El ‘Fujian’, el tercer portaaviones del gigante asiático, cuenta con un sistema de catapultas electromagnéticas capaz de rivalizar con el del estadounidense USS Gerald R Ford.
China desafía la supremacía naval de EEUU: El portaaviones 'Fujian' inaugura la era de la catapulta electromagnética
El buque de guerra fue incorporado oficialmente a la Armada china en una ceremonia encabezada por Xi Jinping.
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China ha vuelto a poner de relieve su poderío naval con la entrada en servicio de su tercer portaaviones, el Fujian, equipado con tecnología como la que solo dispone EEUU, en pleno aumento de la rivalidad militar entre las mayores potencias mundiales.
El ‘Fujian’, el tercero del gigante asiático, cuenta con un sistema de catapultas electromagnéticas capaz de rivalizar con el del estadounidense USS Gerald R Ford. Esta nueva tecnología, que permite lanzar aviones con mayor potencia y eficiencia, contrasta con la cautela de Washington, donde el sistema ha sido objeto de debate por su elevado coste y complejidad técnica.
El presidente estadounidense, Donald Trump, ha calificado el sistema de “caro”, “poco fiable” y “difícil de reparar”, y ha defendido el regreso a los modelos impulsados por vapor, considerados más robustos y económicos.
La tecnología de catapulta del 'Fujian' “reduce el estrés en la aeronave y el buque, permite un control más preciso de la velocidad y puede lanzar una gama más amplia de aeronaves que el sistema de vapor”.
El Fujian simboliza un salto tecnológico y de capacidad para proyectar poder militar en la región y avanzar en el objetivo de disputar a Estados Unidos el dominio naval. Gracias a la catapulta electromagnética, los cazas J-15T pueden despegar con carga completa de combustible y armamento, ampliando su alcance y capacidad ofensiva.
Las estimaciones oficiales apuntan que el buque podrá lanzar un caza cada 90 segundos y realizar entre 270 y 300 operaciones aéreas diarias.
“Defensa en alta mar”
La incorporación del nuevo portaaviones también representa un cambio doctrinal: de una defensa costera tradicional hacia una estrategia de “defensa en alta mar”, más orientada al control de rutas oceánicas y la disuasión a larga distancia.
La eficiencia operativa también se incrementa: el Fujian podría lanzar un caza J-15T cada 90 segundos y alcanzar un máximo de entre 270 y 300 despegues y aterrizajes diarios.
Otra ventaja del Fujian respecto a sus pares chinos es que puede integrar aeronaves de ala fija y helicópteros, lo que también aumenta su capacidad operativa.
Aunque Estados Unidos sigue siendo la potencia con la mayor flota de portaaviones del mundo, los analistas destacan que China ya lo ha superado en capacidad de construcción naval, un factor que preocupa tanto a Washington como a sus socios en Asia-Pacífico, especialmente en el contexto de las disputas en el mar de China Meridional y las tensiones en torno a Taiwán, un territorio para cuya "reunificación" Pekín no ha descartado el uso de la fuerza.
Se trata del primer portaaviones chino diseñado y construido íntegramente en el país, con un desplazamiento superior a las 80.000 toneladas, dado que los dos previos, el Liaoning y el Shandong, derivan de diseños soviéticos y emplean rampas de despegue en lugar de catapultas.
La nave marca un avance para el Ejército Popular de Liberación (Ejército chino) en su planificación de contar con seis portaaviones para 2035, como parte de su programa de modernización.