Los datos sobre las listas de espera en la Sanidad que publica hoy EL ESPAÑOL constatan la imperiosa necesidad de revisar (y reformar) nuestro Sistema Nacional de Salud. Para someterse a una intervención quirúrgica en nuestro país hay que esperar ahora 115 días de media.

La Unión Europea ya avisa de que las listas de espera en España son un grave problema e insta al Gobierno a acometer una mayor inversión en Sanidad. Para ello deberá incrementarla en dos puntos del PIB y acercarse así al 9%, en consonancia con los países de nuestro entorno. 

Dos Españas

Analizada la situación por regiones, el panorama es desolador a la vez que injusto. Andalucía es la comunidad en la que más tarda un paciente en pasar por el quirófano (164 días), por delante de Castilla-La Mancha y Cataluña. Por contra, es en Madrid, en La Rioja o en el País Vasco donde este proceso se realiza con mayor diligencia.

Estos datos demuestran que hay dos Españas en algo tan sensible y crucial como es la atención sanitaria de los ciudadanos. La previsible formación de un Gobierno en el que los nacionalistas y los populistas serán decisivos no augura nada bueno en cuanto a la necesaria igualación del acceso a los servicios de salud.  

Arma política

La urgente reforma que requiere nuestra Sanidad implica no sólo incrementar los recursos, sino mejorar la eficiencia de los mismos. Eso pasa indefectiblemente por apostar por la colaboración -y la retroalimentación- entre el sector público y privado. De ahí la diferencia que subrayábamos entre unas comunidades y otras. 

Pero, ¿es eso posible cuando el llamado a ser vicepresidente del Gobierno se muestra refractario a explorar nuevos modelos de gestión y censura a Amancio Ortega por donar millones de euros para la lucha contra el cáncer? Este ejemplo demuestra lo necesario de cambiar la mentalidad de algunos y de que la Sanidad deje de ser empleada como arma política. Prestar los mejores servicios sanitarios debe ser una prioridad de Estado.