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. François Lenoir/Reuters

LA TRIBUNA

Sí, no, Sí, Spitzenkandidat

La autora analiza la forma en la que se ha elegido a la candidata a presidir la Comisión Europea y reclama un modelo más democrático para fortalecer el sentimiento común europeo.

10 julio, 2019 01:51

Sí al Spitzenkandidat en las elecciones europeas del 2014; no en este 2019 y Sí en las elecciones 2024.

En realidad, y a pesar de la decepción que todos los ciudadanos europeos nos hemos llevado con lo decidido por el Consejo Europeo a puerta cerrada, el Spitzenkandidat está aquí, en la democracia europea. Un proceso que funcionó y se implementó en las elecciones de 2014 debe seguir vivo. Creo que es mejor enfocarlo así, con la decepción todavía latiendo pero con la viveza de los modelos que deben respetarse y permanecer porque hacen aflorar lo mejor de la democracia supranacional europea.

El Parlamento Europeo tiene poder, lo tiene. En esta ocasión, las negociaciones opacas de los jefes de Estado y de Gobierno han bloqueado y eclipsado a los candidatos principales a presidir la Comisión Europea pero está ahí la inspiración, la tendencia y la señal fuerte parlamentaria. El máximo exponente de la democracia representativa es el Parlamento Europeo. El voto de los ciudadanos para elegir al presidente de la Comisión Europea no se ha escuchado, no ha habido una respuesta de los líderes que se encerraron en sus maniobras de poder. Maniobras de poder en la oscuridad.

En la sesión plenaria del pasado miércoles un Parlamento Europeo orgulloso de serlo dijo en voz alta que lo que ha hecho el Consejo Europeo no es admisible, no quiero ni nombrar a los que dieron la espalda al himno de Europa y a la razón de ser de la UE.

Esteban González Pons, PPE, en un discurso fuerte pero templado en la forma y sólido y directo en el tono, expuso: “Europa, además de parecer democrática, debe serlo”. Donald Tusk no sabía qué expresión poner porque no hay respuesta posible ante los argumentos democráticos reales y firmes.

Durante esta legislatura, el Parlamento Europeo trabajará para recuperar el modelo de los candidatos principales

Siguiendo este mensaje, Iratxe García, PSE, dos españoles seguidos desplegando sus discursos en el Parlamento Europeo, también explicó a Tusk, sin matices ni excepciones, que no respetar el sistema de los Spitzenkandidaten es no respetar la democracia

Durante esta legislatura, el Parlamento Europeo trabajará para recuperar el modelo de los candidatos principales. Eso sí, habrá que definir de manera clara, y con una normativa escrita y establecida, quién debe ser el presidente de la Comisión Europea, si el candidato del Grupo parlamentario más votado, como sucedió en la elección de Jean-Claude Juncker, o si habrá un debate posterior entre Grupos pero siempre con los nombres sobre la mesa de los candidatos elegidos. En estas elecciones 2019, Manfred Weber y Frans Timmermans, en ese orden.

Ensamblado a esta acción política, el Parlamento Europeo deberá trabajar para que en el Tratado se incluya el proceso de los Spitzenkandidaten como norma y no como “recomendación”. Para que el Consejo Europeo no pueda decidir a puerta cerrada, a escondidas de los eurodiputados y de los ciudadanos europeos. El modelo debe institucionalizarse.

No me gusta leer que el sistema está “muerto” porque creo firmemente que, si de algo ha servido esta desilusión profunda, es para que nuestros representantes parlamentarios se unan. De hecho, estos días los grupos europeístas se han unido para obstaculizar que se abran camino eurodiputados que en realidad no son eurodiputados.

En esta nueva legislatura europea que emprendemos, el Spitzenkandidat debería fortalecerse. Es el primer paso hacia las listas transnacionales porque los ciudadanos han empezado a escuchar dos, tres nombres de candidatos de diferentes países a presidir nuestro Gobierno europeo. Los ciudadanos ya han tomado nota de la señal supranacional paneuropea en relación a nuestros representantes políticos. Hay que ir entrenando el que suenen los nombres y se reconozcan los rostros. Así, lograremos unas listas trasnacionales con todo lo que significan para fortalecer el sentimiento común europeo.

En estas elecciones ha habido un retroceso en cuidar los catalizadores que hacen avanzar a la democracia europea 

Los Grupos parlamentarios europeístas deben trabajar desde hoy mismo para hacer política abierta y recuperar el modelo democratizador permanente de la Unión Europea. Es cierto que ha habido un bloqueo, una sombra, en este Consejo Europeo pero enderezaremos el timón.

El nuevo Parlamento Europeo tiene que trabajar desde el primer minuto en los retos de la UE, cambio climático, política común de inmigración, fortaleza del europeo, desafíos de la inteligencia artificial, defensa común, lucha contra los nacionalismos y populismos, brexit. También debe mirar más a fondo a la política de largo recorrido, a la que llama a procesos en el marco del proyecto de integración que es la UE. 

En esta semana de constitución de las Comisiones parlamentarias, quiero destacar que todas, pero muy especialmente la Comisión de Asuntos Constitucionales, AFCO, deben trabajar en el modelo europeo constitucional y en el método de toma de decisión de la UE. En estas elecciones ha habido un retroceso en cuidar y guardar los catalizadores que hacen avanzar y consolidarse a la democracia europea pero vamos a volver al camino trazado por el proceso de los candidatos principales. 

Creo que, cuando la UE atienda a temas urgentes, hay que retomar el debate para convocar una Convención europea constituyente. Será la tercera. Será la que implemente el modelo del Spitzenkandidat. Con ese nombre que nos hemos aprendido y pronunciamos medio bien o con otro que signifique lo mismo y que incluso vaya más allá. Respetando su esencia y poder democrático, parlamentario, ciudadano, representativo. Sí en el 2014; no en el 2019; Sí en el 2024.

*** Susana del Río Villar es doctora en Ciencia Política y experta de la UE.

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