'Marta' (cuadro al óleo de Fernando Arrabal).
¿Martas y viajes a Pléyade?
El dramaturgo Fernando Arrabal, último gran genio del siglo XX, escribe cada domingo en EL ESPAÑOL, recordando sus vivencias con las mayores figuras de la cultura universal.
La Fundación Ford, en 1959, nos invitó a nuestras anchas a los Estados Unidos a seis escritores europeos.
Según la fundación, llegaríamos a ser los más preponderantes en nuestros respectivos países. Apuesta delirante y casi clarividente que desde Italo Calvino hasta Gunter Grass, de Robbe-Grillet a Hugo Claus lo consiguieron 5/6 (excluida España).
En aquellos tiempos, se viajaba en barco con inmensas maletas sin ruedas. Dalí me dijo que Gala lo hacía con veinte maletines y bultos, mientras que él llevaba siempre un solo equipaje.
Años después, las autoridades culturales australianas, esta vez, decidieron que iba a ser yo solo el escritor más notorio de Europa. Esta apuesta totalmente inverosímil e incluso desternillante me condujo a pasar un mes inolvidable en las antípodas.
El viaje morrocotudo duró tres días comiendo, desayunando y cenando siempre lo mismo. Con escalas constantes y mínimas. Sólo nos dejaron salir medio día al llegar a Karachi para visitar el Mercado Central.
En Sidney coincidí con la llegada de la 'operación Marta': 800 mujeres de 20 a 35 años, solteras y católicas. La operación del Gobierno franquista hubiera debido llevar a Australia mujeres que, como la hermana de Lázaro de Betania, serían sumisas y obedientes.
Las deliciosas Martas, ¿se parecieron más a su hermana?
No pude volver de Australia por la capital de México ni me esperaba en ella Alejandro Jodorowsky, a quien le había anunciado mi llegada para el miércoles. Jodo logró una excepción, pues el Gobierno mexicano, fiel a la República de la guerra, prohibía la entrada en el país a todo español con un pasaporte diferente.
Como Phileas Fogg en La vuelta al mundo en ochenta días de Julio Verne, volando hacia el este gané un día sin darme cuenta, y di un plantón involuntario a Jodo.
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Siete “seudo-arrabalescos” viajeros.
1. "…codicioso ¿como la sensatez?".
2. "…los elementos ¿nos diferencian?".
3. "…tan cachazudo ¿repleto de ansiedad?".
4. "…complacido ¿sin impertinencia?".
5. "…gozar ¿sería su fuero?".
6. " …con infinitos medios ¿sin fin?".
7. "…toda remembranza ¿es concluyente?".
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Poemas plásticos
'Ángelus de Millet'.
'Nido de serpientes'.
'Penas del joven Werther'.
Hasta la semana próxima, si Pan me prestara vida.