Un dron Orion de Rusia

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Observatorio de la Defensa

Rusia despliega drones Orion y Forpost sobre aguas del Ártico para proteger su flota de submarinos nucleares

La decisión del Kremlin tiene lugar días después de que Donald Trump ordenara desplegar dos submarinos de la clase Ohio cerca de Rusia.

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Rusia no quiere que se repita otro ataque como el sufrido, el pasado junio, sobre su flota de aviones Tupolev. Los míticos bombarderos rusos fueron víctimas de un ataque ucraniano de película con más de un centenar de drones contra distintas bases aéreas, algunas ubicadas en Siberia Oriental, a más de 4.300 kilómetros de la frontera ucraniana.

La llamada Operación Telaraña, que según Kiev afectó a más de 40 aeronaves, supuso una humillación para el Kremlin, que no está dispuesto a que un operativo similar afecte, por ejemplo, a los que son la joya de las Fuerzas Armadas y emblema del poder militar ruso: los submarinos nucleares.

Con este objetivo, Putin ha ordenado a la Armada el despliegue en Kamchatka del primer centro de control de vehículos aéreos no tripulados, para ampliar las operaciones de los drones de reconocimiento y ataque hasta esta región.

En concreto, la nueva instalación militar coordinará a drones Forpost y Orion, que serán los encargados de supervisar y mejorar la seguridad tanto de la conocida como ruta marítima del Norte, que transcurre en su mayoría por las gélidas aguas del Ártico, como los alrededor de la base de los sumergibles nucleares en el Pacífico.

Esta iniciativa, según han informado los medios estatales rusos, forma parte de un plan mayor para crear una red de plataformas para el despliegue de drones en la parte más oriental del país. Así, la vigilancia continua de las zonas asignadas apoyará el despliegue seguro de los submarinos en el océano.

En este sentido, la ubicación de Kamchatka es fundamental para controlar no solo la mencionada ruta marítima del Norte, sino también el acceso al estrecho de Bering y a los territorios árticos cercanos.

La orden de Putin se ha visto como una respuesta directa a la decisión de Estados Unidos de desplegar dos submarinos nucleares de la clase Ohio cerca del territorio ruso, tras las declaraciones del vicepresidente ruso Dmitri Medvédev que provocaron el enfado de Donald Trump.

Un nuevo submarino de la clase Borei

Días atrás, la Armada rusa incorporó un nuevo integrante a su flota de sumergibles nucleares. Se trata del Knyaz Pozharsky, perteneciente a la clase Borei-A.

El propio Putin encabezó la ceremonia de entrada en servicio, realizada en los astilleros de Sevmash (Severodvinsk), junto a varias personalidades gubernamentales y de la rama naval de las Fuerzas Armadas del país.

"En un futuro muy próximo, este nuevo submarino portador de misiles asumirá el deber de salvaguardar nuestras fronteras marítimas y fortalecer la seguridad de la Patria", aseguró Putin en el acto institucional. "Este ya es el quinto buque de la clase Borei-A entregado a la Armada en los últimos seis años".

El mandatario ruso también definió a los submarinos como "el núcleo de las fuerzas nucleares estratégicas navales" y recalcó su "amplio potencial de modernización" que "garantizará la seguridad de Rusia durante las próximas décadas".

Submarino clase Borei navegando en el mar

Submarino clase Borei navegando en el mar Ministerio de Defensa de Rusia

En este sentido, remarcó que los submarinos Borei están equipados con los sistemas radioelectrónicos y armas de ataque más avanzados, como misiles balísticos Bulava, modernos torpedos y sistemas de contramedidas de sónares.

Esta familia de submarinos nucleares presenta una eslora de 170 metros y una manga de 13,5 metros. Además, tienen un desplazamiento en superficie de 14.720 toneladas y de 24.000 toneladas cuando está sumergido.

Como sistema de propulsión recurre a un reactor nuclear que alimenta a una turbina de vapor y genera 50.000 caballos de potencia a través de una bomba de chorro, con lo que consigue una velocidad máxima sumergida de 54 km/h, mientras que en superficie esta cifra se queda en 28 km/h.

La generación mediante un reactor nuclear le permite una autonomía prácticamente ilimitada, tan solo supeditada por los víveres a bordo del submarino cuya dotación alcanza las 130 personas.

Ceremonia de izado de bandera del submarino Knyaz Pozharsky

Ceremonia de izado de bandera del submarino Knyaz Pozharsky Kremlin

Una de las características más importantes de toda la clase Borei es que en su construcción se utilizan únicamente materiales de origen ruso.

Además, las tres primeras unidades de esta clase aprovecharon algunos submarinos nucleares inacabados, fruto de proyectos descontinuados por motivos económicos.

Otros seis submarinos nucleares

Durante la misma ceremonia de recibimiento del Knyaz Pozharsky, Putin también indicó que, en el mismo astillero de Sevmash, está previsto construir seis nuevos submarinos nucleares de cara a 2030.

"Este trabajo rítmico y constante fortalecerá la estabilidad económica de las empresas de construcción naval y de sus socios industriales", aseguró el presidente ruso. "Pero, lo más importante, ayudará a atraer personal altamente cualificado y a seguir desarrollando alta tecnología".

Putin también apuntó a la intención de Rusia de "crear una Armada moderna y poderosa, capaz de garantizar la seguridad de Rusia" y, al mismo tiempo, defender los intereses del país en todas las áreas oceánicas del mundo.

Además de la clase Borei, otra de las familias de submarinos nucleares es la Yasen-M. El presidente ruso destacó la importancia de "seguir con la producción en serie" de esa familia de buques, así como continuar con la clase Lada, de propulsión diésel-eléctrica.