Definamos bocazas. No es el sincero ni el honesto, ni siquiera el indiscreto. Hablo de la persona que habla de más y elige el momento más inoportuno para soltar la bomba de relojería; rodeado de gente, eso sí. El bocazas con público se viene arriba. Cristiano Ronaldo es un buen ejemplo. Recomiendo que escuchen las declaraciones íntegras del portugués después del derby del sábado. Sin inmutarse, recrimina a James y a Isco que no estén a la altura y se lamenta de que haya que tirar de canteranos. “Para ganar una competición tienes que tener a los mejores jugadores”. Una verdad como un templo.

El pobre chico tenía tensionado hasta el paladar delante de los micros; de ahí que dijera que “afortunadamente los mejores no están” y que ni un periodista lo corrigiera relamiéndose con el titular que generaba su incorrección lingüística. No están Marcelo y Bale por lesiones y Benzemá abandonó el partido por el mismo motivo. Desafortunadamente amigo, no te confundas. Al menos para vosotros, madridistas.

Cristiano Ronaldo es un bocazas. Lo es por piarla sin analizar qué ha hecho él para que su equipo esté a 12 puntos del líder, a cuatro del Atleti y con el Villarreal oliéndoles el culo. El tipo que ha conseguido que los niños de medio planeta celebren los goles como él falló un penalti en Málaga que hubiera supuesto el 0-2 y en el Bernabéu no acertó en las dos ocasiones que tuvo: una la cruza en exceso y la otra la remata al muñeco. Eso por no comparar esta temporada con otras.

Es el riesgo que se corre cuando los Balones de Oro y el pichichi son algo más que un reclamo para vender camisetas.

A mí todo esto me lo cuenta El Patillas, no se crean que soy tan lista. Lo escupe un madridista que la primera vez que pisó el Bernabéu fue para ver al Castilla que llegó a la final de la Copa del Rey contra el Real Madrid; el mismo individuo que saltó la valla del estadio varias veces antes de que fuera una esquina de tiendas de moda escapando siempre de los seguratas. Con alcanzar el pasillo de la grada y sentarse, bastaba.

30 años después la lía en casa y alimenta #OídoEnMiSalón, como solo pueden hacerlo los que creen que no le escuchan.

De CR7 solo puedo decir “pobre niño rico”. Eso y cruzar los dedos. El Patillas, tan madridista él, apostó en septiembre a que el pichichi sería Luis Suárez y la Champions la ganaría el Bayern de Múnich.

Y como gane, pillo cacho fijo.