La declaración del estado de alarma en España que ayer anunció el presidente Sánchez y hoy concretará el Consejo de Ministros era la consecuencia lógica tras ver cómo se han disparado el número de contagios y el nerviosismo en todo el país. Por mucho menos, una huelga de controladores, Zapatero activó esa medida exepcional que contempla nuestra Constitución.

Tiempo habrá más adelante, como ha advertido Pablo Casado, de ver si se ha actuado con la suficiente diligencia. Pero el líder del PP demuestra sentido de Estado al respaldar el paso dado por el Gobierno. Los hechos demuestran que además un mando único para coordinar el sistema de salud, el país necesita unidad política para afrontar con determinación y confianza el reto que plantea el coronavirus.

Reino de taifas

Está claro que ante una pandemia como la que sufrimos no podíamos seguir viviendo en el reino de taifas de las diecisiete sanidades, con las autoridades de Castilla-La Mancha cuestionando el cierre de colegios o con Murcia decretando por su cuenta el aislamiento de zonas turísticas. El Covid-19 no entiende de identidades ni de fronteras, por eso es tan importante también la coordinación con la Unión Europea.

Es lamentable, por todo ello, que Torra, en lo que parece un nuevo ataque de soberanitis, haya pretendido adelantarse al Gobierno de España reclamando en la noche del viernes el confinamiento de toda Cataluña, para cerrar el territorio al resto de España. Ya antes había aislado varias ciudades por su cuenta sin el respaldo legal necesario para dar un paso así.

Responsabilidad

Por supuesto, el presidente del Gobierno debe ejercer la autoridad que le concede el estado de alarma para unificar criterios en toda España -Cataluña incluida- y al mismo tiempo dotar de recursos suficientes al sistema sanitario para evitar su colapso en días que se prevén muy complicados. Por supuesto, con la colaboración de todos, y ahí resulta muy tranquilizadora la excelente coordinación que están demostrando el Ministerio y la Consejería de Sanidad de Madrid.  

Hoy EL ESPAÑOL avanza que el Gobierno pretende movilizar a médicos jubilados y a aquellos que aprobaron el MIR pero no obtuvieron plaza para combatir con más medios al coronavirus. Nos parece una medida en el buen camino que trata de evitar el ir a remolque de los acontecimientos. Pero deberán llegar otras. Ahora bien, no hay que caer en el error de pensar que aquí sólo se la juegan Sánchez y las autoridades: todos los ciudadanos tenemos una responsabilidad para controlar y derrotar a una pandemia que va a poner a prueba a todos.