Hay en Cádiz (y en toda España, aunque aquí abajo especialmente) el personaje del Juancojones, que El Love y compañía llevaron a la chirigota. De hecho, la peña carnavalera de este grupo se quedó con este nombre: Los Juancojones.

El Juancojones, para que me entiendan, es ese tipo al que se le caen. Un caso televisivo podría ser Vicente, el de la serie de TV La que se avecina.

Es elocuente el estribillo de dicha chirigota: "Qué sueño, qué flojera, ojú me está entrando a mí: como yo me acueste, no me levanto ni pa'dormí".

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el ex vicepresidente, Juan Marín, en la firma de su pacto de Gobierno tras las elecciones de 2018.

El presidente de la Junta, Juanma Moreno, y el ex vicepresidente, Juan Marín, en la firma de su pacto de Gobierno tras las elecciones de 2018.

Partiendo de este arquetipo, me viene a la cabeza otro personaje de nuestra fauna patria al que podríamos bautizar como el juanmarín, en honor al exvicepresidente de la Junta de Andalucía (flamante presidente del Consejo Económico y Social) y epítome del político profesional.

"De partido en partido hasta la jubilación final", podría ser el lema, parafraseando la máxima marxista, de estos camaleones de la política, donde también se destaca su excompañero Toni Cantó. El hombre de las siete vidas políticas.

Si algo tienen en común estos personajes de la picaresca nacional es que brincan cual ardilla de árbol en árbol para escapar de las llamas del INEM.

A Marín lo recuerdo en política hace ahora 15 años, en un partido independiente de Sanlúcar, como vicealcalde de la hoy vicepresidenta de la mesa del Parlamento Andaluz, la socialista Irene García. Otra que tal baila: hasta hace dos días, presidenta de la Diputación de Cádiz.

La noche del 19 de junio, tras la debacle de Ciudadanos en Andalucia, Marín declaró que ahí acababa su vida política. Este columnista, tras soltar una risotada, auguró en Twitter su inminente vuelta como independiente al Gobierno de Moreno Bonilla.

No andaba muy desencaminado cuando cuatro meses después el sanluqueño remonta el Guadalquivir para presidir el Consejo Económico y Social.

Lo que invita a preguntarse si es la persona más idónea para desempeñar este cargo (¿no habrá gente más preparada que un relojero de profesión?), qué funciones tiene el mismo y si acaso no es prescindible este alto cargo por el que se va embolsar 65.000 euros anuales.

Charlando el otro día con una chica italiana, natural de Bari, me preguntó por qué en España y en Andalucia no había mafia. Ella me estuvo contando las aberrantes prácticas de la Sacra Corona Unita (SCU), el grupo criminal que se enseñorea en su región, la de Apulia, en el tacón de la bota.

Entonces le inquirí si es que acaso no había oído hablar de la PSOE, para luego resumirle en cinco minutos sus prácticas durante cuarenta años en Andalucía.

Boquiabierta, me replicó que entonces los de la SCU eran unos aprendices al lado de estos chaves y griñanes de patio de Monipodio. Yo no me atreví a llevarle la contraria, claro.

Con ello quiero decir que con estas actuaciones de engorde de la Administración paralela y los altos cargos, el Partido Popular toma la misma senda que el PSOE en Andalucia. Tanto monta, monta tanto.

A los del PSOE los echamos por fin y se quedaron sin su red de sinecuras. Por cerrar con otra chirigota, en este caso Los Quemasangre de El Selu, se ha hecho viral en estos días una parte del popurrí en el que interpretan Bohemian Rhapsody de Queen con la letra dedicada a estos juanmarines que dice así:

Toda la vida tú / Fuiste un político / Que ha estao comiendo / Siempre de la olla grande / Puesto a deo / Puesto a deo / Tú, tu prima y tu cuñá / Pero pasó / Que tu partido perdió / Y te han echao / A la puta calle / Entonces qué / Po ya ves / Ya no llegas a fin de mes / Mama / Si ahora te ves / Sin coche oficial / Ni despacho pa mandar / Mama / A buscarte el pan / A comer papa con huevos / De almorzar / Mama, tú / Las fotos con el rey / Las puedes poner encima / Del microondas / Eres ya / Un tieso más / De chico te decían que estudiaras / Y tú nunca hiciste caso / ¡A mamá!