Radar Lanza-T

Radar Lanza-T Ejército del Aire y del Espacio

Observatorio de la Defensa

Indra lidera en España la capacidad de fabricar chips de GaN: el material crítico para radares y guerra electrónica

Tras la adquisición de una participación en la compañía Sparc, Indra trabaja en la capacidad de diseñar y fabricar sus propios microchips de GaN.

Más información: El 'arsenal' tecnológico de Indra para modernizar el sistema de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra y la Armada

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El nitruro de galio (GaN) es ya considerado uno de los materiales y tecnologías clave para la defensa europea. Esto es gracias a que permite sustituir antiguos tubos de onda progresiva por componentes más compactos, potentes y que alcanzan mayores frecuencias.

Europa ha sido tradicionalmente dependiente de las importaciones para contar con este tipo de tecnología, presente en sistemas críticos como radares o en los dedicados a la guerra electrónica.

Con el objetivo de crear un tejido industrial nacional capaz de satisfacer la necesidad de GaN, Indra se encuentra actualmente trabajando en el impulso a esta tecnología con mayor relevancia desde que anunció su participación en la compañía viguesa Sparc.

"El uso del nitruro de galio multiplica por diez la potencia de radares, sistemas de defensa electrónica, comunicaciones, satélites y los sistemas de energía dirigida de radiofrecuencia, que se utilizan para neutralizar enemigos", ha señalado José Miguel Pascual, director de los Centros de Innovación de Indra.

Teniendo eso en cuenta, los microchips basados en este material incrementan el alcance de los sensores y elevan la eficacia de los sistemas de autoprotección y los empleados en la guerra electrónica. Todos ellos críticos para cualquier aeronave de combate que depende de estos sensores para sobrevivir e imponerse al adversario.

Además, según señalan desde Indra, el GaN reduce los costes de mantenimiento y aporta mayor fiabilidad cuando se opera bajo condiciones extremas, como las que puede encontrar un piloto de combate o un satélite en el espacio.

La compañía española "lleva años incorporando este tipo de microchips en los sistemas que desarrolla, pero ahora trabaja para disponer de capacidad propia para fabricarlos".

Indra anunció el pasado junio la toma de una participación del 37% en Sparc, convirtiéndose en el primer accionista de la startup viguesa especializada en la producción de chips.

Sparc es la primera factoría de este tipo que se implanta en España y la tercera con la que contará Europa con capacidad para atender las necesidades de defensa.

Radar MTR 5

Radar MTR 5 Indra

"La compañía ha estado fuertemente involucrada desde el año 2000 en distintos programas impulsados por la Comisión Europea, la Agencia Europea de Defensa y el Ministerio de Defensa español para dotar a Europa de capacidad de diseño y fabricación de estos componentes", asegura José Miguel Pascual.

"Es parte del trabajo que Indra realiza para detectar tecnologías de futuro y trabajar con todo el ecosistema de innovación para mantenerse a la vanguardia", ha proseguido.

Tal y como indican desde Indra, "con la puesta en marcha de Sparc, Europa refuerza el control sobre toda la cadena de suministro de componentes críticos, reduciendo su dependencia externa".

El GaN cuenta con "unas características electrónicas, estructura y una banda prohibida ancha únicas para trabajar en radiofrecuencia y fotónica", explica Pascual.

Esta banda prohibida "define la energía necesaria para liberar un electrón y, por tanto, el campo eléctrico que puede soportar el material sin que se produzca una ruptura".

Gracias al GaN, los ingenieros pueden diseñar los sistemas con un aumento notable de la corriente que se traduce en un incremento notable. Una característica tecnológica que mejora cuando se combina con un soporte de carburo de silicio que favorece una mayor disipación térmica.

José Miguel Pascual también explica que el mercado de semiconductores anticipa un "crecimiento acelerado de la tecnología de nitruro de galio sobre base de carburo de silicio".

Asimismo, se espera que la demanda "crezca en un factor de doble dígito en los próximos años".

En el catálogo de la propia Indra, existen productos como los radares AESA que equipan los cazas Eurofighter o los del modelo Lanza —con sus variantes— para la detección de elementos aéreos que podrán aprovechar esta nueva capacidad industrial.

Material crítico

El empleo de nitruro de galio ha permitido que los radares militares funcionen a frecuencias mucho más altas y que los jammers encargados de bloquear cualquier tipo de detección enemiga puedan incrementar su capacidad.

Radar Lanza-N

Radar Lanza-N Indra

La combinación de ambos permite que los aviones militares más modernos que incorporan esta tecnología puedan volar sin ser detectados por los sensores de los adversarios.

La criticidad de estas capacidades aplicadas al segmento de defensa se traduce en una perpetua carrera por una independencia y autonomía tecnológica, con Estados Unidos y China como los principales actores tradicionales.

Sin embargo, contar con esta capacidad industrial también es una de las prioridades para la Unión Europea, que ha impulsado algunos programas como MUSTANG —en el que también participó Indra— para lograr la independencia externa.

El consorcio MUSTANG está compuesto por 5 empresas europeas de distintos países con el objetivo de asegurar el suministro de GaN para su aplicación en sistemas de defensa. Todo ello utilizando en exclusiva una cadena de suministro europea.

La compañía que lidera el consorcio es la sueca Saab y cuenta con la participación de Hensoldt (Alemania), Indra (España),Thales SIX y Thales TDMS (ambas de Francia).

El proyecto tuvo una duración de 36 meses, un presupuesto cercano a los 12 millones de euros y ha constado de dos iteraciones de fabricación

Además de la rama de la aviación, Estados Unidos ha sido uno de los pioneros en emplear el nitruro de galio sobre el terreno con el objetivo de evitar los dispositivos explosivos improvisados (IED).

En concreto, han equipado sistemas jammer generadores de interferencias a sus soldados en Irak y Afganistán, consiguiendo buenos resultados interrumpiendo la detonación.