La Operación Enredadera ha permitido destapar una trama de corrupción ligada a los radares de tráfico, la gestión de multas y la instalación de semáforos que afecta a más de 40 ayuntamientos de todo el país. Los consistorios habrían contratado a la empresa Aplicaciones Gespol SL a cambio de comisiones y gracias, en muchos casos, a la implicación de jefes de Policía Local. Por ello, entre las 39 personas detenidas están los responsables policiales de Oviedo, Alcobendas, Fuenlabrada o Pinto.

Como muestra de la magnitud de esta operación, en la que han participado 600 agentes de la UDEF, un botón de muestra: sólo en Villanueva de la Cañada, municipio madrileño de 20.000 habitantes, se adjudicaron a la citada Gespol contratos por valor de 300.000 euros.

Gallina de los huevos de oro

Entre los detenidos figuran el conocido empresario José Luis Ulibarri, implicado en Gürtel, y el alcalde de Arroyomolinos, Carlos Ruipérez, que tiene el triste honor de ser el primer alcalde de Ciudadanos detenido por corrupción. Ruipérez, ex del PP como tantos otros ediles que han recalado en el partido de Rivera, ya negoció su investidura en minoría a espaldas de la formación.

Con todo, lo fundamental de este asunto es comprobar cómo decenas de ayuntamientos han encontrado en los radares de tráfico su particular gallina de los huevos de oro, el maná para alimentar sin escrúpulos sus arcas municipales a costa de los conductores.

La supervisión de la DGT

El afán recaudatorio de los consistorios ha acabado engendrando, además, un nido de corrupción que no entiende de siglas ni de territorios. Los investigados podrían tener que responder por múltiples delitosprevaricación, fraude, malversación, tráfico de influencias, revelación de información privilegiada... y hasta pertenencia a organización criminal. 

Pero si algo debería estar claro a estas alturas es que la responsabilidad de un asunto tan delicado como la seguridad vial nunca tendría que dejarse en manos de alcaldes y concejales, o al menos, habría de ser supervisado indefectiblemente por la Dirección General de Tráfico.