Creo en un sola Cataluña,

nación todopoderosa,

merecedora del cielo y de la tierra,

de todo lo visible y lo invisible.

Creo en un solo señor, Puigdemont,

hijo único de Mas,

nacido de la CUP antes del 155:

DIU de DIU,

votarem de votarem,

catalán verdadero de catalán verdadero,

engendrado, no creado,

de la misma naturaleza que Pujol,

por quien todo fue hecho;

que por nosotros los catalanes

y por nuestra nación

bajó de Gerona,

y por obra del procés

se encarnó del PDeCat,

y se hizo molt honorable;

y por nuestra causa sufrió exilio

en tiempos de Mariano Rajoy;

padeció y fue perseguido,

y resucitó para ser candidato, según Pilar Rahola,

y subió al trending topic,

y está sentado a la derecha de Trapero;

y de nuevo vendrá con gloria

para independizarnos,

y su república no tendrá fin.

Creo en Pep Guardiola,

señor y dador de enseñanzas,

que procede de Pujol y de Lluís Llach,

que con Pujol y Llach

recibe una misma adoración y gloria,

y que habló por los Jordis.

Creo en la Iglesia catalana,

que es una, santa, patriótica y apostólica.

Confieso que hay un solo bautismo

para el perdón de los charnegos.

Espero la resurrección de todos los independentistas

y la vida del mundo futuro lejos de España.

Amén.

(Inspirado por el obispo de Solsona, Xavier Novell).