Radar Lanza-N
Indra entrega a la Marina india un radar de vigilancia aérea Lanza-N: el primero de su tipo operativo fuera de España
La compañía española mantiene un acuerdo con la indiaTata para llevar a cabo la producción de forma local de un programa comprendido por 20 radares.
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Como parte de un programa conjunto, Indra y Tata han instalado y entregado con éxito el primer radar 3D Lanza-N en un buque de guerra de la Marina de la India. Un hecho que marca el inicio de un programa más amplio para equipar de este sistema a más plataformas navales del país asiático.
El radar ha sido integrado con todos los sistemas del buque, según ha explicado la compañía española en un comunicado. "Su aceptación e incorporación se produjo tras rigurosas pruebas en el mar".
Durante esas pruebas, se desplegaron diversas plataformas navales y aéreas para "evaluar su rendimiento a la hora de detectar objetivos con distinta sección radar".
La colaboración entre Indra y Tata Advanced Systems ha propiciado la apertura de una factoría de ensamblaje, integración y pruebas que permitirá mantener una "producción continua" y, como consecuencia, "acelerar las entregas".
"Este proyecto va mucho más allá de la entrega e instalación de radares en un gran número de buques", ha asegurado Ana Buendía, directora de la Unidad de Negocio Naval de Indra.
Según ha explicado, también permite "establecer una colaboración significativa con Tata Advanced Systems", con quienes han trabajado para crear una fábrica de radares en Bangalore.
Radar Lanza
"Esto nos proporciona ahora soporte local para producir sistemas de forma más eficiente y ofrecer un servicio más cercano al cliente", ha afirmado.
En la parte india, Sukaran Singh, director ejecutivo y director general de Tata, comentó que la colaboración con Indra "refleja un compromiso compartido para fortalecer las capacidades de fabricación de radares" en el país.
"Aprovechando las sinergias locales, la experiencia técnica y una sólida cadena de suministro nacional, estamos construyendo un ecosistema sólido para tecnologías de defensa avanzadas", ha concluido Sukaran Singh.
Esta puesta en marcha del primer radar forma parte de un programa de transferencia tecnológica, que quedó materializado en un contrato firmado por Indra y Tata en 2020.
Prevé la entrega por parte de Indra de un total de tres radares completos, más los elementos del núcleo de su sistema para otros 20 sistemas, destinados a los buques de guerra de la India.
A los anteriores se suma un radar adicional de referencia para dar soporte a esta transferencia tecnológica durante el periodo adicional de sostenimiento de 12 años y medio.
La primera instalación, que no integración plena, se llevó a cabo en mayo de 2023, según recoge la propia Indra, tras fabricarse el sistema en Madrid. Desde entonces se han ido realizando trabajos de prueba a bordo de las embarcaciones
El radar Lanza-N que se ha implementado está basado en el que equipa el buque Juan Carlos I de la Armada española, aunque "el sistema se ha adaptado a los requisitos normativos de la India".
Por ejemplo, señalan, en el ámbito medioambiental para garantizar su óptimo funcionamiento incluso en condiciones de gran humedad y calor extremo.
Además, el radar indio "introduce las últimas actualizaciones tecnológicas y operativas incorporadas por Indra a su familia de radares Lanza". También cuenta con otras mejoras como una mayor potencia para el empleo del modo de largo alcance o la monitorización en remoto del sistema de presurización.
"Este proyecto confirma el potencial de exportación del radar Lanza-N, una solución española de alta tecnología para buques de superficie, diseñada como un radar táctico de largo alcance, modular, pulsado de estado sólido y con todos los equipos asociados totalmente integrados para una operación naval".
Radar Lanza
La función principal de este tipo de radar es la "detección de aeronaves no cooperativas dentro del volumen de cobertura instrumentado, incluso en condiciones adversas", aseguran.
"Lanza es una familia de sistemas de radar 3D de última generación basados en una arquitectura totalmente modular y escalable, tanto en equipamiento hardware como en capacidades software".
Todos los radares de esta saga son tridimensionales, de estado sólido, operan en banda L, cuentan con control electrónico de elevación de haces de radiación, disponen de arquitectura distribuida y son redundantes en elementos críticos, "lo que permite una degradación por fallo ligera en caso del fallo de ciertos elementos.
Radar Lanza-T
Asimismo, explican desde Indra, todos los sistemas radar Lanza integran los mismos elementos constructivos. Por ejemplo, comparten el conjunto y la columna vertebral de antenas, los amplificadores de potencia, las fuentes de alimentación, la conformación de haz, el procesamiento o la mecánica.
Hace dos meses, el Ejército del Aire y del Espacio integró un radar Lanza-T —versión táctica del Lanza-N naval— dentro del Sistema de Defensa Aérea español como parte del Grupo Móvil de Control Aéreo.
La integración se realizó desde las instalaciones del Escuadrón de Vigilancia Aérea (EVA) número 3, situado en la localidad de Constantina (Sevilla), donde se encuentra actualmente desplegado y funcionando.
Por otro lado, el centro de control aéreo donde se envía la información obtenida por el nuevo radar Lanza-T es el Grupo Central de Mando y Control (GRUCEMAC), en sus instalaciones dentro de la base aérea de Torrejón de Ardoz (Madrid).
"El Lanza-T mejora considerablemente la capacidad de vigilancia aérea desplegable, ya que es un radar tridimensional móvil de última generación, diseñado para proporcionar una cobertura de largo alcance y alta precisión en la detección de aeronaves", explican desde el Ejército del Aire y del Espacio.
El sistema incorpora "un barrido electrónico activo y un procesamiento digital avanzado, lo que le dota de mejores características de detectabilidad, eficiencia, resistencia y alcance".
En esta misma línea, la rama aérea de las Fuerzas Armadas españolas señalan la capacidad de "detección de aviones con tecnología stealth". Se trata de una de las características más representativas de los cazas de quinta generación, como el F-35, que consiste en una importante reducción de la firma radar con el fin de dificultar su detección.