Los relevos simultáneos en las direcciones de los dos grandes bancos españoles revelan el lento pero inexorable proceso de rejuvenecimiento del Ibex 35. Tanto Carlos Torres Vila -al frente del BBVA a partir de enero del 2019- como Andrea Orcel como nuevo consejero delegado en el Santander muestran la evolución de la banca española.

En cualquier caso, el anuncio del abandono de Francisco González en 2019 ha cogido al mercado por sorpresa. Su sustituto, Torres, goza de una amplia formación global y, al igual que el propio González, empezó como programador. Torres maneja el código de las empresas tecnológicas, procede de la banca digital del BBVA y es un férreo defensor de la implementación de la inteligencia artificial en beneficio del cliente. Su nombre garantiza el rumbo que la dirección de la entidad ya había marcado.

Idiosincrasia

Por su parte, el nombramiento de Orcel como consejero delegado del Santander, en sustitución de José Antonio Álvarez, que pasa a ser vicepresidente, refrenda la apuesta por la internacionalización de un banco que hace tiempo que decidió ser global.

Orcel viene de ser el número dos de UBS, gozaba de la entera confianza de Emilio Botín y es un perfecto conocedor de la idiosincrasia de la casa. A esto hay que añadir su apuesta por la captación de talento y la tecnológica.

Grandes oportunidades

Los relevos en dos buques insignia de las finanzas españolas han sorprendido por inesperados y conllevarán un cambio radical en la estructuras de las entidades, si bien quedan garantizados el espíritu y la esencia que los han hecho grandes.  

De Torres y de Orcel es ahora el reto de adaptar estos dos grandes bancos a un entorno de márgenes más bajos. También liderar la digitalización definitiva en un marco novedoso y cambiante en el que no van a faltar las oportunidades.