Un efectivo de la UME combate un incendio forestal Ourense

Un efectivo de la UME combate un incendio forestal Ourense Brais Lorenzo EFE

Observatorio de la Defensa

El despliegue de las Fuerzas Armadas contra los incendios: más de 3.000 efectivos y hasta cinco modelos de aeronaves

La Unidad Militar de Emergencias (UME) concentra sus esfuerzos en Castilla y León y Galicia, donde las llamas ya han calcinado miles de hectáreas.

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Las Fuerzas Armadas siempre están allí donde se las necesita y estos días, cuando el fuego se ceba con gran parte del territorio de España, no iban a ser una excepción. Así, ante los numerosos incendios que están azotando con fuerza las provincias de Ourense, Zamora y León, el Ejército ha desplegado sus capacidades para poner fin a las llamas.

La Unidad Militar de Emergencias (UME) es la que cada verano, tristemente, desempeña un papel protagónico en la lucha contra el fuego. Hasta cuatro batallones de la UME se encontraban desplegados este miércoles en distintos puntos del país.

Es a León hasta donde se han trasladado más efectivos, dado que la provincia acumula miles de hectáreas quemadas desde la pasada semana. Hasta allí se ha desplazado personal del Primer y Quinto Batallón de Intervención de la UME.

También desde Valencia han volado en el día de ayer militares del Tercer Batallón de Intervención hasta tierras leonesas, a bordo de un avión C-295 del Ejército del Aire y del Espacio, perteneciente al Ala 35 de la base aérea de Getafe (Madrid).

Según han informado desde el Ministerio de Defensa, la fuerza aérea ha desplazado, además, uno de sus gigantescos aviones A400M del Ala 31 para el traslado de personal y equipos de la UME de Zaragoza a las zonas afectadas.

Entre las tareas que están llevando a cabo los militares destacan la seguridad de zonas con línea húmeda, reducción de paveseo y refresco del entorno de los espacios afectados. Asimismo, realizan una vigilancia aérea continua de la evolución del fuego mediante el uso de drones.

Según ha detallado la UME, ya cuenta con más de 1.000 militares desplegados "en ataque directo al fuego", mientras que otros 2.400 efectivos llevan a cabo tareas de apoyo.

Actualmente, los esfuerzos se están concentrando en la región noroeste del país, la más castigada por las llamas en las últimas horas. Por ejemplo, hasta Zamora, donde ha muerto un bombero voluntario cuando combatía el fuego, se han movilizado personal del Primer y Cuarto Batallón de la UME.

Las Fuerzas Aeromóviles del Ejército de Tierra (Famet) también han participado en el operativo y han transportado en dos rotaciones a 36 militares hasta tierras zamoranas a bordo de un helicóptero Chinook HT-17, la aeronave de ala rotatoria de mayor tamaño de la que dispone España.

Por su parte, en Asturias, donde en la mañana de este miércoles continuaban activos diez focos de incendio, el gobierno regional ha elevado el nivel de alerta y solicitado el apoyo de la Unidad Militar de Emergencias.

De esta manera, al despliegue de medios autonómicos, se sumarán en las próximas horas 69 militares y 25 vehículos de la UME, así como efectivos de la Brigada de Refuerzo en Incendios Forestales (Brilat), según ha señalado el presidente del Principado, Adrián Barbón.

La magnitud de estos trágicos episodios ha llevado al Ejército de Tierra a activar la Sala de Operaciones del Centro de Situación, con el objetivo de realizar el seguimiento y la generación de capacidades en las tareas de extinción de incendios forestales.

"Con este refuerzo de capacidades en la lucha contra incendios, el Ejército de Tierra es eficaz en el cumplimiento de sus misiones, estando siempre en condiciones de ejecutar cualquier cometido con prontitud y precisión", han asegurado desde la fuerza a través de un comunicado.

Los botijos del 43 Grupo

La principal baza con la que dispone el Ejército del Aire para combatir las llamas son los aviones hidrantes del 43 Grupo. De acuerdo a lo detallado por la fuerza aérea española, al menos dos de estos aviones se encuentran descargando miles de litros de agua sobre los principales focos activos.

Así, a lo largo del pasado martes, estas aeronaves apagafuegos llevaron a cabo 21 actuaciones para la extinción de incendios forestales, especialmente sobre los que afectan a Castilla y León. En total, han protagonizado 192 descargas de agua.

España cuenta con una flota de 14 de estos aviones anfibios. De estos, 10 son del modelo CL-215T y cuatro del CL-415, todos ellos conocidos por el mote de "botijos" puertas adentro del Ejército del Aire.

Cada uno de ellos pueden cargar hasta seis toneladas de agua en tan solo 12 segundos, para soltarla allí donde sea necesario. Su tripulación está compuesta por tres personas: piloto, copiloto y mecánico de vuelo.

En 2024, el Gobierno anunció la compra de siete nuevas aeronaves DHC 515, el modelo más moderno de este tipo de unidades empleadas contra incendios, mediante una inversión de 375 millones de euros, financiada en parte por la Unión Europea.