cuando Rocío Monasterio le remató con elegancia: "Yo le interrumpo durante este debate, y usted me interrumpe a pedradas".

22. Se refería, claro, a los brotes de violencia alentados y justificados por Podemos en Vallecas.  

23. Edmundo Bal es un buen candidato con una tarea titánica por delante: convencer a esos cientos de miles de votantes de Ciudadanos que ahora mismo militan en la abstención de darle una última oportunidad a su partido. Es probable que ayer diera un paso de gigante para ello. 

24. "Si tan buenos eran los consejeros de Ciudadanos, ¿por qué no va ninguno en las listas de Ciudadanos?" le preguntó Ayuso a Bal. 

25. Bal encajó el golpe como pudo. Pero Ayuso sabía dónde golpear. Porque el problema entre PP y Ciudadanos en la Comunidad de Madrid no ha sido de partidos, sino de confianza personal. Ayuso, en fin, no ha tenido problemas con el partido naranja en general, sino con Ignacio Aguado (y sus acólitos) en particular.

26. Mónica García rechazó las generalizaciones groseras respecto a los menas y luego generalizó groseramente afirmando que "son los hombres quienes asesinan y violan".

27. Por mucho menos se han abierto en España investigaciones por delito de odio. Pero para qué insistir ya: nunca es el qué, sino el quién

28. No debería haber ocurrido, pero Podemos y Más Madrid utilizaron los muertos como arma electoral y se los arrojaron a la cara a Ayuso y, en menor medida, a Bal. 

29. Por supuesto, lo hicieron sin distinguir entre datos absolutos y relativos, y sin distinguir tampoco entre primera ola (cuando la gestión era del Gobierno) y segunda y tercera (cuando la gestión la asumió la Comunidad de Madrid)

30. Si alguien tiene alguna duda de qué ocurrirá con los impuestos en Madrid, ayer quedaron despejadas todas. Si gobierna Gabilondo con Iglesias, se subirán. Si gobierna Ayuso con Bal, se bajarán

31. Lo hemos dicho ya en EL ESPAÑOL, pero lo repetimos: todas las posibilidades de que gobierne Gabilondo con Iglesias pasan por la no-entrada de Ciudadanos en la Asamblea de Madrid. 

32. Un detalle más. Iglesias no sabe cuántos españoles han muerto durante la pandemia y mientras él era vicepresidente. Tampoco sabe cuántos hospitales hay en Madrid (tuvo que leerlo en sus notas). También confunde el índice de producción industrial con el de productividad. Mónica García no fue capaz de citar la fuente de sus datos (flagrantemente falsos). 

33. Ahora, imaginen al motor de la economía española, es decir la Comunidad de Madrid, en manos de gente con esta capacidad de trabajo

34. Este es un buen análisis:

35. ¿Quieren un resumen del debate? Muy fácil. Todo lo que hay que decidir el 4-M es si Iglesias debe entrar en el gobierno de la Comunidad de Madrid o no.

36. Un voto a PSOE, Podemos o Más Madrid es un a que Iglesias haga en Madrid lo que Ada Colau ha hecho en Barcelona.

37. Un voto a Ciudadanos, PP o Vox es un no a Pablo Iglesias. Así de sencillo. 

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