Las huellas de Karl Polanyi asaltan el ciberespacio con una prosa tan natural como elegante, por lo mucho que tiene de sencilla. Con ella, Karl Polanyi rompería los arquetópicos del credo del liberalismo económico. El estilo de tan conseguida prosa viene determinado por su fondo crítico.

Porque Karl Polanyi supo mostrar como nadie los procesos históricos que han originado las estructuras de mercado que hoy nos dominan. A la hora de comprender la realidad, nada hay mejor que desmontarla, por ello se hace tan importante una lectura que nos muestre la visión actual de ajuste automático de los mercados como lo que realmente es; una fantasía peligrosa que conduce a la crisis y ensancha cada vez más el abismo entre privilegiados y desfavorecidos.

Tal vez por estas cosas, el trabajo de Karl Polanyi se haya visto relegado de los planes de estudio de las carreras universitarias que comercializan el desempleo. No es de extrañar que Polanyi quedase orillado, entre los márgenes y la incertuidumbre que es lugar donde se animan los principios de la transformación. En su puesto, los planes de estudio se dedicaron al manual de Friedrich von Hayek, el famoso Camino de servidumbre, texto fundacional de la cruzada neoliberal y un análisis trampero pues donde Friedrich von Hayek quiso decir “Stalín”, dijo “Hitler”. Hay trampas que cantan mucho y cuando salió Camino de servidumbre, en la última etapa de la guerra, Stalin andaba cerca de los aliados.

Por la misma época, Karl Polanyi publicaría La gran transformación pero claro, sin el apoyo ni la financiación que tuvo von Hayek. Por estos detalles, Friedrich von Hayek viviría entregado a justificar los errores de los mismos que lo apoyaron. Por el contrario, el estudio de Karl Polanyi no escatima en luces a la hora de mostrar aspectos, sino que nos pasea por un escenario en ruinas donde las estructuras de mercado dominan la sociedad, la civilización deja de existir y las banderas y los uniformes van tomando posiciones.

Karl Polanyi nos pone alerta. Su voz acude a nuestro tiempo para explicarnos que la crisis económica que domina el mundo es resultado de una maquinaria puesta en marcha con sentido reduccionista, semejante a un burro mecánico que arrastra el peso de la tartana donde viajan los privilegios.

Hay huellas que se niegan a ser borradas y la de Karl Polanyi siempre resulta un hallazgo, como el tuit de alguien que lanza las consignas de La gran transformación a través del ciberespacio.