La batalla de la Generalitat y de las Comunidades del PP para exigir a Hacienda las entregas del dinero correspondiente a la financiación autonómica sube a otro nivel. Como cuenta hoy EL ESPAÑOL, Podemos se apoya en un informe técnico jurídico de la Xunta de Galicia para acusar al Gobierno en funciones de "mentir" porque, según entienden los populistas, en él "se avala el pago de los anticipos" a las regiones que asciende a 4.738,6 millones de euros. 

En esencia, el escrito jurídico al que alude Podemos reafirma la posición del PP de que "no existen argumentos de peso" en el "plano jurídico" para impedir este abono porque, como indica el informe amparándose en el artículo 156 de la Constitución, es menester que las Autonomías "disfruten de la plena disposición de los medios financieros para poder ejercer sin condicionamientos indebidos y en toda su extensión" las funciones que les son propias. O dicho de otro modo: que PP y Podemos se justifican en la Carta Magna para exigirle al Ministerio de Hacienda que les pague de una vez.

Final de año

Es obligación del Ministerio de María Jesús Montero la convocatoria del Consejo de Política Fiscal y Financiera, pues la normativa de este órgano obliga a reunirlo dos veces cada ejercicio. Sin embargo, desde agosto de 2018 no ha habido ninguna cita de dicho Consejo, pese a que la ministra haya asegurado que se convocará antes de "final de año".

Al margen de que por el bloqueo político Galicia, Valencia y Madrid sean las regiones más afectadas, no parecen muy firmes las razones que en este asunto esgrime el Gobierno. El Ejecutivo se ampara en una respuesta de la Abogacía del Estado, que entiende -en apenas 13 páginas- que un Gobierno en funciones no puede desbloquear fondos a las Comunidades.

Desigualdad

La realidad es que la Generalitat de Quim Torra ha llevado a la Justicia al Estado por el bloqueo por parte de Hacienda de los anticipos a cuenta del sistema de financiación. Sin ellos, ni Cataluña ni ninguna región pueden cumplir sus objetivos de déficit. Y es indudable que vivimos una rebelión de las Comunidades que no es sino un aperitivo de la inexorable reforma del modelo de financiación autonómica que está pendiente desde hace cuatro años.

Esta revuelta de las Autonomías contra el Gobierno nos aboca a un guirigay fiscal que, cuando menos, confunde a los ciudadanos. Mientras Cataluña anuncia una subida del Impuesto de Sucesiones o del IRPF, Madrid promueve la "mayor rebaja fiscal de la historia". El propio bloqueo de la situación ha conseguido dos tristes hitos: generar la desigualdad entre unas regiones y otras en relación con los impuestos, y que los independentistas, Podemos y el PP acaben por unirse en un frente común contra Pedro Sánchez. Ahogar a las Autonomías es abonar la insolidaridad entre ellas.