Este domingo, los jefes de Estado de los 27 miembros de la UE y la primera ministra británica, Theresa May, han rubricado el acuerdo de salida de Reino Unido en una cumbre extraordinaria celebrada en Bruselas. Es la primera vez en la historia que un país abandona la Unión Europea

No cabe duda de que el brexit es una calamidad que afecta a ambas partes, además de una mutilación dramática del proyecto europeo que envalentona a los eurófobos del continente. La convocatoria del referéndum en 2016 fue una huida hacia delante del entonces premier David Cameron, y conviene recordar el estrechísimo margen (59,1 % frente a 48,1%) por el que los británicos decidieron abandonar la UE. Es significativo que los defensores más radicales del brexit, de Nigel Farage a Boris Johnson, están desaparecidos hoy de la primera línea política.

Reivindicaciones sobre Gibraltar

De todas formas, con la firma del acuerdo de salida se abre un horizonte incierto e inmediato en el que Reino Unido sufrirá todos los inconvenientes de un Estado miembro de la Unión, y, sin embargo, no gozará ninguna de sus ventajas.

Pero es que el brexit también aboca a España a relanzar las reivindicaciones lógicas sobre Gibraltar, sobre las que nos asisten tanto el Derecho como la Historia y la razón. Una vez que los británicos dejen de ser un Estado de la Europa unida, se hará más flagrante el anacronismo de una frontera en el Peñón. 

Tragedia colectiva

Pedro Sánchez ha tenido una oportunidad histórica para poner sobre la mesa las reclamaciones sobre Gibraltar, pero tras los aspavientos y las amenazas de vetar la cumbre del domingo, finalmente optó por transigir y aceptar lo que días antes el Gobierno consideraba "inaceptable". Y eso, además, con el consiguiente desprestigio de la diplomacia española y el descrédito de nuestro país en el ámbito de la UE. 

Este brexit de la sinrazón y la demagogia podría desmoronarse, paradójicamente, si el Parlamento británico tumba el acuerdo firmado en Bruselas por demasiado blando y May se ve obligada a convocar unas elecciones en las que podría ocurrir cualquier cosa. Más aún cuando una encuesta de Sky News revela que a día de hoy el 55 % de los británicos quiere otro referéndum del brexit y un 54% está en contra de abandonar la UE.