Mujer haciendo foto de paisaje

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Por qué no deberías subir tus fotos de Semana Santa a las redes sociales

Unas idílicas vacaciones pueden acabar en pesadilla si no se tiene cuidado al compartir fotos y otros datos por internet.

8 abril, 2022 16:31

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Es la primera Semana Santa después de dos años en la que el fantasma de la pandemia no acecha con fuerza. Las autoridades en España han eliminado la mascarilla en exteriores, momento perfecto para hacerse las mejores fotos en los lugares de destino y lucirlas en las redes. Sin embargo, este postureo tan placentero puede traducirse en una pesadilla si no se toman las necesarias medidas de seguridad.

Para muchos, irse de viaje y no contarlo en redes sociales es como si no hubiera ocurrido, fardar frente al resto de contactos es un deporte muy popular, que todo el mundo está en su derecho de practicar. Pero sin olvidar que los robos y ciberataques abundan en estas fechas, en su mayoría fomentados por esa exposición pública de la vida privada. 

A lo largo de 2021, los robos en viviendas aumentaron en España un 4,3%, hasta alcanzar la cifra de 75.501, más de 8 cada hora. A principios de año, también se alertó de los riesgos personales que suponía compartir los efectos de la tormenta Filomena. Además, en los dos meses de marzo y abril, cuando se celebra Semana Santa y otras fiestas, la tasa de robos aumenta al 13%.

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Los expertos de Movistar Prosegur Alarmas así como la Oficina de Seguridad del Internauta (OSI) piden a los viajantes pensar con cuidado aquello que se va a difundir por la red. Robos en viviendas, ciberataques personalizadas y múltiples trampas informáticas en las que se suele caer sin pensar, guiados por la emoción de verse lejos de casa y las preocupaciones del día a día.

Redes: catálogo de víctimas

Hay quién tiene una especial habilidad para publicar cada 20 minutos en Instagram, Facebook o TikTok algún detalle del viaje. Desde fotos en lugares de ensueño, hasta vídeos en directo visitando una ciudad. Junto a las imágenes se comenta la visita, se incluyen hashtags explicando el destino y otros detalles como el tiempo que se va a estar de viaje. 

Toda esa información, puede ser motivo de cotilleo para los amigos y la familia, pero es un catálogo de gran valor para los ladrones. "Tu privacidad es más importante que ganar unos cuantos likes" insiste la OSI. No solo saben que estás fuera de casa y pueden tratar de robar en ella, cuya dirección controlan por otras fotos que se han subido con anterioridad desde la vivienda, sino que la exposición en redes sociales también sirve a los ciberdelincuentes como fuente de inspiración para enviar correos phishing.

Esperar a la vuelta a casa para compartir los momentos más memorables del viaje es el principal consejo de los expertos en ciberseguridad. Quizás no sea tan divertido, pero es menos tentador para los que acechan en internet. Detalles como el hotel pueden servir a los hackers para preparar el gancho perfecto en un ataque de ingeniería social, tal y como advierten en INCIBE.

Junto a las fotos y vídeos, tampoco hay que subir datos sensibles. El número de teléfono o el correo electrónico así como cuentas bancarias y contraseñas son detalles obvios que mucha gente evita dar por la red. Sin embargo, otros aspectos igual de personales pueden parecer divertidos de compartir en una imagen como el pasaporte, los billetes de avión, la entrada del edificio u hotel en el que se aloja, incluso una captura del calendario con las fechas del viaje apuntadas.

Esta información puede derivar en técnicas de phishing que aluden a una factura a nombre de Airbnb, un correo proponiendo una oferta para una excursión cerca de donde se veranea que lleva a una web falsa o una multa de tráfico de esa región. También hay que tener en cuenta que si se tiene una segunda residencia en la que descansar, las fotos pueden indicar a los ladrones que esa casa suele estar vacía el resto del año.

Navegar entre tiburones

Para protegerse de todas estas situaciones, se recomienda revisar la configuración de privacidad de cada red social para confirmar que solo los conocidos o amigos más cercanos pueden ver la información que se comparte por ahí. Se crea un muro contra los posibles espía, un riesgo que también se puede dar en según que conexión a internet se utilice. Publicar imágenes o subir una Storie a Instagram es un gasto importante para la tarifa de datos móviles, por lo que muchas personas optan por usar redes WiFi públicas en hoteles o bares para realizar estas tareas.

La comparación del INCIBE es clara:"las wifi públicas son como un estanque de peces donde no sabes si puede haber algún tiburón acechando". Por este motivo, es mejor evitarlas y esperar a llegar a casa para subir vídeos o imágenes; el resto de búsquedas o consultas con menos carga se puede hacer a través de los datos telefónicos sin problemas, salvo si se quiere jugar o ver pelis por streaming, claro.

En caso de que sea inevitable recurrir a una de estas redes abiertas en aeropuertos, estaciones o centros comerciales, se puede hacer uso de una VPN para proteger la navegación y también se aconseja usar el modo incógnito. Sobre todo hay que evitar lo máximo posible introducir contraseñas mientras se navega desde esa conexión pública.

Las app falsas

Antes de compartir cualquier foto, es casi obligado pasarlas por algún filtro, editar los vídeos y aunque las aplicaciones de redes sociales ya cuentan con sus propias herramientas de edición, no siempre es suficiente. Aquí es donde entra un último tipo de ataque informático con el que tener especial cuidado: las aplicaciones falsas.

Los ciberdelincuentes cuelgan aplicaciones para móviles que imitan otras más populares para editar fotos o para reservar en restaurantes, consultar precios de aviones, etc. Dentro esconden un malware conocido como troyano que acaba infectando el terminal y robando datos para seguir generando otras estafas online.

Las tiendas de aplicaciones de Google y Apple, las que más se usan, luchan a diario por limpiar sus catálogos de estas amenazas, pero suelen llegar tarde. Por ello, se recomienda descargar siempre aplicaciones o programas conocidos, dentro de estas tiendas mejor que en cualquier página web, y revisando la empresa que la ha desarrollado. 

En cualquier caso, se debe contar con un buen antivirus en todos los dispositivos, con copias de seguridad para no perder todos los archivos y datos que se guarda en el teléfono y avisar a las autoridades como la policía o los bancos en caso de haber sufrido un hackeo. La ciberseguridad y el descanso en vacaciones no tienen porque estar reñidos.

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