Radar MTR 10 de Indra que participa en el COAAAS

Radar MTR 10 de Indra que participa en el COAAAS Izan González París (Francia)

Observatorio de la Defensa

El 'arsenal' tecnológico de Indra para modernizar el sistema de Artillería Antiaérea del Ejército de Tierra y la Armada

La compañía lleva años desarrollando los sistemas de detección y el centro de operaciones de una cúpula que tiene previsto proteger los cielos españoles.

Más información: La cúpula antiaérea del Ejército de Tierra español: "Podemos detectar misiles hipersónicos, pero falta un interceptor"

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Las claves

El Ministerio de Defensa invertirá 1.686 millones de euros en los próximos 10 años para modernizar el sistema de artillería antiaérea del Ejército de Tierra y la Infantería de Marina.

Indra es una de las empresas mejor posicionadas para liderar el proyecto, tras recibir una prefinanciación de 820 millones y haber desarrollado el sistema actualmente en uso.

La propuesta de Indra incluye una arquitectura en red con radar AESA MTR-10, que mejora la detección, la velocidad de respuesta y la automatización de la identificación de amenazas.

El nuevo sistema permitirá integrar diferentes tipos de armas y efectores, proporcionando protección frente a amenazas como misiles, drones y aeronaves tripuladas.

Entre las necesidades más urgentes del Ministerio de Defensa encabezado por Margarita Robles está la actualización del sistema de artillería antiaérea.

Tras más de un cuarto de siglo de operación de la actual plataforma, el Ejército de Tierra y la Infantería de Marina requieren de una arquitectura totalmente renovada que incorpore los últimos avances tecnológicos.

Tanto es así que se trata de uno de los Programas Especiales de Modernización impulsados por el Gobierno durante los últimos meses y que está dotado de 1.686 millones de euros a emplear en los próximos 10 años.

En el último Consejo de Ministros celebrado el pasado martes 18 de noviembre, Defensa anunció la celebración del contrato para la "modernización y adquisición de operaciones de artillería antiaérea semiautomáticos", lo que se conoce popularmente por sus siglas COAAAS.

"Los centros a adquirir resultan imprescindibles para las operaciones de artillería antiaérea", señalan desde el Ministerio de Defensa.

"Esta artillería, como parte integrante de la defensa antiaérea, tiene como misión la protección de las unidades, organizaciones operativas e instalaciones de las Fuerzas Armadas y de los puntos vitales".

Asimismo, tal y como explican, también sirve para proporcionar protección a zonas que, por su importancia táctica, operacional o estratégica, se le asigne este sistema.

Emulación de sala de mando y control de COAAAS

Emulación de sala de mando y control de COAAAS Izan González París (Francia)

Podrá actuar entonces contra "cualquier clase de acción aérea hostil, garantizando la conservación de la capacidad de combate de la fuerza y la preservación de los intereses protegidos".

Otro de los puntos esenciales es que el próximo sistema "mejorará la precisión de detección, la velocidad de respuesta de los efectores y reducirá la carga de trabajo a los operadores", apuntan.

Esto último lo consiguen gracias a la "fusión avanzada de trazas, la identificación y caracterización automática de amenazas o las ayudas inteligentes a la toma de decisión", donde se incluyen diversos factores propios del despliegue y el estado o disponibilidad particular de cada subsistema.

Propuesta de Indra

Una de las compañías mejor posicionadas para hacerse con el contrato impulsado por Defensa es Indra, a la que ya se le asignó una prefinanciación de 820 millones de euros por parte del Ministerio de Industria el pasado octubre.

Asimismo, la empresa presidida por Ángel Escribano ya fue, a finales de los 80 y principios de los 90, la encargada de desarrollar el sistema actualmente en servicio y que se compone de un total de 19 sistemas entre el Ejército de Tierra —con 18— y la Infantería de Marina.

Si bien la licitación todavía se encuentra abierta y será el Ministerio de Defensa quien tome la decisión, presumiblemente antes de terminar el año, Indra se ha erigido como una de las mejor posicionadas para llevarse el contrato.

Francisco Jiménez, director de desarrollo de negocio de defensa aérea de Indra, ha explicado a EL ESPAÑOL los pormenores de la propuesta de la compañía para modernizar esta capacidad antiaérea española, con un enfoque global a excepción de los efectores encargados de neutralizar en última instancia las amenazas.

"Nuestra solución para COAAAS cuenta con una arquitectura en red", ha indicado Jiménez. Compuesta por una serie de elementos conectados que funcionan como un único sistema.

MTR radar

MTR radar Indra

Está el elemento de vigilancia, compuesto esencialmente por un radar AESA que puede apuntar los haces de transmisión y recepción en cualquier dirección, incluyendo ajuste en elevación y azimut, en tiempo real. "Para poder vigilar, detectar y seguir a distintos blancos de forma simultánea".

Una de las características del radar de Indra es que puede funcionar rotando o, en caso necesario, detenerse para incrementar la intensidad de vigilancia en un espacio concreto. Una función especialmente útil cuando "hay un sector con una amenaza crítica o de saturación".

Para esta parte, la propuesta de Indra pasa por el empleo del radar MTR-10, un sistema táctico que puede integrarse a bordo de un camión, que consigue desplegarse en minuto y medio y obtener coberturas de más de 100 kilómetros.

Toda la información captada por el sistema de vigilancia se envía directamente al Centro de Control para su estudio en tiempo real. "Traza su trayectoria, su punto de origen, el punto de impacto estimado y hace un análisis para la toma de decisiones", explica Francisco Jiménez.

Al igual que el radar, el centro de control también es táctico, ya que puede desplegarse a bordo de un vehículo en cuyo interior se encuentran los operadores.

La última fase, la única en la que no participa Indra, pasa por los efectores, los sistemas encargados de neutralizar las amenazas aéreas que puedan surgir.

Batería de misiles Patriot en Croacia.

Batería de misiles Patriot en Croacia. Wikimedia Commons

"El COAAAS está diseñado para poder integrar muchos tipos de sistemas de armas mediante protocolos estándar interoperables de la OTAN". Se trata, por tanto, de un sistema agnóstico en cuanto a interceptores.

Por medio de la integración entre todos los elementos, el centro de control puede enviar los datos correspondientes a la amenaza directamente al sistema de armas que se haya seleccionado como más adecuado para la neutralización.

Una vez se envía el primer efector, el sistema radar continúa monitorizando el espacio aéreo para detectar si la amenaza ha sido neutralizada. En caso contrario, vuelve a iniciarse toda la cadena de acontecimientos para emplear un nuevo efector.

Esquema en red

Una de las claves del funcionamiento del COAAAS en un esquema de red es que puede involucrar a distintos elementos de mando y control que también pueden interactuar entre sí.

Recreación de operación de interceptación de amenaza aérea

Recreación de operación de interceptación de amenaza aérea

Por ejemplo, "cada uno puede repartirse distintos sectores o áreas de responsabilidad que, a su vez, pueden integrar distintos radares", afirma Jiménez.

En cuanto a los efectores empleados, se cuenta con un planteamiento en capas compuesto por herramientas de neutralización para muy corto alcance, corto alcance, medio alcance y largo alcance. En los que se incluyen efectores cinéticos —misiles— y sistemas softkill como jamming.

Uno de los puntos que ha destacado el experto es que se trata de un sistema que lleva desarrollándose "varios años" y que se enfrenta actualmente a la "fase de producción".

La tarea pendiente, por tanto, sería adaptar los requerimientos de todos los sistemas y subsistemas al pliego técnico que elabora el Ministerio de Defensa, en caso de que la propuesta de Indra sea finalmente la elegida.

Tal y como lo describe el Ministerio de Defensa, el programa "es crítico para proporcionar a las unidades de Artillería Antiaérea y de Infantería de Marina la capacidad de mando y control integral de alta movilidad".

En la documentación publicada por la cartera liderada por Margarita Robles, se explica que deben ser capaces de neutralizar amenazas tan variadas como misiles balísticos, de crucero, aeronaves tripuladas y drones.